El Gobierno de Alemania, liderado por Angela Merkel, impulsará restricciones al uso del burka en el espacio público, así como un paquete de medidas para reforzar la seguridad en el país, como respuesta la creciente alarma generada por el radicalismo islámico.
“El burka es un obstáculo para la integración en Alemania y su uso no es aceptable en ciertos espacios públicos”, según la declaración consensuada este viernes entre el ministro de Interior, Thomas de Maizière, y sus colegas de los “Länder” de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).
El propósito de De Maizière es proscribir su uso de lugares como manifestaciones, escuelas, guarderías, oficinas públicas tales como registro civil u otras autoridades, ante controles de tráfico u otras situaciones en que se requiera identificar a una persona, según establece la llamada “Declaración de Berlín”.
La propuesta del ministro es una solución de compromiso entre los partidarios de la prohibición total del burka (así como otros velos integrales) y la posición del Gobierno federal, que considera inviable un veto total y a escala nacional.
Tanto la propia Merkel como De Maizière han expresado reiteradamente sus recelos al uso en Alemania de todo tipo de velo integral, aunque no se han pronunciado a favor de su prohibición.
“Una mujer con velo integral tiene pocas posibilidades de integrarse en la sociedad alemana”, avanzó ayer la canciller, en medio de las presiones de sus propias filas -y especialmente de la CSU bávara- a proscribirlo de las calles alemanas.
De Maizière advirtió, asimismo, de que una iniciativa a favor de su prohibición total sería con toda probabilidad derogada por el Tribunal Constitucional.
La opinión de la CSU respecto al velo integral es compartida por el ala más conservadora de la CDU, mientras que su socio en la gran coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), la rechaza de pleno.
De Maizière y sus colegas de los “Länder” incidieron asimismo en la necesidad de reforzar la seguridad y aumentar la presencia policial, así como la vigilancia por vídeo en espacios públicos como respuesta a la amenaza yihadista.
El ministro federal había presentado la semana pasada una serie de propuestas, ante la alarma generada en el país por los dos recientes atentados yihadistas cometidos en Baviera, en ambos casos por refugiados que se declararon seguidores de ISIS.
De Maizière ha insistido en la necesidad de agilizar la expulsión de los extranjeros que delincan o sean una amenaza, así como de levantar el estricto secreto médico para detectar tendencias suicidas entre los refugiados.