Una gran mayoría rechaza la nueva Constitución en Chile y Boric pide un nuevo proceso
Una gran mayoría ha rechazado este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62% de los votos, resultado que mantiene de momento el texto actual, escrito en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia.
“Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara”, ha reconocido en una cadena nacional el presidente chileno, Gabriel Boric. El mandatario, partidario del cambio constitucional, ha anunciado que a partir de este lunes trabajará de la mano “de la sociedad civil y del Congreso” para buscar un “itinerario constituyente” y darle celeridad a un nuevo proceso. Los categóricos resultados, ha añadido, “exigen a nuestras instituciones que trabajemos hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todos, que dé confianza”.
La opción de aprobar el nuevo texto, que declara a Chile un Estado social de derecho y ha sido definida como la más feminista y una de las más vanguardistas del mundo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza, ha cosechado solo el 38% de los apoyos.
Triunfo en las 16 regiones
La opción de rechazar el nuevo texto se ha impuesto en las 16 regiones del país, incluidas la Metropolitana -que alberga la capital- y la costera Valparaíso, donde ha ganado contra todo pronóstico con el 55,26% y el 57,61%, respectivamente. En regiones del centro sur como Ñuble, Araucanía o Maule, el “Rechazo” se ha impuesto por más del 70%, sacándole hasta 30 puntos al 'Apruebo'. “Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar”, ha dicho el líder de la campaña del rechazo, Claudio Salinas.
“Queremos hacer un llamado a la calma, a estar orgullosos del trabajo realizado (...) La Constitución del 80 no nos une ni nos representa”, ha indicado por su parte la diputada comunista Karol Cariola, vocera de la campaña por la aprobación.
La contundencia de los resultados recuerda al plebiscito de octubre de 2020, convocado para encauzar la ola de protestas de 2019 y donde el 78,2% de los chilenos decidió iniciar un proceso constituyente y redactar una nueva Constitución. Dos años después, los chilenos no están conformes con el texto que fue redactado durante un año por una convención de ciudadanos elegidos democráticamente solo para ese fin, con paridad de género y escaños reservados para indígenas.
“No une al país”
El carácter plurinacional del Estado, el derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el nuevo texto que han generado más controversia entre la ciudadanía.
Las dos coaliciones oficialistas Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático se habían comprometido a reformar el texto y moderar los aspectos más controvertidos en caso de aprobarse, pero no ha sido suficiente para convencer a los electores.
Cientos de personas han salido a las calles en los barrios más acomodados de la capital a celebrar el resultado, con banderas chilenas y entonando el himno nacional. “Es un texto que no une al país, que nos enfrenta, parece más bien un programa de Gobierno”, ha indicado la senadora democristiana Ximena Rincón, uno de los rostros del centro que se desmarcó de su partido e hizo campaña contra la propuesta constitucional.
Para Robert Funk, de la Universidad de Chile, “ni el proceso ni el texto fueron suficientes, en momentos de inseguridad económica, inflación y desempleo”.
“Revivió Pinochet”
Uno de los primeros en reaccionar al resultado de la votación en Chile ha sido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que esta noche ha publicado un tuit en el que cita la noticia del resultado chileno acompañado de dos palabras: “Revivió Pinochet”. “Solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”, ha expresado posteriormente.
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