El Departamento de Justicia publica el documento que justificó el registro a la mansión de Trump

Lara Lema

25 de agosto de 2022 19:55 h

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El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha publicado este viernes el documento que justificó el registro a la mansión de Trump en Palm Beach el pasado 8 de agosto, pero con grandes partes ocultadas. El juez Bruce Reinhart ordenó este jueves su publicación tras revisar la versión de la declaración jurada de la Fiscalía, que oculta los datos que considera más sensibles para no dañar la investigación.

Según el documento, el pasado 9 de febrero el Departamento de Justicia señaló que una revisión preliminar de 15 cajas llevadas a Mar-a-Lago, la residencia de Trump, “indicaba que contenían 'periódicos, revistas, artículos de noticias impresos, fotos, impresiones diversas, notas, correspondencia presidencial, registros personales y postpresidenciales, y 'muchos registros clasificados'.

El agente que escribió la declaración jurada, cuya identidad está oculta, detalla los orígenes de la investigación y los documentos buscados, y dice que “la investigación del FBI ha establecido que los documentos que llevan marcas de 'clasificados', que parecen contener Información de Defensa Nacional (DNI), se encontraban entre los materiales contenidos en las QUINCE CAJAS y estaban almacenados en el SITIO [refiriéndose a la residencia de Trump] en un lugar no autorizado”. Por primera vez tras las especulaciones sobre el origen de la información, se menciona que el FBI y el Departamento de Justicia hablaron con “un número significativo de testigos civiles” sobre las acciones de Trump.

“Además, hay causa probable para creer que otros documentos que contienen NDI clasificada o que son registros presidenciales sujetos a requisitos de retención de registros permanecen actualmente en el SITIO. También hay causa probable para creer que se encontrarán pruebas de obstrucción [de la investigación] en el SITIO”, dice el agente, justificando así el registro de la residencia del exmandatario.

El documento relata que este mayo el FBI hizo una revisión preliminar de las 15 cajas sacadas de Mar-a-Lago y encontró 184 documentos marcados como clasificados, incluidos 25 marcados como alto secreto. La declaración jurada enumera acrónimos en algunos de los documentos que indican que eran particularmente sensibles, incluyendo algunos que pertenecían a la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, o FISA, una ley de seguridad nacional. El agente dijo que ese tipo de documentos suele contener información de defensa nacional, el tipo de secreto gubernamental que está protegido por la Ley de Espionaje. También menciona que varios de los documentos contenían “lo que parecen ser notas manuscritas del expresidente”.

“Lo más preocupante era que los registros altamente clasificados estaban sin clasificar, mezclados con otros registros, y sino sin ser identificados adecuadamente”, dice el agente.

“Basándome en los hechos y circunstancias anteriores, sostengo que existe una causa probable para creer que se encontrarán pruebas, contrabando, hechos del delito u otros artículos poseídos ilegalmente... en el SITIO”, concluye. La declaración no proporciona más información sobre si se van a presentar cargos contra el expresidente y, de ser así, cuándo sucedería.

Trump dice que no hizo “nada malo”

En el documento publicado se adjuntó una carta de uno los abogados de Trump, Evan Corcorcan, al Departamento de Justicia en la que se queja del trato injusto y reivindica la “autoridad absoluta de un presidente para desclasificar documentos”, al igual que hizo el expresidente tras el registro. 

“Cualquier intento de imponer responsabilidad penal a un presidente o expresidente que implique sus acciones con respecto a los documentos marcados como clasificados implicaría graves problemas constitucionales de separación de poderes”, escribió Corcorcan el 25 de mayo.

El expresidente ha reaccionado este viernes a la divulgación del documento asegurando que no hizo “nada malo” y que lo sucedido es “un ataque político”. “No hice nada malo. Básicamente hemos sido atacados, fuimos allanados. Abrieron las cajas fuertes, llevaron a muchos, muchos agentes del FBI, todo justo antes de las elecciones de medio mandato” de noviembre, ha publicado en su red Truth Social.

Trump ha dicho que la declaración jurada hecha pública está “muy editada” y sin ninguna mención sobre armamento “nuclear”, por lo que ha tachado lo sucedido de “subterfugio total de relaciones públicas por parte del FBI y del Departamento de Justicia”.

“El juez Bruce Reinhart NUNCA debería haber permitido el allanamiento de morada en mi casa. Se desvinculó hace dos meses de uno de mis casos por su animosidad y odio hacia vuestro presidente favorito, yo. ¿Qué cambió? ¿Por qué no lo ha hecho en este caso? ¡Obama debe estar muy orgulloso de él ahora mismo!”, ha dicho Trump.

El expresidente republicano, de 76 años, ha reiterado en esa misma plataforma que su casa de Mar-a-Lago fue “allanada” pese a que los agentes podrían haber hablado con ellos “y cogido lo que hubieran necesitado”.

“Tomaron cosas que nunca debieron haberse llevado. Es una desgracia para nuestro país que no acaba nunca. La misma gente, las mismas filtraciones. Lo filtran a los mismos lugares y la misma gente. Nuestro país es un desastre”, ha dicho. 

Proteger a los testigos

En la orden para publicar la declaración jurada se justifica esta ocultación de datos como una medida para proteger a las personas que aparecen en él. “La información contenida en la declaración jurada podría utilizarse para identificar a muchos de estos testigos, si no a todos. Por ejemplo”, dice el texto, seguido de un largo pasaje censurado.

“Si las identidades de los testigos quedan expuestas, podrían ser objeto de daños, incluyendo represalias, intimidación o acoso, e incluso amenazas a su seguridad física. Como ya ha señalado el tribunal, 'estas preocupaciones no son hipotéticas en este caso'”, continúa, seguido de otro pasaje oculto.

Luego, la orden menciona las amenazas que ya recibieron los agentes del FBI envueltos en el registro de la residencia del expresidente. “Mientras tanto, los agentes del FBI que han sido identificados públicamente en relación con esta investigación han recibido repetidas amenazas de violencia por parte de miembros del público. La exposición de las identidades de los testigos probablemente erosionaría su confianza en la investigación del gobierno, y es casi seguro que disuadiría a otros testigos potenciales de presentarse en esta investigación y en otras.”

El juez Reinhart dijo este jueves, después de revisar el memorándum del Departamento de Justicia y la eliminación de información sensible propuesta, que el Gobierno ha cumplido con “mostrar una razón convincente y una buena causa para sellar las partes solicitadas de la declaración jurada”. Reinhart agregó que “la divulgación revelaría las identidades de los testigos, agentes del orden público y partes no acusadas, la estrategia, la dirección, el alcance, las fuentes y los métodos de la investigación, y la información del gran jurado”.

Petición de la prensa

La publicación de este documento fue impulsada por varios medios estadounidenses, que interpusieron una moción pidiendo su divulgación. El Departamento de Justicia se opuso en un principio a la publicación del documento y solo presentó una versión con algunos datos ocultos tras verse obligado por Reinhart la semana pasada, que reconoció el extraordinario interés público de la investigación.

El expresidente había indicado que era partidario de publicar el documento, pero sus abogados nunca presentaron una moción formal a tal efecto, y en su lugar dejaron el esfuerzo a una coalición de medios de comunicación que presionaron para que se hiciera pública. Pero Trump sí pidió en otra demanda una supervisión de un perito independiente en torno al registro producido el pasado 8 de agosto, un recibo más detallado de lo decomisado durante el registro, que considera “ilegal”, y la devolución de aquello que no estuviera incluido en la orden judicial.

La orden de registro ya fue divulgada previamente y evidenció que Trump y gente de su entorno podrían estar incurriendo en delitos de obstrucción a la Justicia, destrucción de documentos y violación de la ley de espionaje.

Trump se llevó de la Casa Blanca a su residencia en el sur de Florida más de 300 documentos clasificados, según el diario The New York Times.