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El Gobierno ruso prohíbe el estreno de la película satírica 'La muerte de Stalin'

El Ministerio de Cultura ha prohibido la distribución en Rusia de la película satírica La muerte de Stalin, del director escocés Armando Iannucci, el creador de las series The Thick of It y Veep. En esas series, Iannucci se burla del sistema político británico y norteamericano. No ha tenido tan suerte en Rusia con esta sátira sobre lo que ocurrió en la URSS tras la muerte de Stalin, cuyo estreno estaba previsto para el jueves.

La película, con Steve Buscemi, Michael Palin y Jason Isaacs en el reparto, cuenta en clave de humor negro las intrigas protagonizadas por Kruschev, Beria, Molotov y otros dirigentes soviéticos después de la repentina muerte de Stalin.

Según la agencia Tass, el Ministerio afirma que un visionado de la película “revela que contiene información cuya distribución está prohibida por las leyes rusas”.

La muerte de Stalin había obtenido una licencia preliminar para su distribución. El lunes por la noche, se proyectó para una audiencia compuesta por el ministro de Cultura, varios diputados y personalidades del mundo cultural ruso. Todos se mostraron en contra de permitir el estreno.

Un consejo asesor del Ministerio dijo que la película “es un ejemplo obvio de guerra ideológica” contra el país. También se quejaba de que contenía escenas de violencia excesiva.

“No he visto nunca nada más horrible. Es un pasquín, una provocación, un intento de convencernos de que nuestro país es horrible, que nuestros líderes son idiotas. Todo está pervertido, desde el himno nacional hasta los personajes”, dijo Yelena Drapeko, vicepresidenta de la Comisión de Cultura del Parlamento.

El Ministerio afirma que se trata de una cancelación del permiso de distribución de la película, que quizá podría estrenarse en verano, es decir, después de que terminen los actos por el 75º aniversario de la batalla de Stalingrado, que concluyen en febrero. Un miembro del consejo asesor de Cultura cree que no debería proyectarse antes de las elecciones presidenciales de marzo en las que previsiblemente saldrá reelegido Vladímir Putin.