El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, ha anunciado este miércoles que su país aplicará una nueva ronda de sanciones económicas contra el régimen norcoreano. Una sanciones, “las más duras y agresivas hasta la fecha”, destinadas a poner fin a los programas armamentísticos de Corea del Norte.
Estas nuevas medidas punitivas, que “serán desveladas próximamente”, irán dirigidas “a continuar aislando a Corea del Norte hasta que abandone de una vez por todas sus programas nuclear y de misiles”, ha asegurado Pence en Tokio tras reunirse con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
En Tokio, Pence se ha referido también a la partición de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de PyeongChang (Corea del Sur) y ha asegurado que EEUU “no permitirá que la propaganda norcoreana secuestre la imagen y el mensaje de los Juegos Olímpicos”.
“No permitiremos que (Corea del Norte) esconda tras la bandera olímpica la realidad de que esclavizan a su población y amenazan a otros países”, ha afirmado el número dos de Donald Trump ante el presidente Abe.
Para “vigilar” al régimen norcoreano en los Juegos Olímpicos, el vicepresidente ha asegurado que estará allí y que permanecerá junto a los aliados de EEUU “y para recordar al mundo que el régimen norcoreano es el más tiránico y opresivo del planeta”.
En la misma línea se pronunció el presidente estadounidense, Donald Trump, en su discurso sobre el Estado de la Unión. Un discurso en el que aseguró que se había acabado la “complacencia” con el régimen de Kim Jong-un. “Las experiencias pasadas demuestran que la complacencia y las concesiones solo incitan a la agresión y la provocación”, señaló Trump.