Entrevista

Hatem Abudayyeh, activista palestino: “No puedes sentirte de EEUU en un país que es cómplice del exilio de tus padres”

La hierba del Union Park en Chicago está vacía y los árboles se mecen con el viento. Es aquí donde Hatem Abudayyeh (Chicago, 1971), portavoz de la Asociación de la Comunidad Palestina Americana (USPCN, por sus siglas en inglés) atiende a elDiario.es un día después de que miles de manifestantes se concentraran en este lugar contra la guerra en Gaza en el día del comienzo de la Convención Demócrata que ha coronado a Kamala Harris como candidata a la Casa Blanca.

“Cuando por la noche llegué a casa me sentí genial. Hubo 20.000 personas en el parque, y eran negros, latinos, asiáticos, nativos americanos y blancos. Gente de religiones diferentes. Y eso es poderoso”, dice el activista, que fue uno de los impulsores de la Coalición de la Marcha a la Convención Demócrata que llevó la guerra de Gaza a las puertas del United Center con el objetivo de presionar a Harris para que ponga fin al envío de armas a Israel. “Sé que no vamos a obtener en cuatro días las demandas que queremos. No vamos a lograr que digan: 'paramos, vamos a obligar a Israel a detener el genocidio'. Pero, aún así, lo que pasó ayer aquí fue impactante, y eso tiene que preocupar a los demócratas”, afirma Abudayyeh.

La marcha propalestina del lunes recogió la herencia de las protestas contra la guerra de Vietnam, que también tuvieron lugar en Chicago durante la Convención Demócrata de 1968. El movimiento contra la guerra en Estados Unidos empezó el 1965 y fueron casi diez años de movilizaciones hasta que en 1973 se retiraron las tropas. Es por ello que Abudayyeh subraya que el siguiente paso debe ser construir “un gran consenso social” contra la guerra de Gaza. El conflicto, que ya ha cumplido diez meses, se ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos.

“Estamos asistiendo al primer genocidio televisado”, afirma Abudayyeh, y eso “ha expuesto a Israel y también a Estados Unidos como su cómplice imperialista”. Para el activista es importante dejar claro que el conflicto que se vive en Palestina también está muy vinculado al colonialismo. En este sentido, cree que –salvando las distancias– la lucha en Estados Unidos está “avanzando hacia el mismo lugar al que llegamos con la lucha contra el apartheid en Sudáfrica”: “Había un consenso internacional en torno al movimiento antiapartheid sudafricano. Y creo que estamos cerca de que la gente empiece a decir que Israel no tiene derecho a existir como un Estado supremacista, blanco, colonialista, racista, de apartheid y sionista”. 

Estamos cerca de que la gente empiece a decir que Israel no tiene derecho a existir como un estado supremacista, blanco, colonialista, racista, de apartheid y sionista

Al hablar sobre el colonialismo de Israel, Abudayyeh lo hace desde la experiencia. Sus padres tuvieron que acabar yéndose de Palestina y se asentaron en Estados Unidos. Como él, muchos de los que había en la manifestación de este lunes eran hijos o nietos de palestinos que tuvieron que dejar sus casas durante la primera Nakba. También estaban presentes las primeras generaciones que llegaron al país.

Chicago es una de las ciudades con más población árabe en los Estados Unidos (unas 100.000 personas según el censo) y tiene una gran comunidad palestina. Muchos de los palestinoestadounidenses que viven aquí aún tienen familia y amigos en Gaza y Cisjordania. “Cada vez que hay nuevas imágenes y ves los bebés asesinados, la sangre y los escombros, es emocional y psicológicamente devastador para la comunidad. Para mí es difícil expresar cómo me siento al respecto… Siento que me he desensibilizado. Ya no pienso en las muertes de la misma manera. Creo que me pasa porque no puedo permitirme quedar devastado, porque, si eso pasa, tengo que estar listo al día siguiente: organizar una protesta o una rueda de prensa”. Abudayyeh explica que desde que estalló el conflicto en octubre, cientos de personas se concentran en la ciudad para protestar contra la matanza en la Franja de Gaza cada fin de semana. 

El activismo es algo natural para Abudayyeh: su padre fue cofundador del Centro Comunitario Árabe en los años 70 y su madre fue presidenta de la división de Chicago de la Unión de Asociaciones de Mujeres Palestinas. “Aprendí mucho de mis padres y sus amigos, sobre mi propia comunidad y nuestra causa como palestinos. Ellos eran nacionalistas árabes y venían de una perspectiva izquierdista. Me enseñaron que debíamos apoyar otros movimientos de liberación muy similar al nuestro, como el movimiento de liberación negro o el movimiento de liberación chicano”.

“Caza de brujas”

La primera manifestación en la que participó Abudayyeh fue en los 90, contra la guerra de Irak. A partir de ahí fue implicándose más en el tejido asociativo y activista, convirtiéndose en 2002 en director ejecutivo de la Red de Acción Árabe Americana, cargo que ocupa todavía hoy. Dedicar toda su vida al activismo y convertirse en una figura notable también ha hecho que Abudayyeh haya tenido problemas. “Después del 11 de septiembre y con el clima que se creó contra los árabes, el FBI me acusó de terrorismo e hizo una redada en mi casa por participar en la organización de una manifestación propalestina contra la Convención Republicana que se celebró en Minnesota en 2008. Yo y 23 personas fuimos citadas a declarar. Nos negamos a testificar. Nunca arrestaron a nadie. Nunca acusaron a nadie. Fue una caza de brujas”. 

Abudayyeh cuenta cómo el FBI abrió la investigación porque infiltró a uno de sus agentes en las organizaciones propalestinas de Minnesota. “Y ese agente proporcionó la información –que en su mayoría era falsa–, que después usaron para investigarnos”. Aunque eso no le sorprendió. “La represión contra la comunidad palestina en Estados Unidos ha sido constante durante décadas”. Y los palestinos no son los únicos, destaca: “En los años 50, 60 y 70, desde el principio, el Movimiento de Liberación Negra y el Movimiento de Derechos civiles fueron atacados por el Estado. El FBI gastó millones y millones de dólares tratando de destruir estas organizaciones negras, los Panteras Negras y el Comité Coordinador Estudiantil No Violento”.

Precisamente, el movimiento de los Panteras Negras tuvo una fuerte presencia en Chicago durante los años 60, y uno de sus líderes, Fred Hampton, fue asesinado el 1969 por el FBI y la policía local mientras dormía. “Claramente, no vienen a por nosotros de la misma manera. Pero esta represión contra los movimientos es totalmente normal. Todas las organizaciones palestinas están en la lista del Gobierno”. 

El caso más reciente de acoso que ha vivido Abbuyadeh fue hace pocos días. “Antes de la marcha contra la guerra de Gaza recibí una amenaza en el buzón de mi casa”, denuncia. Él y otros miembros de la organización ya están acostumbrados a recibir constantemente “correos electrónicos y llamadas desagradables de racistas y sionistas”.

Desde que empezó la guerra de Gaza el sentimiento islamófobo en Estados Unidos ha crecido. En la manifestación, Tarick, un joven palestinoestadounidense de 24 años, explicaba cómo ahora se lo tenía que pensar dos veces antes de salir de casa con la kufiya puesta. “Me preocupa que otras personas que no son figuras visibles del movimiento, tal vez no tengan la misma protección ante el acoso y los ataques. Así que, como movimiento, tenemos que tratar de asegurarnos de que todos se sientan seguros”, reflexiona Abudayyeh.

Tarick, que ya es la segunda generación de palestinos nacidos en Estados Unidos, explica que para él la guerra de Gaza también le está suponiendo una “crisis de identidad”. El joven dice que le era muy difícil concebir la idea de que su país fuera cómplice de la matanza de su tierra. En el caso de Abudayyeh, la contradicción que esto supone ha configurado su identidad de otra forma. “Soy ciudadano estadounidense, hablo el idioma y fui educado aquí. Pero no me siento americano en absoluto. Cuando sabes que el gobierno del país en el que vives es el responsable de que tus padres tuvieran que irse a vivir en el exilio, y nunca viste a tus abuelos porque vivían en un país diferente, y ves la pobreza, la ocupación, la destrucción de los olivos y como todo esto es por culpa de este gobierno ¿Cómo podría decir que soy estadounidense?”. 

Abudayyeh explica que se les ha acusado de agitar el “antisemitismo” en la ciudad. “Dijeron que íbamos a traer la violencia a las calles, que somos antisemitas”. También otras movilizaciones contra la guerra de Gaza han sido atacadas bajo esta etiqueta. Un gran ejemplo, dice el activista, fueron las acampadas propalestinas que se extendieron por las universidades de todo el país: “Sabes que estás haciendo un buen trabajo cuando eres atacado por el otro lado. Los estudiantes hicieron un trabajo increíble en la primavera y realmente elevaron el perfil del tema. Va a ser realmente emocionante ver qué va a pasar en las próximas semanas cuando se retome el curso universitario”.