“Condenádme, no importa, la historia me absolverá” - Julio de 1953, cuando le juzgaban por el asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba.
“No he sido nunca ni soy comunista, si lo fuese tendría valor suficiente para proclamarlo”. Mayo de 1958.
“Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos (EEUU). Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero”. Junio de 1958.
“Empecé la revolución con 82 hombres. Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo hago con 10 o 15 y la fe absoluta. No importa lo pequeños que son, si usted tiene fe y plan de acción”. 1959.
“Una revolución no es un lecho de rosas. Una revolución es una lucha a muerte entre el futuro y el pasado”. 1959.
“Mi barba significa muchas cosas para mi país. Cuando hayamos cumplido nuestra promesa de un buen gobierno, me afeitaré la barba”. Tras triunfar la Revolución Cubana, en 1959.
“La fuerza del pueblo está en su unión; la fuerza del pueblo está en su mayoría”. 1960.
“Nunca vi una contradicción entre las ideas que me sostienen y las ideas de ese símbolo, de esa extraordinaria figura, Jesucristo”. 1985.
“Hace ya unos cuantos meses que no prendo un tabaco. Saqué la conclusión hace rato de que el último sacrificio que tengo que hacer para la salud pública es dejar de fumar. No lo echo de menos, realmente”. Diciembre de 1985.
“Ahora tenemos que atenernos a los hechos y, sencillamente, el campo socialista se derrumbó” . 1991.
“Jamás me jubilaré de la política, de la revolución o de las ideas que tengo. El poder es una esclavitud y soy su esclavo”. Septiembre de 1991.
“Me di cuenta de que mi verdadero destino va a ser la guerra que voy a tener con Estados Unidos”. 2004, en un documental de Oliver Stone.
“No aspiraré ni aceptaré - repito - no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe (...) Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo”. Febrero de 2008.
“No somos un país capitalista desarrollado en crisis, cuyos líderes enloquecen hoy buscando soluciones entre la depresión, la inflación, la falta de mercados y el desempleo; somos y debemos ser socialistas”. 2008.