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Coronavirus

Europa impulsa restricciones y terceras dosis para contener a ómicron a días de Navidad

Europa continúa imponiendo restricciones, principalmente para los no vacunados, ante el aumento de contagios y la expansión de la variante ómicron del coronavirus, mientras trata de acelerar la inmunización y las dosis de refuerzo. Varios líderes europeos han advertido ya de la gravedad de la situación ante una mutación del virus que, han señalado desde varias regiones, es altamente contagiosa y no se puede considerar una versión más leve de lo conocido hasta ahora, algo en lo que coinciden algunos estudios. Este mismo sábado, Países Bajos ha vuelto al confinamiento estricto en Navidad por la variante ómicron, tras una reunión de urgencia del Ejecutivo neerlandés.

El Gobierno de Países Bajos ha seguido las recomendaciones de su equipo de expertos, que se decantaba por pasar del confinamiento nocturno actual a uno duro, en el que, desde este domingo y hasta el 14 de enero, solo permanecerán abiertas tiendas de primera necesidad, farmacias y gasolineras y los servicios mínimos de algunos trabajos esenciales. Esta medida se adopta cuando el país marca una incidencia de 1.470 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, incluye también el cierre de colegios.

“Todavía estamos luchando contra la variante delta, pero sabemos que la ómicron nos amenaza” porque “el número de contagios se multiplica” hasta “por dos en dos días”, afirmó el jueves la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Un reciente estudio del Imperial College de Londres calcula que el riesgo de reinfección con ómicron es 5,4 veces mayor que con delta.

Los países europeos que han ido implementando nuevas medidas en los últimos días lo han hecho principalmente por cuatro flancos. Uno: aumentando las restricciones, principalmente para los no vacunados, mediante nuevas sanciones o limitando que accedan a determinados espacios. Dos: impulsando la campaña de vacunación, sobre todo, con las dosis de refuerzo. Tres: limitando los encuentros multitudinarios o las grandes afluencias de gente de cara a las celebraciones navideñas. Y cuatro: endureciendo los requisitos para viajeros que, en algunos casos, deberán presentar PCR o test rápidos negativos aunque dispongan de certificado COVID. 

Francia anunció este viernes que prohibirá las fiestas en la calle para Nochevieja y pidió a los ciudadanos que reduzcan al máximo las reuniones y encuentros multitudinarios. “Cuantos menos seamos, menos riesgos correremos”, alertó el primer ministro Jean Castex. Además, advirtió que si bien el Ejecutivo había dado tiempo a las personas que tuviesen dudas con la vacunación, unos seis millones en todo el país, esta situación ya “no es admisible”. Por eso, a principios de enero llevarán al Parlamento un proyecto de ley para que el certificado sanitario solo tenga validez para los que estén vacunados, excluyendo a quienes presenten test negativos y endureciendo el control y las multas contra quienes comentan fraude con ellos. 

Para quienes ya están vacunados, Francia ha reducido el tiempo de espera entre la segunda y la tercera dosis, que pasará de cinco a cuatro meses. El objetivo es aumentar la eficacia contra los casos más graves del 60% al 90%. Además, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, ha avanzado este mismo sábado que obligará a sanitarios y bomberos a inyectarse este refuerzo para evitar brotes en hospitales, lo que reduciría la capacidad asistencial. En ese sentido, el Ejecutivo compensará el esfuerzo del personal sanitario, previsto con la llegada de ómicron, pagando el doble por sus horas extra desde este lunes

“La amenaza más importante”

El Gobierno de Reino Unido fue uno de los primeros en reaccionar ante la aparición de la variante ómicron en noviembre. Esta semana ha registrado el mayor número de contagios en un día, cerca de 80.000, desde el inicio de la pandemia. “Ómicron es probablemente la amenaza más importante” desde entonces, ha advertido la directora de la Agencia de Seguridad Sanitaria, Susan Hopkins, mientras el primer ministro Boris Johnson recordaba que no es “una versión más suave” del virus.  

Por eso, el Ejecutivo ha garantizado una dosis de refuerzo para toda la población adulta antes de fin de año. Una medida que se suma a la obligatoriedad del teletrabajo, siempre que sea posible, del certificado COVID para acceder a pubs o espectáculos o el uso de mascarillas en lugares públicos, incluidas en su 'plan b'. Por su parte, los asesores científicos se inclinan por más restricciones en Inglaterra para limitar los contactos sociales a miembros de tres hogares distintos o el cierre de las discotecas, como ya se ha hecho en otras regiones británicas. “Si el objetivo es reducir los niveles de infección y prevenir las hospitalizaciones (...) sería necesarios implementar medidas más dudas”, avisan en un informe.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha solicitado al Parlamento que clausure todas las actividades culturales y de ocio, ante el aumento de infecciones y nuevas hospitalizaciones y el avance de la variante ómicron, “particularmente contagiosa” y a la que pertenecen una quinta parte de los 11.194 casos detectados en el país en las últimas 24 horas. Aunque Frederiksen defendió que no habrá un cierre generalizado de la vida pública, si pidió a los ciudadanos limitar los contactos sociales y recomendó a los restaurantes cerrar a las 23 horas. 

92 millones de dosis de refuerzo en Alemania

Alemania ha añadido este viernes a Francia y a Dinamarca en su lista de países de alto riesgo por COVID. Esto supone que, desde este mismo domingo, los viajeros procedentes de estos países, entre los que también se encuentran Noruega, Andorra y Líbano, deberán guardar cuarentena si no están vacunados. Además, en general, ha prohibido la entrada de personas sin vacunar a comercios y tiendas no esenciales. El ejecutivo de Olaf Scholz ha acelerado la compra de 92 millones de dosis adicionales de la vacuna de BioNTech, para hacer frente a la campaña de invierno ante el “desafío enorme” que supondrá ómicron para los hospitales. 

Suiza ha limitado las reuniones privadas navideñas a solo diez personas si una de ellas no está vacunada ni ha pasado la enfermedad, ante un aumento preocupante de la situación epidemiológica, que está empezando a notarse en la ocupación hospitalaria, con “personas principalmente no vacunadas de mediana y avanzada edad”. El país helvético, con una baja tasa de vacunación del 66%, ha decretado el teletrabajo y ha anunciado también que solo las personas inmunizadas podrán acceder a hostelería, recintos deportivos, culturales y de ocio a partir del lunes. 

En Finlandia ya es obligatorio, desde este jueves, presentar una PCR negativa para entrar al país desde Reino Unido, Noruega, Dinamarca y Nigeria y desde el próximo martes lo será para todos los viajeros de fuera de la zona Schengen. Además, se han ampliado las restricciones a la hostelería en muchas regiones, incluida Laponia, entre las que se incluyen la venta de alcohol en restaurantes y bares a partir de las cinco de la tarde, si no exigen el certificado COVID a la entrada. 

Este viernes, Grecia publicó el requisito de presentar una PCR negativa o un test rápido realizados 72 y 24 horas, respectivamente, antes de entrar al país para todos los viajeros, independientemente de que tengan el certificado y de su estado de vacunación, tanto de la Unión Europea como del espacio Schengen. Esta medida ya se aplicaba en Italia y Portugal.

Austria, cuya tendencia es positiva y donde los contagios han bajado mucho respecto a la última semana, va a la contra de los países de su entorno. En este caso, relajará el confinamiento para los no vacunados, que actualmente solo pueden salir de casa para ir al trabajo, realizar compras esenciales y pasear o hacer ejercicio, pero que podrán reunise en Navidad y la víspera de Año Nuevo con hasta diez personas. No obstante, a partir de febrero se enfrentan a multas de hasta 3.600 euros si optan por seguir sin vacunarse.