El primer ministro francés, Edouard Philippe, ha anunciado este lunes la prohibición de manifestación en los “barrios que más han sufrido” los efectos de las manifestaciones de los chalecos amarillos. Philippe ha asegurado en Twitter que el Ejecutivo ha tomado esta decisión para seguir “protegiendo el derecho de manifestación”.
La prohibición entrará en vigor el próximo sábado y afectará a todas aquellas manifestaciones en las que el Gobierno sepa que estén participando “elementos ultras”. Philippe ha citado tres barrios de Francia en los que se han producido ya graves disturbios entre los chalecos amarillos y la policía francesa: los Campos Elíseos de París, la plaza Pey-Berland de Burdeos y la plaza del Capitolio en Toulouse. Si se producen manifestaciones en estos barrios, el Gobierno procederá “a la disolución inmediata de toda multitud”.
“Cada vez que haga falta, prohibiremos las manifestaciones de los chalecos amarillos en los barrios que han sufrido más, en cuanto tengamos conocimiento de la presencia de elementos ultras y de su voluntad de romper [el orden]”, ha asegurado el primer ministro en un hilo de Twitter.
Para mantener ese orden, que el Gobierno francés seguirá “protegiendo” en las manifestaciones que se convoquen “de forma regular y pacífica”, Philippe ha anunciado que los agentes podrán actuar con “mayor autonomía”, podrán “recurrir a drones” y habrá “más oficiales de la policía judicial”. Además, las unidades de intervención podrán “actuar desde los primeros disturbios”.
Philippe ha reconocido que la estrategia para mantener el orden que llevaba utilizando el Ejecutivo desde el pasado diciembre “no se aplicó correctamente” en los disturbios del sábado en París y que “la movilidad y la capacidad de reacción de las fuerzas del orden (...) fallaron en el desarrollo de las operaciones”.
Una de las decisiones del primer ministro en su nueva estrategia contra las protestas de los chalecos amarillos, además de la prohibición y de la intervención para disolverlas en los barrios “más sensibles” de Francia, ha sido la destitución del responsable de la Prefectura de Policía de París, Michel Delpuech. El prefecto será sustituido por Didier Lallement, que ejercía esas mismas responsabilidades en Burdeos.
Altercados y saqueos en las últimas manifestaciones
Esta nueva prohibición llega después de los altercados en las protestas del pasado sábado en el centro París, en las que se detuvieron a 237 personas, según informó Le Monde. Los chalecos amarillos habían lanzado ese sábado un ultimátum al presidente de Francia, Emmanuel Macron, con una nueva manifestación que desde primera hora de la mañana registró incidentes y estaba destinada a mostrar que el movimiento mantiene su fuerza a pesar de las promesas gubernamentales.
El Arco del Triunfo fue el epicentro de los altercados en la capital, que las fuerzas del orden intentaban contener con cañones de agua y gases lacrimógenos, según informó la prensa francesa. Los manifestantes tenían como objetivo acercarse al Elíseo, pero los accesos al Palacio presidencial, igual que a otros puntos considerados “sensibles”, fueron bloqueados.
Entre los incidentes, hubo destrozos de tiendas y restaurantes de lujo de la zona, así como el ataque a un camión de la Gendarmería. También se levantaron varias barricadas en las inmediaciones.
“No hay duda: instan a la violencia y están ahí para sembrar el caos en París. Profesionales del desorden equipados y con máscaras han infiltrado los cortejos. Mi consigna a la Prefectura de Policía: responder con la mayor firmeza a esos ataques inadmisibles”, declaró en Twitter el ministro del Interior, Christophe Castaner.