El presidente de Francia ha confirmado que los atentados de París han sido cometidos “por Daesh (Estado Islámico), un ejército yihadista contra Francia, contra los valores que compartimos en el mundo”.
“Francia será implacable con la barbarie de Daesh, porque ha sido agredida enorme, vergonzosa y violentamente”, ha manifestado François Hollande. Ha asegurado que se utilizarán “todos los medios” que sean necesarios tanto dentro como fuera de Francia, “en cooperación con nuestros aliados internacionales”.
El presidente ha calificado los ataques de “acto de guerra que estaba preparado, organizado y planificado desde fuera y con complicidades en el país que la investigación podrá determinar”. Ha anunciado un decreto mediante el que se declara duelo oficial durante tres días. También ha informado de que el lunes reunirá a la Asamblea Nacional para “unir a la nación ante este desafío”.
Hollande también ha expresado un reconocimiento a las fuerzas de seguridad y al Ejército y ha confirmado que el Ejército francés patrullará las calles de París los próximos días para evitar nuevos atentados.
“Francia es fuerte y siempre se levanta, nada podrá callarla. Francia es sólida, activa. La historia nos lo recuerda. Lo que defendemos es nuestra patria y mucho más, los valores de humanidad, y Francia sabrá asumir esa responsabilidad, os llamo a esa unidad. Viva la República y viva Francia”, ha dicho para poner fin a su intervención.
Estado de emergencia durante al menos 12 días
El estado de emergencia, recogido en una ley de 1956 promulgada durante la Guerra de Argelia (1954-1962), entró en vigor a las doce de la noche se aplicará en “el territorio metropolitano y Córcega”, informa Efe. Tiene una duración mínima de 12 días y se aplicó por última vez en 2005, a causa de los disturbios en barrios periféricos conflictivos de París, pero entonces no afectaba al conjunto del territorio como ahora.
permite a las fuerzas del orden restringir la circulación de vehículos y personas, ordenar registros nocturnos en domicilios, decretar arrestos domiciliarios a personas “cuya actividad resulte peligrosa para la seguridad y el orden público” e instaurar “medidas para asegurar el control de la prensa”. Prevé también el cierre de salas de espectáculo o de reunión, así como impedir congregaciones que busquen provocar “desorden”, entre otras medidas.
En París, este sábado todos los organismos públicos que tenían previsto abrir están cerrados al público. Eso incluye museos, centros escolares, bibliotecas, gimnasios y piscinas. “Todas las manifestaciones en la vía pública se suspenden hasta nueva orden”, anunció la prefectura de policía de la capital francesa en la red social Twitter.
El Ministerio de Educación también ha anulado los transportes escolares previstos durante el fin de semana en Francia y se ha decretado el cierre de los centros universitarios, mientras que los partidos políticos han suspendido sus campañas electorales de cara a los comicios regionales del próximo diciembre.
Los hospitales de París se encuentran sometidos al “plan blanco”, un dispositivo que pone en alerta a todos los centros de atención médica de la capital.
Los transportes públicos, interrumpidos durante parte de la noche del viernes, han vuelto a abrirse al público bajo fuertes medidas de seguridad. No obstante, esta mañana se encontraban cerradas once estaciones de metro cercanas a los lugares atacados en el centro de París, como République, Temple o Parmentier.
La aerolínea Air France, por su parte, anunció que mantiene todos sus vuelos con salida y destino en Francia, aunque avisó de que pueden producirse retrasos debido a los controles aduaneros y de seguridad reforzados.