Europa refuerza las restricciones en Navidad ante el aumento de casos y la nueva cepa de coronavirus

Europa se adentra en su Navidad COVID en un momento de nuevo repunte de casos, principalmente en la parte occidental del continente. La transmisión sigue siendo generalizada e intensa en gran parte del territorio europeo, con récords en países como Reino Unido y Alemania. En los últimos días, el incremento o el estancamiento de las cifras ha forzado a varios gobiernos a dar marcha atrás en sus planes iniciales y a endurecer la batería de restricciones para tratar de evitar que la curva se descontrole una vez pasadas las fiestas.

El periodo navideño europeo comienza, además, atravesado por el temor a la nueva variante del coronavirus detectada en Inglaterra que ha provocado que decenas de países, entre ellos prácticamente todo el bloque comunitario, hayan suspendido o limitado los vuelos con Reino Unido. La nueva variante se ha identificado en varios países, incluidos Dinamarca, Italia, Islandia, Países Bajos y Bélgica.

Los países de la Unión continúan negociando en Bruselas una respuesta coordinada sobre los bloqueos. Este martes, la Comisión Europea ha recomendado, como medida de precaución, desincentivar todo viaje no esencial hacia y desde Reino Unido hasta nuevo aviso a través de medidas coordinadas y que incluyan exenciones para los ciudadanos y residentes que regresen a sus hogares. Bruselas pide que se faciliten los viajes esenciales y poner fin a las prohibiciones de vuelos y trenes para evitar las interrupciones de la cadena de suministro. Francia reabre este miércoles su frontera a los miles de camioneros que llevan bloqueados en Reino Unido desde el domingo. Los camioneros, entre otros trabajadores que pueden entrar de manera excepcional, deben presentar un test negativo de COVID-19.

Todo ello confluye en el inicio de la época del año más propicia para la transmisión de virus respiratorios, como demuestra cada temporada la gripe, y ha acabado ensombreciendo el optimismo por la llegada de las primeras vacunas. Este lunes, la UE vivía una jornada histórica con la autorización de la primera vacuna contra el coronavirus, la desarrollada por Pfizer y BioNTech. El director ejecutivo de la compañía farmacéutica alemana ha dicho este martes que confía en que su vacuna sea eficaz contra la nueva variante y que su equipo trabaja para tratar de averiguar si funciona o si sería necesario adaptarla. Los resultados se conocerán en dos semanas, ha asegurado.

De Alemania a Reino Unido: la curva europea sube otra vez

Los países de la UE se encuentran ultimando los preparativos para la campaña de vacunación contra la COVID, que arrancará el próximo 27 de diciembre en varios puntos del continente. Lo hacen en un momento en que los contagios diarios están volviendo a subir, un mes y medio después de aplanar la curva de infecciones que explotó en octubre con una serie de restricciones duras en varios países, desde el confinamiento domiciliario (algo más laxo que en primavera) hasta el cese de la actividad comercial no esencial, pasando por cierres de restaurantes e instalaciones de ocio y limitaciones a las reuniones sociales.

Pero la reducción no fue considerable, a diferencia de la primera ola, por lo que el continente partía de unos niveles de infección aún altos antes de este nuevo repunte. La curva ha vuelto a ascender hasta los 216.000 casos cada día en la región europea, la que más casos está detectando en el mundo ahora junto a Norteamérica, en un momento en el que el invierno se instala en el hemisferio norte, según el análisis de elDiario.es basado en los datos de la Universidad Johns Hopkins, que dependen en gran medida del número de pruebas efectuadas..

Según las cifras notificadas a la rama europea la Organización Mundial de la Salud (OMS), compuesta por 53 Estados miembros, el continente ya acumula cerca de 24 millones de contagios totales y más de medio millón de muertes con COVID-19 desde el inicio de la pandemia.

En estos momentos, el incremento de casos en territorio europeo está liderado por Reino Unido, España, República Checa y Países Bajos, que han visto aumentos otra vez apenas unas semanas después de haber bajado la curva de casos en el último mes.

Tanto Reino Unido como Países Bajos están registrando en estos momentos un máximo de positivos diarios nunca visto desde el inicio de la pandemia, al igual que Suecia y Alemania. A nivel general, el repunte en los países europeos desde la llegada del otoño, que se inició mucho antes en España, ya multiplica todas las cifras registradas hasta la fecha en la pandemia. En parte por el aumento y disponibilidad de pruebas diagnósticas, los casos que se han detectado en Europa durante la segunda ola han superado por mucho al pico alcanzado en marzo y abril.

Los casos también están creciendo, aunque con menor rapidez, en Francia, Bélgica, Italia, Suiza, Dinamarca y Eslovaquia.

Si se observa la incidencia del virus, es alta en todo el continente. En República Checa y Países Bajos, las curvas están en el punto más alto en casos por habitante. Varios países balcánicos están registrando incidencias muy elevadas, por encima de los 900 contagios por cada 100.000 personas en los últimos 14 días. La cifra también es alta en Suecia (873), Dinamarca (777), Suiza (690), Eslovaquia (646) o Portugal (502).

El efecto del incremento actual en los fallecimientos tardará en notarse, ya que la mortalidad siempre llega con retraso respecto a los contagios. La segunda ola en Europa se ha dejado sentir en las cifras de mortalidad, según los datos de mortalidad recopilados por Johns Hopkins.

En concreto, más de una decena de países han igualado o superado el pico de defunciones registrado en primavera. Entre ellos están República Checa, Italia, Suecia, Alemania, Polonia, Ucrania, República Checa, Rumanía, Suiza, Portugal, Austria, Hungría, Serbia y Bulgaria. No obstante, este tipo de comparaciones hay que tomarlas con cautela ya que en marzo y abril muchas personas no fueron incluidas en las estadísticas oficiales de fallecidos por coronavirus al no contar con una prueba analítica positiva.

Endurecimiento de restricciones de cara a Navidad

Reino Unido ha batido estos días varios récords de casos notificados en 24 horas. El último, este martes, cuando ha añadido 36.804 contagios más en solo 24 horas. Los nuevos positivos son un 88% más que hace 14 días. Las autoridades británicas están preocupadas por la nueva variante detectada a principios de diciembre tras un aumento inesperado en casos de COVID-19 en el sureste de Inglaterra. El análisis retrospectivo rastreó la primera variante identificada hasta Kent, al sureste, a finales de septiembre.

Informes preliminares de Reino Unido indican que esta variante del virus es más contagiosa que otras variantes anteriores, con un aumento estimado de hasta “el 70% en su transmisibilidad”, pero actualmente no hay suficiente información para determinar si está asociada con algún cambio en la gravedad de la enfermedad, la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna.

En respuesta a “un rápido aumento de las infecciones atribuidas a la rápida propagación” de la nueva variante, el primer ministro, Boris Johnson, decidió este sábado situar a Londres y el sureste del país en el nivel 4 de riesgo, que incluye la recomendación de quedarse en casa y el cierre de tiendas que venden artículos no esenciales. La política de burbujas navideñas ideada por el Ejecutivo para permitir cierto contacto social ya no se aplicará en estas zonas. Las medidas están vigentes hasta el 30 de diciembre como mínimo.

Un día antes, Italia –que sigue registrando una de las tasas más elevadas de mortalidad por la pandemia del continente– anunció también medidas más duras de lo esperado que incluyen un confinamiento casi total en todo el país durante la mayor parte del periodo de las fiestas navideñas.

Se ha decretado el confinamiento en los días grandes (el 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre y el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero), en los que no se podrá salir de casa salvo por comprobadas necesidades de trabajo, urgencia o salud. Sin embargo, los italianos podrán reunirse en sus hogares también con familiares y amigos (es posible recibir hasta a dos personas). Esos días solo abrirán las tiendas de primera necesidad y las farmacias, y el resto de días, los comercios podrán abrir hasta las 9 p.m. Los restaurantes estarán cerrados estas semanas. El Gobierno también ha limitado la movilidad durante esta Navidad para frenar al patógeno, con la prohibición de cambiar de región salvo urgencias o estricta necesidad.

Más dura ha sido Alemania, donde los bares y restaurantes, los teatros, las salas de conciertos y los cines están cerrados en Alemania desde el 2 de noviembre, cuando el país se adentró en el denominado “parón parcial de la vida pública” para controlar el fuerte repunte de casos de otoño y evitar el colapso del sistema sanitario.

El Gobierno federal y los líderes estatales han descartado reabrirlos por Navidad y han prolongado las restricciones hasta el 10 de enero como mínimo. Desde el 16 de diciembre, ante el empeoramiento de la situación epidemiológica, están cerrados colegios y guarderías, así como de las tiendas no esenciales. El repunte de diciembre se ha hecho notar en el sistema sanitario y muchas unidades de cuidados intensivos han estado bajo una “gran presión” debido al alto número de pacientes gravemente enfermos de COVID19, según explicó el Gobierno.

Las autoridades alemanas están concentrándose principalmente en la reducción de contactos sociales. El Ejecutivo federal y los líderes estatales dieron marcha atrás y ya no aplicarán la flexibilización que tenían prevista para estas fechas. Ahora, la norma solo se aliviará levemente para Nochebuena y Navidad, pero no para Nochevieja: del 24 al 26 de diciembre, se permitirá que un hogar invite un máximo de cuatro familiares cercanos, sin incluir a menores de 14 años.

En Francia, las tiendas sí están abiertas, pero los bares y restaurantes siguen cerrados como mínimo hasta el 20 de enero (llevan cerrados desde octubre). Las autoridades tenían previsto volver a abrir las puertas de museos, teatros y cines este martes tras su segundo confinamiento para controlar la rápida propagación del virus. Pero no ha sido así: estarán cerrados todo el periodo navideño y tendrán que esperar hasta, al menos, el 7 de enero para poder abrir. El Gobierno galo decidió paralizar la apertura prevista ante el estancamiento de las cifras. Desde el pasado 15 de diciembre, cuando se levantó el confinamiento, se permiten los viajes interregionales pero hay toque de queda desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m. La medida también estará vigente en Nochevieja, pero no en Nochebuena.

En Países Bajos, los ciudadanos se encuentran desde el 15 de diciembre y hasta al menos el 19 de enero bajo restricciones reforzadas para hacer frente al “aumento dramático en el número de infecciones”. Bares y restaurantes, así como gimnasios, teatros, salas de conciertos y cines están cerrados. Las autoridades recomiendan encarecidamente el teletrabajo y piden a la población que se quede en casa el mayor tiempo posible, “incluso durante las fiestas”. Se acotan mucho las reuniones en el hogar, a no más de dos visitantes por día. Se permite como excepción recibir hasta tres personas (niños no incluidos) los días 24, 25 y 26 de diciembre.

Bélgica fue desde el principio muy drástica en sus planes para Navidad y no va a relajarlos debido a que la reducción de los casos se ha detenido. Durante esta época se permite invitar a, como máximo, un contacto por familia. La excepción es para las personas que vivan solas, que podrán recibir a dos personas a la vez en Nochebuena o Navidad “para asegurar su bienestar psicosocial”. Para reuniones al aire libre, se permite un máximo cuatro personas. Bares y restaurantes están cerrados hasta el 15 de enero, así como cines y teatros.

Los números en aumento también han llevado a República Checa, uno de los países más afectados por la segunda ola, a cerrar de nuevo los restaurantes la semana pasada. El gobierno dice que el país puede llegar al nivel más alto de su índice de riesgo, lo que llevaría a medidas más duras durante las vacaciones de Navidad. La vecina Eslovaquia ordenó este sábado el cierre de la mayoría de las tiendas, salvo las esenciales, para detener el incremento de casos. Las autoridades piden a las familias que formen “burbujas” con otra familia durante el período de vacaciones y no reunirse con nadie más.

El riesgo de aumento después de (y a causa de) Navidad

A nivel europeo, la OMS ha alertado de que un aumento masivo de reuniones durante estas fechas conlleva un riesgo significativo de una mayor transmisión de COVID-19 durante la Navidad. A mediados de mes, dijo que los avances logrados eran frágiles y que el virus se sigue transmitiendo de manera generalizada e intensa. 

“Existe un alto riesgo de un nuevo resurgimiento en las primeras semanas y meses de 2021”, señaló la agencia en un comunicado. Dos días después, Hans Kluge, director regional, aconsejó a los europeos quedarse en casa. “No vale la pena correr el riesgo. Mientras las familias debaten cómo pasar sus vacaciones, tengo un último llamamiento que hacer. Sigue existiendo una diferencia entre lo que las autoridades le permiten hacer y lo que debe hacer. Lo más seguro ahora mismo es quedarse en casa”.

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) también ha dejado claro que las fiestas, asociadas tradicionalmente con actividades como reuniones sociales, compras y viajes, plantean importantes riesgos adicionales para la intensificación de la transmisión del virus. La agencia de la UE considera que el riesgo se agrava por lo que se ha descrito como “fatiga” o “hartazgo” pandémico, por la cual algunas personas se desmotivan para seguir las medidas de protección recomendadas, especialmente durante este período. “Levantar las medidas demasiado pronto resultaría en un aumento de los casos y hospitalizaciones, y esto sería particularmente rápido si las medidas se levantan bruscamente”, alertó a principios de mes la agencia, que pidió que las medidas se comuniquen con claridad para mitigar el riesgo de una mayor transmisión durante las fiestas, “teniendo en cuenta también las repercusiones sociales, personales y económicas para la población”.