Entrevista

Francesca Albanese, relatora de la ONU: “Los medios utilizados por Israel en Líbano son aún más pérfidos que en Gaza”

Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, ha decidido que “no es el momento de andarse con rodeos y esconderse detrás de una ambigüedad constructiva”. “La ley es muy clara y mis únicos puntos de referencia son el derecho internacional y la humanidad”. Por eso, Albanese cree que es necesario hablar claramente de “genocidio” y pide a la comunidad internacional no solo un embargo de armas, sino que corte todo tipo de comercio con el Estado de Israel.

¿Observa algún patrón similar en la ofensiva de Israel en Líbano con lo ocurrido en Gaza durante todo este año?

Veo que en Líbano se está aplicando el mismo manual que en Gaza. Hay una justificación de la matanza de civiles con la excusa de perseguir objetivos militares como si no hubiera garantías para el derecho a la vida. Incluso para las personas que Israel considera enemigos existe la presunción de inocencia y la responsabilidad individual por crímenes. Montones de civiles han pagado el precio por lo que Israel considera responsabilidad del enemigo. Los medios que han utilizado [en Líbano] son aún más pérfidos que los utilizados en Gaza hasta cierto punto, como las explosiones de los buscas.

Lo que también es impactante es que parece que ya no hay ningún límite para los líderes israelíes. Pero lo que más me duele y entristece es ver que la sociedad israelí parece haber perdido en gran medida su brújula moral. Muchos están pidiendo nuevos asentamientos en Gaza y no empatizan con los libaneses por el terror masivo causado por el ataque de Israel [con los buscas]. Es como si no hubiera civiles.

También hay discusiones en Israel sobre si el Líbano es un país soberano y si puede ocuparlo. Es un sistema y una forma de pensar tan ávida y rapaz que nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo. Israel está poniendo en peligro la paz y la estabilidad en la región.

Hay una discriminación evidente en la forma en que los países occidentales ven las violaciones sufridas por el pueblo ucraniano y las sufridas por el pueblo palestino. No entiendo por qué es tan difícil empatizar con los palestinos

Tras un año de ofensiva en Gaza, ¿cuál es su conclusión principal?

Tengo motivos razonables para creer que Israel ha cometido actos de genocidio. He analizado los patrones de violencia en Gaza, la violencia incesante que se ha utilizado contra la población civil, la vida civil, la infraestructura civil... Después de tanta destrucción, tantas masacres y tanto tormento infligido a los palestinos en Gaza, Israel ha convertido Gaza en un lugar inhabitable, con consecuencias que se dejarán sentir durante generaciones. 

Mientras tanto, también he analizado la violencia desatada contra los palestinos en otras partes del territorio palestino ocupado, principalmente Cisjordania. Los desplazamientos forzosos, casos de anexión de iure, ejecuciones extrajudiciales —casi 700 personas han sido asesinadas sólo en Cisjordania— y las brutales detenciones y encarcelamientos contra la población no han dado tregua a los palestinos de Cisjordania. Todo ello me lleva a concluir que la violencia desatada por Israel no se limita a los palestinos en Gaza, sino que hay una escalada de violencia generalizada [contra todos los palestinos].

Si bien se han cometido actos de genocidio en Gaza, existe la obligación de prevenir nuevos actos de genocidio y por eso es urgente actuar.

El otro elemento es que aunque la ocupación ha sido declarada ilegal incluso por la Corte Internacional de Justicia, y a pesar de tres conjuntos de medidas cautelares de la Corte Internacional de Justicia, Israel sigue actuando con brutalidad y los Estados siguen transfiriendo armas y siguen comerciando con Israel. Esto va en contra de las obligaciones derivadas del derecho internacional, de las órdenes de la Corte Internacional de Justicia y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

¿Y qué deberían hacer los Estados para cumplir con el dictamen de la Corte Internacional de Justicia?

Está muy claro. La Corte Internacional de Justicia ha recordado a los Estados miembros su obligación de no reconocer las consecuencias jurídicas de la ocupación ilegal. Así que la ocupación ilegal significa que tanto la presencia militar como el régimen de asentamientos con la explotación de recursos es ilegal y debe desmantelarse lo más rápidamente posible e Israel debe ofrecer reparaciones a los palestinos, incluido facilitar el retorno de aquellos que han sido desplazados por la fuerza.

La obligación de todos los Estados de no reconocer ninguna consecuencia legal de la presencia ilegal de Israel en el territorio palestino ocupado incluye revisar todas las relaciones que los Estados miembros tienen con Israel; relaciones económicas, políticas y diplomáticas, pero empezando por un embargo de armas y la suspensión de todas las formas de comercio con el Estado y las entidades relacionadas con la ocupación ilegal. Hay que hacer muchas cosas.

Además, los Estados que tienen jurisdicción universal deben investigar y procesar a los criminales que puedan haber cometido crímenes, incluido el genocidio en los territorios palestinos ocupados.

Entonces, ¿deberían todos los países dejar de comerciar con Israel?

Sí. No podemos separar los asentamientos de la empresa y esfuerzo estatal. El régimen de asentamientos es una empresa estatal y es algo que el tribunal ha dicho que equivale a anexión.

Por supuesto que se pueden fijar sanciones para los colonos, pero discúlpenme, este es un sistema que se proclama a sí mismo como un Estado de derecho e Israel no solo no ha hecho nada para detener esta violencia, sino que la ha dirigido.

Israel no podrá volver nunca a donde estaba antes y por eso mantiene una guerra permanente. En el momento en que el polvo se asiente, los crímenes de Israel serán tan contundentes y evidentes que los Estados verán que Israel representa hoy un peligro para la paz y la seguridad en la región

Hasta ahora el foco en la UE, por ejemplo, estaba únicamente puesto en los asentamientos y no en el Estado de Israel en su conjunto, ¿no?

Creo que incluso eso es una exageración porque, de hecho, solo han etiquetado los productos que vienen de los asentamientos, pero no los han prohibido en nuestros mercados. Estamos muy atrasados y los Estados europeos están jugando y tomando un camino muy peligroso porque están consintiendo la cristalización del doble rasero, que es muy perjudicial para el orden internacional basado en normas.

¿Por qué cree que es importante hablar de genocidio para describir la situación en Gaza?

Por dos razones. En primer lugar, porque no llamar a las cosas por su nombre agrava la desgracia del mundo, como decía Albert Camus. Tenemos que entender lo que está pasando para adoptar los remedios más apropiados.

El genocidio es uno de esos crímenes que la comunidad internacional está obligada a prevenir. Esta obligación es todo lo explícita que puede ser y, hasta ahora, se ha hecho muy poco para prevenir una mayor escalada y más actos de genocidio.

¿Diría que hay un elemento racista en la respuesta de buena parte de la comunidad internacional al genocidio?

Absolutamente. Hay una discriminación evidente en la forma en que los países occidentales ven las violaciones sufridas por el pueblo ucraniano y las sufridas por el pueblo palestino. Ven con mayor empatía a las víctimas israelíes del 7 de octubre —por supuesto que los israelíes han sufrido enormemente— y no entiendo por qué es tan difícil empatizar con los palestinos por lo que sufrían antes del 7 de octubre y lo que han soportado después.

¿Qué consecuencias está teniendo la ofensiva para la ONU como institución?

Estos últimos 12 meses han demostrado que la ONU está más fragmentada que nunca en su dimensión política, con un Consejo de Seguridad muy degradado y totalmente dominado por las potencias con veto y una Asamblea General muy dividida. Mira los votos en la resolución de la Asamblea General para dar efecto a la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia [sobre la ilegalidad de la ocupación]: hubo más de 40 Estados que se abstuvieron ¿Qué significa la abstención en un caso de derecho a la autodeterminación suprimido durante décadas?

También hay un problema a nivel humanitario, porque la ONU ha sido gravemente atacada, no sólo sobre el terreno —como UNRWA, que también ha sido atacada por bombas y francotiradores—, sino también con etiquetas y falsas acusaciones. Y veo en todo ello parte de un ataque contra el pueblo palestino para hacer que el derecho al retorno sea menos relevante. Si UNRWA se derrumba se rompe el salvavidas para millones de personas en la región.

¿Y qué efecto ha tenido sobre EEUU y su legitimidad como supuesto líder internacional?

Esto ha expuesto totalmente lo que ya sabíamos: que EEUU no es un intermediario honesto entre palestinos e israelíes. No sólo ha defendido, sino que ha aunado esfuerzos con Israel. La forma en que ha proporcionado apoyo militar, financiero y político crea complicidad con los crímenes que Israel parece haber perpetrado.

¿Qué espera del proceso en la Corte Penal Internacional contra Netanyahu y Galland?

Órdenes de detención inmediatas.

¿Por qué cree que no han llegado todavía?

Las órdenes de detención internacional podrían haberse emitido. No sabemos nada y el tribunal y el fiscal no están obligados a hacerlo público. Técnicamente podrían haberse emitido, pero no creo porque tal cosa se habría conocido.

Por un lado hay una gran presión sobre el tribunal y, por otro, quieren que el tribunal no se vea influenciado por estas presiones. La reputación del tribunal ya está en juego. El fiscal ha mostrado más coraje y ganas de enfrentarse a una cuestión extremadamente politizada como Palestina y ha avanzado en la dirección correcta, pero también podría investigar y pedir el procesamiento y dictar órdenes de detención contra otros ministros del Gabinete de Guerra y de ministros del Gobierno de coalición que hayan hecho declaraciones genocidas o que sean responsables de otros actos violentos, como ordenar la suspensión de las libertades y los derechos básicos de los palestinos que, de hecho, están siendo torturados en las cárceles israelíes. Bezalel Smotrich, por ejemplo, está impulsando su plan de anexión.

¿Y sobre el caso en la Corte Internacional de Justicia? Israel ni siquiera está cumpliendo las medidas cautelares

Israel no cumple porque no tiene incentivos para hacerlo. En el derecho internacional hay medios pacíficos y menos pacíficos para hacer que un Estado cumpla el derecho internacional, pero ni Israel ni la comunidad internacional se encuentran en este punto.

Israel ha utilizado la disuasión durante mucho tiempo y ahora, de nuevo, nos encontramos en un territorio inexplorado. Es importante que la Corte Internacional de Justicia avance el caso lo más rápido posible porque la prevención del genocidio es fundamental. Espero que la corte envíe a sus propios investigadores y estudie el caso con la máxima urgencia.

Si Israel no cumple y no va a cumplir, ¿por qué es importante?

Los procesos políticos, por desgracia, llevan tiempo, pero la marea ha cambiado. No creo que Israel pueda volver nunca a donde estaba y por eso mantiene una guerra permanente. En el momento en que el polvo se asiente en Gaza y en Oriente Medio, los crímenes de Israel serán tan contundentes y evidentes que, de nuevo, los Estados verán que Israel representa hoy un peligro para la paz y la seguridad en la región.

En este escenario podrían decidir continuar lo que están haciendo, es decir, ignorar el elefante en la habitación, o podrían actuar rápidamente de forma que garanticen tanto la seguridad de Israel como la del resto, que no vale menos que la de los ciudadanos israelíes.

¿Cómo ha sido su relación y sus contactos con las autoridades israelíes durante este año de ofensiva?

Tradicionalmente, la relación entre este mandato [el relator especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados] y el Estado de Israel es inexistente porque Israel no reconoce este mandato, lo que ya es una situación muy difícil porque, como miembro de Naciones Unidas, está obligado a cooperar con sus mecanismos.

En mi caso he notado una mayor hostilidad. Me han declarado persona non grata en Israel y no es que haya intentado ir a Israel, sino que he intentado ir al territorio palestino ocupado sobre el que además Israel no tiene soberanía.

Yo he sido muy franca y he decidido que no es el momento de andarse con rodeos y esconderse detrás de una ambigüedad constructiva. La ley es muy clara y mis únicos puntos de referencia son el derecho internacional y la humanidad. Y este es el lenguaje que hablo y lo hago en interés tanto de los palestinos como de los israelíes. Ambos están atrapados por un régimen brutal, pero, por supuesto, con un sufrimiento diferente.