Entrevista

Ilhan Omar, congresista: “No sabía si iba a salir con vida del asalto al Capitolio”

Oliver Laughland

Washington —
25 de enero de 2021 22:25 h

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La congresista Ilhan Omar empezó a temer por su vida tan pronto como empezó la evacuación. El pasado 6 de enero, vio desde un balcón del Capitolio cómo una turba de insurrectos, incitada por el entonces presidente Donald Trump asaltaba el edificio. Mientras los agentes de seguridad la escoltaban a un lugar seguro, llamó por teléfono a su exmarido y padre de sus hijos. “No sabía si iba a salir con vida y... le pedí que si no sobrevivía al asalto, me prometiera que siempre les recordaría a mis hijos que los quería”.

Omar, la congresista demócrata del quinto distrito de Minnesota, conocida integrante del movimiento progresista y la primera estadounidense de origen somalí elegida para el Congreso, ha soportado durante mucho tiempo las amenazas y los insultos racistas de Donald Trump y sus partidarios. En una entrevista con The Guardian por Zoom, se hace evidente que el asalto al Capitolio del 6 de enero le ha dejado un trauma profundo y de un calado particular.

Omar hace largas pausas mientras recuerda los detalles. “Fue una experiencia muy traumática y todos los que estábamos allí quedaremos traumatizados durante mucho tiempo”, dice. “La imagen del Capitolio ha cambiado para siempre. No consiguieron acabar con el funcionamiento de la democracia, pero en mi opinión sí han conseguido terminar con la naturaleza abierta de nuestra democracia”.

Omar explica que fue evacuada a un lugar seguro, normalmente reservado sólo para altos cargos del Congreso. Señala que los responsables de seguridad consideraron que su vida “corría el mismo peligro que la de los cargos más destacados”, y dice que en los dos meses anteriores a las elecciones presidenciales aumentaron significativamente las amenazas de muerte contra su persona. “Durante la mitad de los últimos dos años, Trump me ha señalado y ha incitado amenazas de muerte directas contra mí”.

Omar, de 38 años y congresista desde 2018, fue trasladada a la misma sala que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y que el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, junto con otros altos representantes de ambos partidos.

“Los líderes de ambos lados parecían estar aterrorizados por lo que estaba sucediendo”, dice. “Creo que ninguno de ellos había previsto ser testigo de una insurrección contra nuestro Gobierno. Y creo que la respuesta de Trump les inquietó tanto como me inquietó a mí... Creo que el miedo por lo que estábamos viviendo no hizo más que aumentar y se reflejaba en las caras de todos ellos”.

Al día siguiente de ese acto colectivo de violencia, Omar fue una de las primeras demócratas de la Cámara de Representantes en participar en la redacción del impeachment contra Trump, aprobado en la Cámara de Representantes con sólo 10 republicanos a favor. Se trata del segundo juicio político histórico contra el expresidente. La congresista insta ahora al Senado a que inicie los procedimientos mientras los representantes más importantes del Partido Republicano tratan de retrasar el proceso hasta el mes que viene.

Aunque Omar habla a través de Zoom, es evidente que le resulta incómodo recordar el asalto del 6 de enero. Su actitud tensa contrasta con la actitud afable y relajada de entrevistas anteriores ¿Sigue en estado de shock? “No sé si utilizaría la palabra shock”, dice. “Diría que todo lo vivido ha sido agotador”.

Atribuye este agotamiento no sólo a la actitud de Trump, sino a la de muchos republicanos que han seguido apoyando al expresidente y que han votado en contra del proceso de impeachment o que han cuestionado la validez de las elecciones de 2020.

“La nuestra es una democracia con muchos años de historia y se presupone que se dan ciertos requisitos para su debido funcionamiento. El hecho de haber permitido que un presidente haya socavado nuestras tradiciones y normas, se haya burlado de la ley, de la Constitución de Estados Unidos y de los juramentos que hizo cuando asumió su cargo…y tener que seguir pactando con un grupo de personas que consiguen politizar cualquier conversación, que son incapaces de entender la gravedad de la situación con la que estamos lidiando…es agotador”.

Omar asistió a la toma de posesión de Joe Biden en una ciudad que estaba parcialmente bajo cierre militar por el asalto al Capitolio. Al igual que otros colegas del caucus progresista del partido, entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, había apoyado a Bernie Sanders en las primarias presidenciales demócratas y en alguna ocasión no tuvo reparos en criticar la candidatura de Biden.

No obstante, se muestra optimista al hablar sobre este mandato que comienza y sonríe al hablar de las primeras 48 horas de Biden en el cargo, en las que el presidente revocó el permiso para la construcción del oleoducto Keystone XL y volvió a unirse al acuerdo de París por el cambio climático.

“En los últimos dos años todos hemos hecho un frente común para conseguir determinados logros y ver que muchos de ellos se han materializado en el primer día de Biden como presidente hace que todos nos sintamos muy optimistas y entusiasmados con lo que está por venir”, dice. “Somos conscientes de que habrá tiempo para los desacuerdos y tendremos que lidiar con algunas diferencias políticas, pero por el momento, como progresistas y como miembros del partido, la mayoría de nosotros estamos bastante satisfechos”.

Sin embargo, cuando vuelve a reflexionar en torno a los acontecimientos del 6 de enero, su rostro vuelve a mostrar preocupación por lo que considera un daño irreparable al proceso democrático.

“Me he percatado de que mi realidad y la realidad de muchas de las personas con las que he servido tanto en la cámara de Minnesota como en el Congreso de Estados Unidos va a estar siempre marcada por estos acontecimientos”, afirma. “Nuestra realidad ya no es la de una democracia libre, en la que se avanza a través de debates y deliberaciones enérgicas sin recurrir a la violencia. Hemos visto otra realidad y eso es realmente chocante, inquietante y perturbador”.

Traducido por Emma Reverter