Greta Thunberg pide que los países ricos compartan sus vacunas
La activista ecologista Greta Thunberg ha pedido este lunes solidaridad internacional para que los países que ya han vacunado contra la COVID-19 a sus grupos de riesgo compartan las vacunas con aquellos que no tienen acceso a ellas.
“Es lo más razonable que se puede hacer. Hay que proteger, dar prioridad a los más vulnerables y a quienes trabajan en la primera línea, no importa el país en el que estén”, dijo la activista sueca en una rueda de prensa organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la que fue invitada.
En este evento, la OMS anunció que Thunberg ha donado, a través de su fundación, 100.000 euros a su programa COVAX, que tiene por objetivo financiar la compra de vacunas y su distribución entre los países de ingresos medios y bajos, los cuales no tienen capacidad económica para competir con los países ricos a la hora de negociar con las farmacéuticas en el mercado internacional.
La joven señaló que, aunque el rápido desarrollo de las vacunas ha demostrado lo que los países pueden lograr cuando invierten en ciencia, la mayoría de las dosis han ido a parar a las naciones de mayores ingresos. “Y la comunidad internacional, los gobiernos y los desarrolladores de vacunas deben intensificar su juego y abordar la tragedia que supone la desigualdad en las vacunas. Tenemos las herramientas necesarias para corregir este gran desequilibrio que existe hoy en día en todo el mundo en la lucha contra la COVID-19”.
La activista consideró “completamente inmoral” que las naciones más ricas estén vacunando ahora a los ciudadanos más jóvenes y sanos “si eso ocurre a expensas de las personas en grupos de riesgo y en primera línea en los países de ingresos bajos y medios”. La equidad en las vacunas, dijo, es “una prueba moral”. “Hoy hablamos de ser solidarios y, sin embargo, el nacionalismo de vacunas es el que impulsa la distribución de las vacunas”.
Thunberg dijo que puede haber gente que se sienta frustrada si sus gobiernos comparten sus vacunas. “Claro que quiero volver a tener una vida normal y toda la gente que conozco quiere lo mismo, pero necesitamos actuar con solidaridad y utilizando el sentido común. La única decisión moral y correcta que se puede tomar es dar prioridad a los más vulnerables, sin importar donde viven”, dijo Thunberg.
A una pregunta sobre si apoyaría una huelga de jóvenes negándose a vacunarse para que así, estas dosis, pudiesen ser enviadas a los países pobres, Thunberg sostuvo que la injusta distribución de las vacunas “no es una cuestión de individuos, sino un problema que debe ser resuelto por los gobiernos y las farmacéuticas. Los problemas globales requieren soluciones globales”.
“Si empezamos a pedir a los jóvenes que no se vacunen, se estaría transmitiendo un mensaje equivocado. Por supuesto, todos a los que se les ofrezca la vacuna deberían recibirla”, agregó.
Cuando se le cuestionó sobre la responsabilidad que recae en el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en su posición negacionista tanto del cambio climático como de la gravedad de la pandemia, la líder climática opinó que “ha fracasado a la hora de asumir la responsabilidad de proteger condiciones de vida presentes y futuras para la humanidad”. Brasil ha sido a lo largo de más de un año de pandemia uno de los países más afectados del mundo. Las muertes a causa de la COVID-19 son más numerosas últimamente.
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