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La extrema derecha acaricia la victoria en nueve países en las elecciones europeas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en un acto en Italia la semana pasada.

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
23 de enero de 2024 21:27 h

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El auge de la extrema derecha es una realidad. Ya apenas hay un cordón sanitario, que en España se rompió por primera vez en Castilla y León, pero que tiene un ejemplo paradigmático a nivel estatal en Italia, donde Forza Italia forma parte del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni. El miedo se ha ido perdiendo y las formaciones de extrema derecha van ganando terreno con icónicas victorias como la de Geert Wilders en Holanda. Con esos mimbres, en Bruselas dan por hecho un giro hacia la derecha tanto del próximo gobierno comunitario como de la composición de la Eurocámara en la próxima legislatura. Y, según un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), los partidos populistas y antieuropeos se impondrán en nueve países en las próximas elecciones europeas de junio.

Se trata de Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Eslovaquia. En algunos de ellos la extrema derecha ya es la primera fuerza, aunque no gobierne. Por ejemplo, en Polonia, donde una alianza del resto de fuerzas logró arrebatar el poder a Ley y Justicia tras ocho años de deriva autoritaria. Según el análisis del think-tank europeo, que se basa fundamentalmente en sondeos nacionales a los que aplica una metodología en la que tiene en cuenta cuestiones como cuál es el partido que gobierna, esas formaciones quedarán en segunda o tercera posición en otros nueve países europeos (Bulgaria, Estonia, Finlandia, Alemania, Letonia, Portugal, Rumanía, España y Suecia).

Esa situación se trasladará al Hemiciclo de la Eurocámara con un notable incremento de la representación de la extrema derecha de unos 50 escaños en total (teniendo en cuenta a los dos grupos: Identidad y Democracia y los Conservadores Europeos, al que pertenece Vox).

El Partido Popular Europeo volverá a ser el más votado, aunque se dejará de nuevo algunos escaños (173 frente a los 178 que obtuvo en 2019), de acuerdo con la proyección realizada por ECFR. Los socialdemócratas repetirán en segunda posición, pero también bajan (de 141 a 131). Y los liberales (que caen de los históricos 101 escaños que obtuvieron hace cinco años a 86) perderían el tercer puesto en favor de la extrema derecha de Identidad y Democracia, que crece de 58 a 98. ECR también aumenta su representación pasando de 67 a 85 escaños, impulsado fundamentalmente por el empuje de Fratelli d'Italia, el partido de la primera ministra italiana.

Los Verdes, que obtuvieron su mejor resultado por su fuerza en Alemania y Francia, se dejarían diez representantes en el camino mientras que La Izquierda sube seis (hasta 44).

En el caso de España, la encuesta prevé que el PP de Alberto Núñez Feijóo quede en primera posición con 26 eurodiputados (lo que lo convertiría en la principal delegación junto a la alemana y seguida de la polaca). El PSOE perdería dos representantes y se quedaría con 19, aunque seguiría siendo la delegación más nutrida de su grupo. A Renew (Ciudadanos y PNV) le otorga un escaño frente a los siete de 2019 mientras que Vox pasaría de 4 a 7. En el caso de Los Verdes/EFA (ICV, ERC, BNG...) el estudio pronostica cinco escaños y tres para La Izquierda (IU y Podemos).

No obstante, el análisis del ECFR admite que aún no se sabe en qué grupos acabarían los representantes de Sumar (actualmente María Eugenia Rodríguez Palop forma parte de La Izquierda mientras que el otro portavoz de la candidatura, Ernest Urtasun, lo era de Los Verdes). Yolanda Díaz ha consolidado su alianza con Los Verdes mientras que Podemos ha anunciado que concurrirá en solitario con Irene Montero al frente. En cuanto a los no inscritos, que es donde se encuentran Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, el estudio augura que no habrá representación.

Ese escenario debilita aún más la mayoría de la que salió la última Comisión Europea. En 2019, se rompió por primera vez la 'gran coalición', que permitía al PPE y a los socialistas, pilotar la política europea y tuvieron que pactar con los liberales. Juntos sumaban el 60% de los escaños de la Eurocámara, pero el sondeo pronostica que esa mayoría caiga al 54%.

La tentación del PPE de aunar fuerzas con la extrema derecha

Más allá de los números, en términos políticos, eso complica aún más la aritmética para las políticas europeas, que en muchas ocasiones han salido adelante por la mínima (ya fue ajustado, por ejemplo, el resultado de la votación para la elección de Ursula von der Leyen como jefa del ejecutivo comunitario). Además, eleva la tentación del PPE de aunar fuerzas con la extrema derecha en algunos asuntos clave como la agenda verde europea.

Ya en la presente legislatura el PPE lo ha hecho en algunas ocasiones, como en la aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza. Y es que los intereses económicos y electorales han puesto cuesta arriba la política climática en un momento de movilizaciones de varios sectores económicos. En vísperas de los comicios europeos, por ejemplo, el PPE ha adoptado algunos de los posicionamientos de la extrema derecha al plantearse la revisión de la prohibición de la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2035, una de las medidas estrellas del gobierno de Von der Leyen para cumplir con los objetivos de neutralidad climática en 2050.

“Las conclusiones de nuestro nuevo estudio indican que la composición del Parlamento Europeo se desplazará en las elecciones de este año, y que esto podría tener implicaciones significativas para la capacidad de la Comisión Europea y del Consejo de llevar adelante la política medioambiental y exterior, incluida la próxima fase del Pacto Verde Europeo”, señala Kevin Cunningham, uno de los coautores del estudio.

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