El Gobierno peruano ha tomado este miércoles la decisión de declarar el estado de emergencia en todo el país por 30 días, lo que implica la suspensión de los derechos de reunión, inviolabilidad del domicilio y libertad de tránsito, entre otros, mientras evalúa la posibilidad de declarar un toque de queda. De esta manera, la Policía estará al frente del operativo de orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
“Se ha acordado el estado de emergencia en todo el país debido a los hechos vandálicos y violentos, toma de carreteras y caminos que ya son actos que se están estabilizando (...) y requieren de una respuesta contundente y de autoridad”, ha dicho el ministro de Defensa, Alberto Otárola, en respuesta a las protestas antigubernamentales por la destitución del expresidente Pedro Castillo, en las que han muerto al menos ocho personas.
El Gobierno ha decretado esta medida tras las manifestaciones y disturbios en los últimos días en diversos puntos del país en los que, por ahora, se han confirmado ocho víctimas entre los manifestantes y más de un centenar de policías heridos. “Se requiere una respuesta contundente y la autoridad de parte del Gobierno”, dijo el ministro.
El gobierno ya había decretado este lunes el estado de emergencia por 60 días en siete provincias del departamento de Apurímac, centro de las protestas, donde piden la destitución de la presidenta. Las regiones del sur son aquellas donde el expresidente Castillo tiene más apoyo, en especial en los departamentos de Arequipa, donde queda ubicado el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón, que terminó siendo tomado por los manifestantes.
Las protestas registradas en los últimos días, sobre todo en el sur del país donde Castillo recibe mayor apoyo, piden la convocatoria de una asamblea constituyente, el adelanto de elecciones, el cierre del Congreso, la dimisión de Dina Boluarte y la liberación del exmandatario Pedro Castillo, detenido desde hace siete días tras un intento de disolución del Congreso.
Ocho víctimas mortales
Este miércoles el número de fallecidos en las manifestaciones en Perú se ha elevado a ocho. El general de la Policía Nacional, Augusto Javier Ríos, señaló al diario La República que la última víctima murió por un golpe con un objeto contundente.
“Hay una persona que ha resultado muerta, pero no es por acción de la Policía, ni por arma de fuego. Ya se ha internado en la morgue, se ha hecho la necropsia de ley, la muerte habría sido por golpe con un objeto contundente, le ha caído una piedra”, sostuvo.
El general ha asegurado que se harán los trámites de ley para la investigación del fallecimiento registrado en el departamento de La Libertad, al norte del país.