Las primeras investigaciones en torno al accidente del Airbus A320 que hacía la ruta entre Barcelona y Düsseldorf apuntan a un acto deliberado del copiloto, que estrelló el avión contra los Alpes cuando estaba solo en la cabina.
La historia aeronáutica reciente deja al menos otros catorce sucesos en los que, como en el caso del Airbus de Germanwings, el choque ha sido premeditado o deliberado; la mayoría de las veces, por uno de los pilotos.
El último ocurrió hace apenas año y medio, en noviembre de 2013 en Namibia. Dejó 33 fallecidos y sucedió de forma similar al del Airbus accidentado en los Alpes franceses. El piloto de un vuelo de las Líneas Aéreas de Mozambique se encerró en la cabina y no permitió que el copiloto entrara en ella, según la investigación oficial. Luego redujo manualmente la altura del avión desde los 11.500 metros a 180, justo antes del siniestro.
“Durante estas operaciones se pueden escuchar [en las grabaciones de audio] señales de alarma de alta y baja intensidad y golpes constantes en la puerta, además de voces”, dijo el responsable de Aviación Civil de Mozambique.
En 1999, un avión de Egyptair se precipitó sobre el océano Atlántico, cerca de la costa de Massachusetts, dejando 217 fallecidos. La investigación del accidente, al producirse en aguas internacionales, recaía sobre las autoridades egipcias, que cedieron la responsabilidad a la agencia norteamericana de seguridad en el transporte aéreo.
Cuando la agencia llegó a la conclusión de que la catástrofe se había producido por el acto intencionado de uno de los pilotos y pasó la investigación al FBI, el Gobierno egipcio se negó a aceptar esa interpretación y realizó sus propias pesquisas; según estas investigaciones, todo se debió a un fallo mecánico. La agencia norteamericana afirmó que ningún fallo de ese tipo podía justificar los movimientos del avión antes de caer al mar.
Hay otros casos con matices diferentes y que involucran a miembros del pasaje. En 2002, un viajero prendió fuego con gasolina la zona del pasaje de un avión de una compañía china en un vuelo que partió de Pekín con destino a una ciudad costera. El aparato terminó estrellándose en el mar. Unos días antes, el autor del incendio se había hecho varias pólizas de seguros. Murieron 112 personas.
A este tipo de casos hay que sumar los atentados suicidas, con connotaciones que por ahora la Fiscalía descarta para el accidente de Germanwings. Los sucesos más trágicos acontecieron el 11 de septiembre en los atentados realizados por Al Qaeda. En los cuatro aviones impactados en los Estados Unidos –dos en Nueva York, en Virginia y en Pennsylvania– fallecieron 265 personas entre viajeros y tripulantes. A esta cifra hay que sumar las más de 2.600 personas que se encontraban en el World Trade Center y en el Pentágono.
En 1999, los datos hablan de un solo muerto en un accidente de avión en Botsuana. Era el piloto, que en ese momento iba solo en una avioneta y comenzó a tripularla sin permiso durante dos horas. Los oficiales encargados de la investigación revelaron después que envió un mensaje: “Voy a intentar matarme”, seguido de una conversación desesperada entre el piloto y los oficiales en la torre.
En el siniestro ocurrido en 1997 en Indonesia fallecieron 104 personas después de que el piloto estrellara el avión en el río Musi que cubría el recorrido Yakarta-Singapur. Tras la investigación en torno al suceso, se descubrió el pasado del piloto, que había experimentado procesos traumáticos cuando formó parte de las Fuerzas Aéreas de Singapur y perdió a varios compañeros en un vuelo.