Los miembros del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) han denunciado las presiones, amenazas, denuncias o ciberataques que han recibido en todo el mundo tras la publicación de los papeles de Panamá, “incluso en países con altos niveles de libertad de prensa”.
El equipo internacional dedica una amplio apartado a la demanda interpuesta por el Grupo Prisa contra el El Confidencial y la califica de “inesperada”. Los papeles revelaron que el presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, estaba vinculado a una compañía offshore en Seychelles a través de su exmujer Teresa Aranda, apoderada de la sociedad justo durante la época en la que estuvo casada con el empresario.
Tras la denuncia, El Confidencial acusó a Cebrián de “utilizar procesalmente a la compañía para la que trabaja en su beneficio personal, tratando de convertir en sede judicial unas informaciones veraces sobre su patrimonio en un imaginario ataque mercantilmente ilícito contra la empresa que dirige”.
Fuera de España, el ICIJ pone de relieve otras presiones que han recibido los periodistas y medios que publicaron los nombres de los papeles de Panamá. Por ejemplo en Túnez, donde unos hackers desconocidos tumbaron la web del medio 'Inkyfada' poco después de destapar los nombres.
También las amenazas directas que han llegado a recibir, como le sucedió al equipo del periódico turco Cumhuriyet cuando, según asegura el medio, un empresario cercano a Erdogan les interpeló por haber puesto su cara en la portada: “¿Acaso no os da vergüenza? No me hagáis un asesino”.
A los miembros del periódico panameño La Prensa, lugar sobre el que se centraba la investigación, los tuiteros les acusaban de haber destruido el país: “Es un gran acto de traición al país en el que han nacido”.
En China, los censores exigieron a las páginas web que “eliminaran cualquier contenido relacionado con los papeles de Panamá”, según denuncio el 'China Digital Times'. O en Congo, donde el ministro de Comunicaciones pidió a los medios que tuvieran “cuidado” con los nombres publicados, entre los que se encontraba la hermana de su presidente Joseph Kabila.