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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Tiffany Cabán, la joven latina que desafía el sistema de encarcelamiento masivo en EEUU

El ala progresista del partido demócrata ha dado otro revés al establishment con la nominación de la joven de 31 años Tiffany Cabán para fiscal del distrito de Queens. Cabán se define a sí misma como una abogada de oficio, latina y queer cuyos padres nacieron en uno de los projects (vivienda pública) del distrito neoyorquino.

Durante la noche de este lunes revolucionó el panorama político de Nueva York, siguiendo el camino iniciado hace un año por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, que desbancó a Joe Crowley, peso pesado del partido demócrata que llevaba 14 años ocupando el cargo. Precisamente Cabán contó con el respaldo de Ocasio-Cortez y de los candidatos a la presidencia Bernie Sanders y Elizabeth Warren, así como del consejo editorial de The New York Times y del artista John Legend.

A pesar de ser una victoria local, el logro de Cabán se expande a nivel nacional en un momento en el que se cuestiona fuertemente el sistema judicial y su uso excesivo del encarcelamiento masivo, de la criminalización de delitos menores, como la posesión de pequeñas dosis de marihuana o la evasión del ticket de metro y de los asesinatos de personas afroamericanas en manos de la policía, que desencadenaron las protestas y el movimiento de Black Lives Matter.

Estados Unidos es el país del mundo con más personas encarceladas, casi 2,3 millones, principalmente personas afroamericanas y latinas de bajos recursos. La victoria de Cabán se desmarca de esta tendencia y se suma a la nueva ola progresista de políticos y fiscales que están empujando la agenda política y social hacia la izquierda. Una tendencia que se nota en Nueva York y especialmente en Queens.

Una fiscal progresista para la reforma judicial

Cabán se ha presentado con un programa que prioriza la rehabilitación frente el encarcelamiento, que quiere terminar con el sistema de fianzas en efectivo, parar la construcción de nuevas prisiones y despenalizar el trabajo sexual y los delitos menores como la posesión de marihuana o la evasión de la tarifa del metro. El sistema de fianza en efectivo hace que muchas personas que no tienen dinero para pagar su fianza terminen encarceladas por delitos menores aumentando el número de personas en las cárceles.

Los fiscales tienen mucho poder dentro del sistema judicial porque son los que presentan los cargos. Muchos de estos cargos acaban en acuerdos de reducción de pena y nunca son cuestionados en un juicio. En los últimos 50 años, el 97% de los casos criminales federales y estatales han terminado en acuerdos de reducción de pena, incluso muchas personas aceptan estos acuerdos siendo inocentes para no tener que pagar el costo de un proceso judicial. Esto da mucho poder a la decisión del fiscal.

En Queens, durante 28 años, el cargo de fiscal del distrito fue ocupado por Richard Brown, un exjuez que se negó a crear una unidad especial para revisar condenas erróneas y que usó mano de hierro contra las pequeñas ofensas. Mientras Manhattan y Brooklyn ya hablaban de despenalizar la posesión de pequeñas dosis de marihuana, en Queens todavía se aplicaba la ley de mano dura contra los delitos menores, lo que empezó en Nueva York en los 90 con el estilo de patrullar Broken Windows -evitar el crimen antes de que suceda- y la fuerte penalización de este tipo de delitos menores o crímenes contra la calidad de vida. Según muchos expertos, esta ha sido una de las principales causas del encarcelamiento masivo de población de clase trabajadora afroamericana y latina.

Progresistas contra el establishment

La elección para sustituir a Brown, que murió el mes de mayo, enfrentó a siete candidatos, pero solo dos de ellas tenían posibilidades de ganar.

“Todo empezó con cuatro mujeres sentadas en una mesa”, recordó Cabán en su discurso durante la noche electoral donde, acompañada de vecinos y seguidores, esperó hasta casi media noche para dirigirse a la multitud eufórica que se reunió en la sala La Boom en Queens. “Cuando empezamos todo esto, me dijeron que era demasiado joven. Dijeron que no tenía aspecto de fiscal de distrito. Dijeron que no podíamos construir un movimiento desde la base. Dijeron que no podíamos ganar. Pero lo hicimos. Todos”, dijo emocionada y rodeada de políticos locales y activistas.

Fue una noche de nervios, en una carrera ajustada en que Katz le pisó los talones a Cabán hasta el último momento. Finalmente, Cabán ganó con un 39.6% mientras Katz se quedó con un 38.3%. Hace falta todavía contabilizar el voto por correo, así que no se ha dado un ganador oficial, pero es poco probable que Katz pueda alcanzar a Cabán. En un bar irlandés de Queens, Katz pedía que se recontaran los votos: “Siempre supimos que sería una elección dura”, dijo a sus seguidores.

Melinda Katz es la presidenta de Queens y era la favorita del establishment demócrata, precisamente apoyada por Joe Crowley y por el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo. Katz contó con grandes donaciones y el apoyo del sector inmobiliario, mientras que la campaña de Cabán se hizo con pequeñas donaciones y con una red de voluntarios que recorrieron las calles de Queens y llamaron puertas para dar a conocer la elección a los vecinos. Como consecuencia de la candidatura de Cabán, Katz fue posicionando su programa a posturas más progresistas a lo largo de la campaña.

Joy Chowdhury, presidente de la Asociación de votantes de Americanos del Sur de Asia fue uno de los voluntarios que pidió el voto para Cabán en la calle y que esperaba ansiosamente los resultados en la sala La Boom. “Mucha gente no sabía sobre la elección o ni siquiera que existía la oficina del fiscal, pero gracias a los voluntarios que salimos, la gente sabe que esta oficina existe y que esta elección es importante porque el resultado va a afectar nuestras vidas”, explica.

A pesar de ser una elección con baja participación y de tinte local, el desafío de Cabán ha tomado un alcance nacional. Su candidatura estaba inspirada por Alexandria Ocasio-Cortez y la ola de nuevos demócratas progresistas que entraron al Congreso en las elecciones de mitad de mandato sin ser parte del establishment, pero también por los fiscales progresistas Larry Krasner en Filadelfia y Rachael Rollins en Boston y el camino que han abierto para reformar el sistema judicial en los Estados Unidos. La elección del fiscal del distrito de Queens tendrá lugar el 5 de noviembre, pero es muy poco probable que un candidato republicano gane a un demócrata en Queens, que es un distrito mayoritariamente azul.

Queens el epicentro de un cambio

Queens es el lugar del mundo con más diversidad. Tiene casi 2,4 millones de habitantes y este último año ha sido noticia por la elección de Ocasio-Cortez y por el rechazo de la comunidad a la construcción de la segunda sede de Amazon.

Organizaciones como Democrats Socialist of America (DSA), la primera plataforma que apoyó la candidatura de Cabán y que también apoyó la campaña de Ocasio-Cortez, ha tenido un papel importante en la articulación de estos movimientos con la comunidad.

La campaña de Cabán ha consistido en pequeñas donaciones, llamar puertas y explicar a los vecinos y a la gente que normalmente no vota que esta elección existía. Grace Frutos vive en Sunnyside, uno de los barrios de Queens, y vino a celebrar la victoria de Cabán con su hermana pequeña. Asegura que Cabán visitó su barrio varias veces: “Ha estado muy implicada en la campaña, ha venido donde yo vivo”.

Frutos cree que el hecho que sea latina es una inspiración: “Creo que es bueno que alguien latino y de una familia de inmigrantes llegue a una posición así porque les da esperanzas a personas como mi hermana para que no deje que le digan que no puede porque es latina, o porque es mujer, o porque es la primera en su familia de ir a la universidad, o porque su inglés no es igual que el de una persona que ha vivido aquí toda su vida”, comenta.