Pasadas las siete de la mañana las autoridades alemanas han registrado un accidente en una autopista del centro de la región de Baviera. Las primeras unidades que han llegado al lugar informaban del incendio de un autobús de pasajeros. Horas más tardes fuentes policiales han emitido un comunicado confirmando la muerte de 18 personas entre los turistas procedentes de Sajonia que formaban el pasaje.
En un primer momento, la Policía germana ha informado que al menos 30 personas estaban heridas, algunas de ellas de gravedad, y que el resto estaban desaparecidas. “No sabemos dónde se encuentra el resto de pasajeros”, explicaba Anne Höfer, portavoz de la las fuerzas de seguridad, “del autobús sólo queda el chasis”.
Posteriormente fuentes policiales explicaban que hay que ser “realistas” y que “hay pocas esperanzas” de encontrar algún superviviente. Finalmente, el funesto desenlace era confirmado por la Policía a través de las redes sociales: “Para la recuperación e identificación de los cuerpos, se solicitan especialistas de medicina forense”.
Según las primeras investigaciones, el autobús se incendió tras embestir por detrás a un camión articulado que circulaba a poca velocidad debido al tráfico congestionado en la autopista A9. Varios medios germanos indican que los pasajeros eran ancianos de las regiones de Oberlausitz y Dresden que iban a visitar el Lago de Garda, al norte de Italia.
La A9 ha quedado cortada al tráfico en ambas direcciones. En las inmediaciones del accidente se han trasladaron servicios de rescate, bomberos y la olicía, además de varios helicópteros.