“Vais a ver lo que pasa esta noche. Ahora todo el mundo está dormido, pro ya veréis cómo se despierta Nanterre”, grita un conductor de ambulancia a un grupo de agentes de la misma unidad que el policía que disparó contra un menor de 17 años en un control de tráfico provocándole la muerte. El choque se produce el martes a las puertas de un hospital tras la muerte de Nahel a causa de una bala que le atravesó el tórax.
“¡Tiene 17 años, se ve que parece un crío! ¡Por no tener carnet de conducir! ¡Por no tener carnet de conducir, hermano! ¡Conozco al chico, lo he visto crecer! Su madre lo crio sola, su padre la abandonó y va a enterrar a su hijo. Por no tener carné de conducir”, increpa el conductor, Marouane, a los agentes.
Las autoridades detuvieron a Marouane por “desacato” y “amenazas” tras su enfado y este jueves, tras pasar 48 horas en prisión preventiva, fue declarado culpable, aunque exento de pena, según ha informado Franceinfo. “Es como si me hubieran quitado a alguien de mi familia, como un hermano pequeño”, declaró en el tribunal.
“Tras ver el vídeo [de la muerte de Nahel] vi a la brigada motociclista que disparó y mis emociones explotaron. No me contuve y no me controlé. Puede que el policía no tuviera nada que ver, pero formaba parte de la misma división. No lleva marcado si es el que disparó o no, así que lo primero que me salió cuando le vi fue expresar mi descontento”, declaró posteriormente a los medios.
Días después del incidente, Marouane pide calma en las calles: “Perderemos todos”. “Está bien expresar nuestro enfado, pero no de esta manera. Si el fuego continúa, será la gente la que salga perdiendo”, ha señalado. “Dirán, miren a la gente de los barrios, no saben calmarse y lo están quemando todo. Al final todos nos veremos en problemas con la justicia, prisión, mientras la policía se va a casa. Dejemos que se haga justicia, aunque a veces lleve tiempo”.