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Un hombre trans pierde la batalla legal para registrarse como padre y no como madre tras dar a luz en Reino Unido

Freddy McConnell, en el documental 'Seahorse'.

elDiario.es

La Justicia británica ha dictaminado que un hombre transgénero que dio a luz tras someterse a un tratamiento de fertilidad no puede registrarse como “padre” de su hijo, según ha adelantado The Guardian. En todos sus documentos administrativos figura que su género es masculino, pero en el certificado de nacimiento de su hijo aparece como “madre”.

El juez Andrew McFarlane, presidente de la sección de familia del Tribunal Superior, ha concluido este miércoles que ser 'madre' es haber estado embarazada y dar a luz, independientemente del género de la persona. De acuerdo con el medio británico, se trata de la “primera definición legal de una madre” en el derecho consuetudinario inglés.

“Hay una diferencia material entre el género de una persona y su condición de padre. Ser 'madre', aunque hasta ahora siempre se ha asociado con ser mujer, es el estatuto que se otorga a una persona que se somete al proceso físico y biológico de un embarazo y dar a luz”, argumenta el juez en sus conclusiones.

“Ahora es médica y legalmente posible para una persona, cuyo género se reconoce legalmente como masculino, quedar embarazada y dar a luz”, indica. Sin embargo, apuntala, “si bien el género de esa persona es 'masculino', su estatuto parental, que deriva de su papel biológico en el parto, es el de 'madre”, señala.

Quien ha llevado su caso a los tribunales es Freddy McConnell, periodista de The Guardian de 32 años. Había hecho su transición varios años atrás y vivía con su identidad de género legalmente reconocida cuando dio a luz en 2018. Dos años atrás acudió por primera vez a una clínica de fertilidad para someterse a un tratamiento de fertilidad por inseminación. Entonces detuvo su tratamiento hormonal y le volvió la regla.

Cuando fue a registrar el nacimiento de su hijo, en la oficina le dijeron que su única opción era registrarse como la madre del niño, a pesar de contar con un certificado en el que reconocen su género masculino. Según explica The Guardian, la ley que regula la inscripción de nacimiento, que data de 1953, permite a las personas marcar la casilla de “padre” solo cuando hay una segunda mujer que es la segunda progenitora.

Fue entonces cuando McConnell emprendió su batalla legal, argumentando que se estaba malinterpretando la ley y su derecho a ser registrado como el padre del niño o en términos neutros [parent], informa Sky News. Sin embargo, la Justicia no le ha dado la razón.

El periodista está barajando la posibilidad de recurrir la decisión. “Si se trata de mantener el statu quo, entonces estoy realmente preocupado por lo que esto significa no solo para mí, sino para otras personas trans que son padres o que quieren serlo”, ha dicho en declaraciones a The Guardian. “Tiene serias implicaciones para las estructuras familiares no tradicionales. Mantiene la idea de que solo las formas más tradicionales de familia son debidamente reconocidas o tratadas en pie de igualdad. No es justo”, zanja.

Críticas al fallo

El fallo ha recibido las críticas de activistas y abogados que lo consideran un golpe a los derechos de los padres trans y sus hijos. También hay quien ha pedido una reforma legislativa, siguiendo el ejemplo de Canadá y Suecia, donde los certificados de nacimiento con género neutro ya son una realidad, como destacan los medios británicos.

El propio juez ha alabado a McConnell por haber presentado su caso “de manera adecuada y valiente” y ha insistido en que hay una “necesidad apremiante” de que tanto elGobierno como el Parlamento “aborden directamente la cuestión de la situación de un hombre trans” que da a luz a un niño.

Laura Russell, directora de campañas de la ONG en defensa de los derechos LGTBI Stonewall, ha afirmado que la decisión del tribunal “es profundamente decepcionante”. “Es una oportunidad perdida para enviar un mensaje positivo y reconocer a todos los padres, incluyendo a los padres LGTB como lo que son”, ha asegurado.

“Necesitamos desesperadamente actualizar esta legislación para asegurar que las personas trans sean reconocidas por quienes son en todas las áreas de sus vidas. Es otro ejemplo de cómo la legislación actual contradice la frágil igualdad que tienen las personas trans en la actualidad, al crear una situación en la que las personas trans pueden tener pleno reconocimiento en algunos documentos legales, pero no en otros”, prosigue.

El camino hacia la paternidad como hombre trans

El camino de McConnell hacia la paternidad y su historia quedaron plasmados en el documentalSeahorse [caballito de mar], elaborado en colaboración con The Guardian. De pequeño fue víctima de acoso escolar porque su comportamiento no se correspondía con el asignado tradicionalmente a las niñas.

A los 25 años, comenzó su transición. Un año después se sometió a una cirugía para quitarse el tejido mamario, pero descartó la intervención para extraerse el útero porque no quería acabar definitivamente con la posibilidad de tener hijos.

“Siempre me han gustado los niños. Antes de hacer la transición, me lo pensé, porque me habían dicho que la transición me haría esteril. Pero pensé: necesito una transición para mi propia salud mental, así que ser padre ahora no es una buena idea. Necesitaba averiguar exactamente quién era antes de tener un hijo”, contó en una entrevista con The Guardian. Según apunta, congelar sus óvulos o iniciar un proceso de adopción, como hombre transgénero soltero, era una opción costosa y con pocas posibilidades de éxito.

Tras buscar información en Internet y ver que había parejas trans en EEUU que habían logrado tener un hijo, dio el paso de intentarlo. En el documental, el protagonista describe las consecuencias que sufrió cuando dejó de tomar testosterona para poder concebir y su cuerpo daba marcha atrás al proceso que había comenzado hasta volver a tener la regla. “Fue una pérdida de mí mismo”, dijo. A la primera, el intento fracasó. Lo logró a la segunda. Entonces, en 2018, nació Jack, con el que vive en una localidad costera de Inglaterra.

McConnell se decidió a contar su historia para visibilizar la realidad de los hombres trans y “promover la empatía”. ¿Qué quieres que la gente saque de la película?“, le preguntaron. ”Que salgan pensando que han visto algo reconocible, una historia universal sobre el amor y la familia“.

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