El Gobierno polaco acusa a la UE de ponerle “una pistola en la sien”
“Una pistola en la sien” y “la tercera guerra mundial”. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, no ha escatimado epítetos en una conversación con Financial Times después del Consejo Europeo de la semana pasada, en el que los líderes de la UE optaron por enfriar el órdago de Polonia, cuyos poderes ejecutivo y judicial niegan la primacía del Derecho europeo y el TJUE sobre el nacional, lo que impugna el funcionamiento de la Unión Europea.
Así, mientras los jefes de Estado y de Gobierno ponían el freno a la Comisión Europea, cuya presidenta, Ursula von der Leyen, daba como inminente la activación de la condicionalidad de los fondos europeos y el respeto al Estado de Derecho, algo que está reclamando el Parlamento Europeo hasta el punto de preparar una demanda ante la Justicia europea contra el Ejecutivo comunitario si Von der Leyen no lo hace. Y ya Von der Leyen el viernes dijo que quizá les interesaba esperar a que la Justicia europea resolviera los recursos de Polonia y Hungría sobre el mecanismo de la condicionalidad para tener más seguridad jurídica al aplicarlo.
Pero no parece que esté surtiendo efecto el freno ejercido por países como Alemania y Francia ante el desafío polaco. El primer ministro polaco ha acusado a la UE en Financial Times de hacer exigencias a Varsovia con una “pistola en la sien”, y a retirar las amenazas de sanciones legales y financieras si quería resolver la crisis del Estado de Derecho en el país.
Eso sí, Morawiecki prometió desmantelar la sala disciplinaria de jueces que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea consideró ilegal para el final de la año: “Ahora estamos en el proceso de ultimar los detalles de esta legislación y reunir una mayoría para esto. La legislación se está cocinando, y durante las próximas semanas presentaremos esta legislación y seguiremos adelante con el procedimiento”.
Pero advirtió de que si la Comisión Europea “inicia la tercera guerra mundial” reteniendo el dinero prometido a Varsovia, defenderá sus “derechos con cualquier arma a disposición”. Es decir, el bloqueo de dosieres en Bruselas –como por ejemplo el pacto verde europeo–, gracias a la capacidad de veto que conserva mientras no se active el Artículo 7 contra Polonia, cosa que no pasará por el apoyo que tiene de Hungría, sobre todo, pero también Eslovenia.
La Comisión Europea ha amenazado a Polonia con sanciones después de que el Tribunal Constitucional dictaminara hace tres semanas que elementos clave de la legislación de la UE eran incompatibles con su Constitución.
La Comisión Europea tiene los fondos de recuperación polacos en la nevera. Al igual que los húngaros. Pero ese dinero es sólo una parte de lo que le corresponde a Polonia, un país que se está situando fuera del ordenamiento jurídico de la UE por su negativa a reconocer la primacía del derecho europeo sobre el nacional. Polonia tiene asignados 106.000 millones de euros del presupuesto de la Unión Europea hasta 2027, entre fondos de cohesión, política agraria común y los del fondo de recuperación. Es decir: 36.000 millones del fondo de recuperación (23.900 en transferencias y 12.100 en créditos); 75.000 millones en fondos de cohesión (en 7 años) y 31.200 millones de la política agraria común (en 7 años), como explica Europa Press.
“Tendremos este dinero tarde o temprano”, dijo el primer ministro polaco: “Cuanto más tarde lo obtengamos, más sólida será la prueba de que existe esta discriminación dictada por parte de la Comisión Europea”. Morawiecki emplea la palabra diktat, la misma que empleó Alemania ante las penalizaciones impuestas por los vencedores de la Primera Guerra Mundial en el Pacto de Versalles, para luego seguir con símiles bélicos.
“¿Qué va a pasar si la Comisión Europea inicia la tercera guerra mundial?”, se preguntaba el primer ministro polaco en Financial Times: “Si comienzan la Tercera Guerra Mundial, vamos a defender nuestros derechos con cualquier arma que esté a nuestra disposición. ”[Pero] si alguien nos ataca de una manera completamente injusta, nos defenderemos de cualquier manera posible. Creemos que este ya es un enfoque discriminatorio y del tipo dictado [desde Bruselas]. Pero si esto va a ser aún peor, tendremos que pensar en nuestra estrategia“.
“Afortunadamente este es un proceso político. Y los políticos pueden detener los procesos políticos”, dijo Morawiecki: “Esto sería lo más inteligente que pueden hacer. Porque no se puede hablar con una pistola en la sien. El dinero ya debería haberse pagado. Es una violación del procedimiento por parte de la Comisión. Están violando el estado de derecho. No vamos a rendirnos, no vamos a renunciar a nuestra soberanía por esta presión. El 88% de los polacos quiere permanecer en la UE, la mitad de ellos son votantes de nuestro [partido]. Estamos convencidos de que Polonia tiene que quedarse, por lo que no hay riesgo de Polexit. Defenderemos enérgicamente a Polonia como parte de la Unión Europea”.
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