España ha anunciado que espera la llegada de turistas para el 1 de julio. Italia, la próxima semana; y Francia y Alemania, para mediados de mes. Es decir, que para entonces se abrirán las fronteras para los miembros de la Unión Europea y Schengen en primera instancia, excluyendo a terceros países o a aquellos cuya situación pueda calificarse de “grave o severa” por el coronavirus.
¿Y quién decide que un país está en una situación “grave o severa”? “El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) debería ser el que se encargue de fijar los criterios epidemiológicos y recomiende esa movilidad o no de los Estados miembros”, explican fuentes de Exteriores.
En tanto que la apertura de las fronteras interiores supone automáticamente el fin de la cuarentena de dos semanas que ha decretado el Gobierno español para todo el que llegue a España, será sustituida por una serie de protocolos sanitarios que se están debatiendo con el resto de Estados miembros de la UE para que los viajeros y aerolíneas los tengan presentes: temperatura en origen y destino, formulario sanitario, examen visual, localización en destino, datos de contacto, seguimiento de los turistas en destino.
Eso sí, explican en Exteriores, la cuarentena permanecería para los terceros países y para los de la UE o Schengen que se hayan quedado fuera, según los criterios del ECDC. “La mayoría de países estamos en situaciones parecidas”, convienen las fuentes.
El hecho de que haya criterios marcados por una entidad comunitaria, como la ECDC, pretende evitar algo que ya está pasando: que haya países, como Grecia, por ejemplo, que estén levantando sus fronteras de forma asimétrica. “La ventaja es que sean objetivos y comunes, en función de un número de casos por mil habitantes y que fije unos criterios de contagio en función de los cuales recomendar o no la movilidad”, explican en Exteriores.
La apertura con medidas sanitarias en frontera será, explica el Gobierno, “rigurosa para tener una frontera abierta: toma de temperatura, inspección visual en tránsito... La idea es que sea una frontera con movimiento, por eso es importante que el ECDC fije criterios y la apertura sea gradual”.
“Será un verano atípico, más dependiente del turismo nacional”, reconoce el Gobierno, “pero habrá turismo Schengen y europeo. Los mercados turísticos más importantes son los europeos, más del 80% del turismo que recibimos viene de los socios comunitarios. Y estas medidas, con la restitución de la movilidad en las fronteras interiores resuelve una parte del problema. España está en un proceso de desescalada riguroso, sólo se va abrir controlado, se ha autoimpuesto una metodología rigurosa y será un destino seguro, no inseguro”.
Un calendario que no comparten algunos partidos de la oposición.
Este jueves, la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo analizó la situación en la UE y llegó a una conclusión: “Falta claridad”.
Uno de los miembros de la comisión, el eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá, explica: “Los Estados miembros están actuando de manera individual, y un ejemplo es España, que 24 horas antes de que la Comisión publicara sus recomendaciones, decretó las cuarentenas”.
“Italia ya la semana que viene abre las puertas, Alemania está a punto también; Europa está quitando sus restricciones, pero en España hay que esperar hasta el 1 de julio”, critica Bauzá: “El daño al sector turístico es tremendo”.
Entre las directrices aprobadas por la Comisión Europea a mediados de marzo se incluía la posibilidad de que el turismo arrancara entre regiones de países con similares índices de casos mínimos de coronavirus. Una idea que están trabajando Dinamarca y Noruega entre sí, y que podría servir para territorios insulares españoles, como las Canarias o Baleares.
“Es objeto de discusión en varios países, y a eso se refieren los corredores con pruebas piloto para los nuevos criterios en frontera, en llegada y seguimiento”, reconocen en Exteriores: “No se ha tomado ninguna decisión al respecto, no somos el único país que piensa en estos términos. Hay otros países que tienen territorios parecidos, epidemiológicos positivos. Es objeto de debate pero no se ha tomado ninguna decisión al respecto”.
De momento, el primer gran país turístico que abre sus fronteras es Italia, a partir de la próxima semana. ¿Pueden ir los españoles? Sí, pero al volver tendrían que cumplir una cuarentena. “Seguimos recomendando que los españoles no salgan de España”, recuerdan en el Gobierno.