Los equipos de emergencia italianos han recuperado este jueves un quinto cadáver del interior del yate hundido frente a la isla de Sicilia. Entre los cinco cuerpos rescatados del velero se encuentra el del magnate británico Mike Lynch, según ha confirmado la agencia Reuters. Lynch, conocido como el cofundador de la empresa tecnológica Autonomy Corporation, viajaba a bordo del Bayesian con su hija, Hannah. Los rescatistas continúan buscando el cuerpo de una mujer.
El quinto cuerpo había sido localizado en la tarde del miércoles dentro de los restos de la embarcación, que yace a 50 metros de profundidad sobre el fondo marino siciliano. Los equipos no pudieron recuperarlo porque se hizo de noche y se suspendió la búsqueda.
Los familiares de los desaparecidos han acudido al puerto de la localidad de Porticello, frente a cuyas costas se hundió el velero Bayesian en la noche del lunes, para identificar los cuerpos que han sido llevados a tierra este miércoles por la tarde, según los medios locales.
Hasta que se han recuperado esos cadáveres, seis personas constaban como desaparecidas: Mike Lynch y su hija Hannah; el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, con su esposa; y el abogado de Lynch, Chris Morvillo, con su mujer Neda. En la embarcación viajaban un total de 22 personas, doce pasajeros y diez miembros de la tripulación. De estos, quince lograron salvar su vida.
Las labores para recuperar los cuerpos atrapados dentro del velero están siendo complicadas debido a que se encuentra a 50 metros de profundidad y por la posición en la que quedó tras el hundimiento, en medio de una fuerte borrasca.
Los buzos de los bomberos italianos consiguieron abrir el martes una vía de acceso al yate, pero proceden lentamente porque solo disponen de una autonomía de doce minutos en cada inmersión, según han explicado los responsables del dispositivo.
Entretanto, la Fiscalía de Termini Imerese ha abierto una investigación para esclarecer el desastre y ha interrogado durante más de dos horas en un hotel de la zona al capitán del velero, James Catfield, neozelandés de 51 años con mucha experiencia en la mar. También ha escuchado el relato de otros supervivientes, que será fundamental para reconstruir lo ocurrido y entender por qué el velero se hundió en pocos minutos.