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Francia se adentra en unos Juegos Olímpicos en pleno limbo político

La decisión del presidente francés, Emmanuel Macron, de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas anticipadas, a solo unas semanas del inicio de los Juegos Olímpicos, encendió todas las alarmas entre los organizadores del evento.

Con la coalición presidencial recién salida de un descalabro en las pasadas europeas, divisiones en la izquierda y la formación ultra de Marine Le Pen por encima del 35% en las intenciones de voto, la hipótesis considerada más probable era que el evento deportivo coincidiese con un traspaso de poderes. O lo que es lo mismo: que, en la ceremonia de apertura a orillas del Sena, a Macron no le acompañase Gabriel Attal como primer ministro, sino Jordan Bardella al frente del primer Ejecutivo de extrema derecha bajo el actual sistema político francés.

Al final, el impulso del partido liderado por Le Pen y Bardella fue detenido por el frente republicano. Pero la situación política mantiene un alto nivel de incertidumbre, con una ausencia de mayorías claras en la cámara y un bloqueo en la formación de un nuevo gobierno, mientras el actual sigue en funciones por un periodo indeterminado y el Frente Popular acordaba este martes su candidata para un gobierno de izquierdas, Lucie Castets. Y todo ello en el momento en el que París se prepara para recibir 11,3 millones de visitantes a lo largo de las próximas semanas, incluyendo 1,5 millones de turistas extranjeros.

En su momento, la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, calificó de “extremadamente inquietante” la decisión de Macron de convocar elecciones tan cerca de los Juegos. Y, a contracorriente del resto de su partido, en los días posteriores a la segunda vuelta, fue una de las primeras en defender la necesidad de que el actual Gobierno se mantuviese en su puesto durante el verano.

“Lo importante durante los Juegos es que el ministro del Interior, que ha hecho un gran trabajo en la preparación, y el prefecto de Policía [encargado de la coordinación de la seguridad] tengan los menores cambios posibles”, afirmó Hidalgo en una entrevista en France Inter. La seguridad es una de las grandes preocupaciones de los organizadores, con decenas de miles de policías, gendarmes, militares y personal de seguridad movilizados cada día en la capital.

“Tregua olímpica”

De manera poco habitual, la presidenta conservadora de la región Isla de Francia, Valérie Pécresse, estuvo de acuerdo con la alcaldesa de París. Pécresse fue además una de las primeras en hablar de “tregua olímpica” durante los Juegos. “Un gobierno de transición puede gestionar perfectamente el país hasta septiembre”, explicó Pécresse, que espera que el statu quo se mantenga hasta el 8 de septiembre, fecha de la clausura de los Juegos Paralímpicos.

Aunque la expresión “tregua olímpica” tiene su origen en la Grecia clásica y se refiere más bien a una pausa en los conflictos armados, la expresión aplicada a la política de Pécresse ha encontrado eco en el presidente Emmanuel Macron, que utilizó por primera vez este lunes, durante una visita a las instalaciones de la villa olímpica, que ya acoge a más de 4.500 atletas. El presidente francés afirmó que los Juegos Olímpicos serán un momento de “tregua política”, que dé tiempo a que las negociaciones entre partidos puedan seguir desarrollándose.

No obstante, Macron evitó precisar si eso significaba que no nombraría a un primer ministro antes del final de los Juegos Paralímpicos, el 8 de septiembre. Interrogado a este respecto por los periodistas, al margen de una visita a las instalaciones de Saint-Denis, al norte de la capital, el presidente afirmó que en las próximas semanas “son los Juegos lo que va a estar en el centro de la vida del país, y que todo el mundo estará en Francia gracias a ellos”.

Diferentes medios franceses citan estos días fuentes del entorno de Macron afirmando que el nombramiento de un primer ministro para sustituir a Attal, actualmente en funciones, “es poco probable” antes de que acaben las Olimpiadas, “salvo que se produzca una tremenda aceleración” en las negociaciones. Las mismas fuentes han evitado mencionar específicamente a la alianza de izquierdas del Nuevo Frente Popular, que el martes anunció el acuerdo sobre una candidatura común al puesto de primer ministro, ni a los acercamientos entre la coalición presidencial y los conservadores de La Derecha Republicana.

Entre tanto, el presidente ha concedido este martes su primera entrevista en televisión desde que se conocieran los resultados de las pasadas elecciones, a solo tres días de la ceremonia de apertura. Emmanuel Macron ha explicado que “la lección” de las elecciones legislativas “es que nadie puede aplicar su programa, sea común o no”. Por eso, pidió a los diferentes partidos que “estén a la altura del momento y de las responsabilidades que el pueblo francés les ha dado”, lo que, según él, significa dialogar y “saber comprometerse”.

El Comité organizador, al margen

En este contexto político incierto, el Comité Organizador de los Juegos (Cojop) y la empresa encargada de las infraestructuras (Solideo) tratan de aislarse y sus responsables han adoptado un discurso oficial de neutralidad desde que comenzaron las turbulencias políticas hace un mes. “Por supuesto que voy a votar, y que tengo una opinión”, explicaba Tony Estanguet, presidente del Cojop en una entrevista a L´Equipe unos días antes del voto decisivo del 7 de julio. “Pero creo que hoy, como presidente que soy de París 2024, mi voto no solo me compromete a mí. Representa a París 2024 y este proyecto no me pertenece”.

Desde entonces, el bloqueo político parece ofrecer una forma de continuidad a los organizadores de París 2024. “Nuestros interlocutores no han cambiado y nos han asegurado que no van a cambiar”, explicaba Estanguet unos días después, en otra de las visitas a las instalaciones de la Villa Olímpica. “Los Juegos son el símbolo por excelencia de la universalidad y de la apertura. Nosotros lo que queremos es que los franceses los disfruten”.

La candidatura de los Juegos de Invierno, en peligro

La situación es diferente para otra gran cita deportiva que Francia aspira a organizar. En los próximos días, el Comité Olímpico Internacional (COI) debe pronunciarse sobre la adjudicación a Francia de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. La candidatura de los Alpes franceses ha sido la única seleccionada por el COI, lo que en principio debía hacer que la reunión de esta semana fuese un mero trámite para certificar la elección.

Sin embargo, el organismo espera, antes de formalizar la decisión, una carta de garantía financiera por parte del Gobierno francés. Y en la situación actual, el primer ministro en funciones no tiene la capacidad de comprometer al Estado en un esfuerzo económico que se estima en, al menos, 450 millones de euros.

Aunque la decisión del COI se esperaba para el miércoles 24, ahora se especula que puede aplazarse hasta una sesión posterior. A la espera de que en Francia se pueda formar un gobierno estable y que el país recupere la normalidad política.