El Cairo ha sido este domingo el escenario de conversaciones entre Estados Unidos, Qatar y Egipto, mediadores de Israel y Hamás, en las negociaciones para un alto el fuego inminente en Gaza. Diversos medios habían informado la víspera de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu había aceptado un pacto de seis semanas de duración. Fuentes de Hamás hablaban de un acuerdo posible “en 24 o 48 horas”. Sin embargo, Israel ha retenido a su delegación, ralentizando las negociaciones en el último instante, con el argumento de que la milicia palestina no ha entregado la lista de los rehenes que quedan en sus manos.
La intensificación de las conversaciones para un alto el fuego ha coincidido este fin de semana con la conmoción creada por la muerte de más de 100 palestinos y más de 700 heridos cuando esperaban un reparto de comida. Centenares de ellos, según la ONU, habían recibido impactos de bala aunque Israel alega que fallecieron en una estampida. La masacre ocurrió además el mismo día que se superaron las 30.000 muertes civiles en la Franja por ataques del Ejército israelí, lo que ha servido a la comunidad internacional para denunciar la crisis humanitaria que la invasión ha provocado en Gaza.
Israel ha mantenido los bombardeos sobre Rafah y Jan Yunis, provocando la muerte de al menos 90 gazatíes en las últimas 24 horas por bombardeos del Ejército israelí, que asegura haber atacado “infraestructura y agentes terroristas” en el centro de la Franja de Gaza y en Jan Yunis, bastión de Hamás en el sur del enclave, donde la aviación ha destruido “unos 50 objetivos terroristas en seis minutos”.
Con este escenario de fondo, EEUU había anunciado en la noche del sábado que Israel había aceptado los términos del alto el fuego con Hamás y que el pacto estaba “sobre la mesa”, a la espera de la aprobación de la milicia palestina, informa Associated Press. Sin embargo, conforme han ido pasando las horas este domingo, ha sido el Gobierno de Netanyahu el que ha enfriado las esperanzas de un acuerdo. La tregua tiene el objetivo tanto del alto el fuego y la liberación de los rehenes como aliviar la crisis humanitaria e impedir la ofensiva anunciada por Israel sobre Rafah, donde se refugian más de un millón de palestinos.
Según los medios israelíes, Israel ha detenido a su delegación porque Hamás no ha compartido una lista de los rehenes que siguen vivos ni su estado de salud. Qatar, principal mediador en este conflicto, informó a Israel de que Hamás no había compartido la lista que le exigía desde la semana pasada, informa EFE. Los funcionarios de Hamás, por su parte, sí se han mostrado más optimistas sobre la posibilidad de una tregua, pero piden que aumente la entrada de ayuda humanitaria.
El giro de Israel en las negociaciones choca con el optimismo mostrado por Washington en la jornada anterior y que alimentaba la esperanza de lograr una tregua antes del mes de Ramadán, que comienza el próximo 10 de marzo. En El Cairo, la delegación estadounidense ha reiterado a la agencia Reuters que “el pacto solo iba hacia delante y que había un acuerdo sobre la mesa, un acuerdo sobre el marco de las negociaciones”. Fuentes de la delegación palestina, sin embargo, han reconocido que el compromiso “todavía no está listo” al mismo tiempo que Israel retenía a su equipo.
Netanyahu había declarado el pasado jueves que solo enviaría una delegación si Hamás revelaba el listado de rehenes que siguen con vida desde su secuestro el pasado 7 de octubre, cuando tomaron cautivos a más de 250 personas. Este viernes, la milicia palestina anunció la muerte de siete de los secuestrados en las últimas semanas, pero solo difundió la identidad de tres de ellos. En total, Hamás asegura que han fallecido “por bombardeos israelíes” 70 rehenes e Israel ha confirmado la muerte de una treintena. Se estima que otros 130 rehenes siguen en la Franja de Gaza.
Los familiares de los israelíes secuestrados llevan meses presionando a Netanyahu para que llegue a un acuerdo con Hamás que permita la liberación de sus seres queridos a través de protestas y marchas. Este sábado, más de 15.000 israelíes han llegado, tras cuatro días de marcha, a Jerusalén para protestar cerca de la residencia del primer ministro y exigirle un compromiso con Hamás.
El Gobierno israelí se enfrenta además este fin de semana a la crisis provocada porque la Casa Blanca no ha recurrido a Netanyahu, sino a su número dos, para tratar la crisis, en persona, en Washington. Según declaraciones de un miembro del gobierno israelí a la agencia Associated Press, la invitación a Benny Gantz le ha costado una “reprimenda” del primer ministro israelí, que no había autorizado anteriormente la visita.
Gantz, miembro del gabinete de guerra y rival de Netanyahu, se reunirá este domingo en la capital estadounidense con la vicepresidenta Kamala Harris y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan. “Lo admita Biden o no, EEUU ha enviado un mensaje claro a Netanyahu con la invitación de Gantz: que este es el único adulto al mando en Jerusalén”, asegura un análisis del diario israelí 'Haaretz'. “Ni socio razonable ni un líder con el que comparta su perspectiva ni la persona al mando. La Administración Biden nunca ha visto así al Primer Ministro”.
El Gobierno de EEUU ha confirmado que la reunión tendrá lugar este lunes en la Casa Blanca entre Harris y Gantz con el objetivo de cerrar un acuerdo de alto el fuego e intercambio de rehenes, y que también incluya el compromiso de entrada de ayuda humanitaria a Gaza, según declaraciones de miembros del Ejecutivo a la radio NPR. “La vicepresidenta va a reiterar que deben reducirse las bajas civiles”, según estas fuentes, así como “la importancia de establecer un futuro político esperanzador para el pueblo palestino”.