Grupos rebeldes sirios apoyados por Turquía lanzan una gran ofensiva cerca de Alepo

Grupos rebeldes sirios, liderados por el Organismo de Liberación del Levante y respaldados por Turquía, han lanzado su primera gran ofensiva en casi cinco años, tomando alrededor de 50 localidades en tres días en el norte de Siria, según ha informado este viernes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los combates se concentran a las puertas de Alepo y en la provincia de Idlib, último bastión opositor en el país.

Desde el inicio de la ofensiva que empezó el miércoles, ya han muerto al menos 255 personas: 144 combatientes rebeldes y 87 soldados del Ejército sirio y sus aliados, además de 26 civiles. Entre las víctimas civiles, 19 murieron en bombardeos de la aviación rusa, seis estudiantes fallecieron por el lanzamiento de cohetes rebeldes contra la ciudad universitaria de Alepo y otro civil murió por disparos de artillería.

La ofensiva tiene lugar en un momento crítico, mientras Turquía busca restablecer relaciones diplomáticas con el régimen de Bashar al Asad, rotas desde el inicio de la guerra civil hace 13 años. Sin embargo, Damasco exige que Ankara que retire sus tropas del norte de Siria y cese su apoyo a grupos opositores como condiciones para avanzar en las negociaciones.

El conflicto ha provocado un desplazamiento masivo en las zonas afectadas. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 14.000 personas, casi la mitad de ellas niños, han huido de sus hogares en los últimos días, mientras 30 organizaciones humanitarias y 24 centros médicos han suspendido sus operaciones debido a los enfrentamientos. En los barrios occidentales de Alepo, los residentes están abandonando sus hogares por temor a la proximidad de los combates, mientras el Ejército sirio envía refuerzos para frenar el avance rebelde.

El Organismo de Liberación del Levante ha declarado que esta campaña es una respuesta a la “intensificación de los ataques aéreos recientes por parte de las fuerzas sirias y rusas contra civiles en Idlib, así como un intento de anticiparse a un posible ataque del Ejército sirio, que ha estado concentrando tropas cerca de las líneas del frente”, informa Reuters.

Aunque en 2020 Turquía y Rusia negociaron un alto el fuego para la región de Idlib, los enfrentamientos esporádicos y los bombardeos nunca cesaron por completo. Este nuevo brote de violencia amenaza con desestabilizar aún más el norte de Siria, una región devastada por más de una década de guerra civil que ha dejado más de medio millón de muertos desde su inicio en 2011, cuando el régimen de Asad reprimió violentamente las protestas prodemocráticas.