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Netanyahu rechaza un alto el fuego en Líbano: “Vamos a continuar luchando con toda la fuerza”

Imagen de un edificio destruido en el sur de Líbano por los bombardeos israelíes.

Javier Biosca Azcoiti

25 de septiembre de 2024 22:14 h

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“Entraréis y destruiréis al enemigo”. El jefe del Estado Mayor de la Defensa israelí, Herzi Halevi, con el fusil al hombro y rodeado de soldados desplegados cerca de la frontera con Líbano, ha anunciado este miércoles que está preparando la invasión del país vecino. “Escucháis los aviones de combate sobre vuestras cabezas. Hemos estado atacando todo el día. Esto es tanto para preparar el terreno para vuestra posible entrada y para continuar degradando a Hizbulá”, ha afirmado a sus subordinados.

“Estamos preparando el proceso de maniobra, lo que significa que vuestras botas militares entrarán en territorio enemigo, entrarán en pueblos que Hizbulá ha preparado como grandes puestos militares avanzados, con infraestructura subterránea, puntos de reunión y plataformas de lanzamiento contra nuestro territorio”, ha añadido. “Vuestro encuentro con los operativos de Hizbulá les mostrará lo que significa enfrentarse a una fuerza profesional, altamente cualificada y experimentada en combate”.

El miércoles por la noche, un ataque israelí en la ciudad libanesa de Younine mató a 23 personas, todos de ellos sirios y la mayoría mujeres y menores. El ataque se dirigió contra un edificio de tres pisos, según ha informado el alcalde Ali Qusas.

Este jueves, el Ejército israelí ha anunciado que ha matado a Muhammad Hussein Srour en un ataque aéreo en Beirut. En un comunicado, ha asegurado que Srour estuve detrás de numerosos “ataques terroristas” contra Israel, “incluidos ataques con drones, con misiles de crucero y drones”. 

Según fuentes libanesas, dos personas han muerto y otras 15 han resultado heridas por un bombardeo contra un edificio residencial de diez plantas en los barrios del sur de Beirut, donde Hizbulá tiene una fuerte presencia.

De Nueva York a Oriente Medio

Mientras tanto, todos los líderes del mundo se reúnen en la Asamblea General de la ONU con la atención puesta en los próximos pasos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que este jueves ha rechazado la posibilidad de un alto el fuego en Líbano. “El primer ministro ha dado instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel para que continúen luchando con toda la fuerza, según el plan que le fue presentado”, ha afirmado su oficina en un escueto comunicado. También ha negado las informaciones sobre un alto el fuego: “Es una propuesta americana-francesa, a la que el primer ministro ni siquiera ha respondido”, según su oficina.

El periódico israelí Haaretz informa que EEUU, Francia y varios países árabes están intentando promover en el marco del debate de la ONU en Nueva York un plan de alto el fuego en Líbano para impedir una guerra a gran escala.

EEUU insiste en que una salida negociada aún es posible pese a la escalada evidente liderada por Israel. Públicamente, Washington no está intentando parar a Netanyahu, sino que sus esfuerzos se centran en que Irán no “alimente” el conflicto.

“Insto a todos ustedes a utilizar la influencia que tenemos para presionar a Irán para que deje de alimentar la escalada, ya sean los hutíes, Hizbulá, en Irak o en Cisjordania”, ha afirmado el secretario de Estado, Antony Blinken, en una reunión con los ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo. Mientras tanto, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, afirmaba que los cohetes de Hizbulá “son prueba, de nuevo, de que Israel se enfrenta a una amenaza legítima de un grupo terrorista apoyado por Irán”. EEUU ha anunciado este miércoles nuevas sanciones contra personas y entidades asociadas con Hizbulá.

Aun así, para Líbano, Washington sigue siendo clave para desescalar la situación. “EEUU es la llave de nuestra salvación”, decía este martes el ministro de Exteriores libanés, Abdallah Bou Habib, en un encuentro organizado por el think tank Carnegie Endowment for International Peace. “El discurso de Biden [en la Asamblea General] no fue prometedor para resolver el problema en Líbano, pero EEUU es el único país que realmente puede marcar la diferencia en Oriente Próximo y en Líbano”.

Mientras, Israel sigue adelante con los preparativos para la invasión terrestre. El comandante israelí del mando norte, Uri Gordin, ha afirmado este miércoles que la guerra ya ha entrado en una “fase diferente” en la que los soldados deben estar listos para “la maniobra y la acción”.

El Ejército ha llamado a filas a dos brigadas de soldados reservistas para realizar “misiones operativas” en el norte, afirmando que ese refuerzo “permitirá continuar con el combate contra la organización terrorista Hizbulá y la defensa del Estado de Israel”.

La idea que se está gestando en los pasillos de la sede de la ONU requiere, entre otras cosas, que Hizbulá acepte un alto el fuego sin que se haya alcanzado uno para Gaza. El grupo armado libanés empezó a lanzar cohetes contra territorio israelí el 8 de octubre de 2023 como muestra de “solidaridad” con el pueblo palestino y para “liberar” territorio ocupado en los Altos del Golán. La propuesta solicita una alto el fuego temporal de 21 días entre Hizbulá e Israel que permita abrir el camino a negociaciones más amplias.

Por su parte, fuentes libanesas y palestinas han informado a Haaretz que Hamás y Hizbulá están buscando un acuerdo de alto el fuego que vincule los dos frentes —Gaza y Líbano— y así se lo han comunicado a los negociadores de EEUU, Francia y de otros países árabes involucrados en las conversaciones.

A lo largo del miércoles, Hizbulá ha lanzado 110 cohetes contra territorio israelí, según ha informado el Ejército israelí, que confirma haber atacado 280 objetivos de Hizbulá en su tercer día de bombardeos en Líbano. La primera jornada de ataques israelíes dejaron más de medio millar de fallecidos, muchos de ellos civiles. Según datos de la ONU, en tan solo cinco días de escalada —desde las explosiones de los dispositivos de comunicación— más de 90.000 personas han tenido que dejar sus hogares por las bombas israelíes.

El Pentágono ha asegurado que no está proporcionando información de inteligencia a Israel para apoyar sus operaciones en Líbano y que la invasión terrestre no parece inminente.

El objetivo declarado de Israel en esta nueva operación es permitir a los 60.000 evacuados del norte de Israel volver a sus hogares de manera segura —desplazados por la amenaza de los cohetes de Hizbulá—. “No puedo detallar todo lo que estamos haciendo, pero puedo decir una cosa: estamos comprometidos con el retorno de nuestros residentes del norte a salvo a sus hogares”, ha asegurado Netanyahu.

Netanyahu viajará este jueves a Nueva York para pronunciar el viernes su discurso ante la Asamblea General. El viaje estaba programado para este miércoles, pero el líder israelí lo ha pospuesto para discutir los próximos pasos de su ofensiva en Líbano.

En Israel, los miembros del Gobierno no se muestran muy optimistas con las últimas propuestas de negociación de última hora. El Canal cita a un alto cargo israelí que dice que “no hay viabilidad para un acuerdo en este momento” y que “Israel está dispuesto a escuchar sugerencias, pero las posibilidades de un acuerdo son escasas”. Por su parte, el portal de noticias Ynet cita a una persona cercana al primer ministro que dice que en la práctica “no hay negociaciones”. El mismo medio informa que Netanyahu ha dicho a sus ministros que “cualquier negociación solo tendrá lugar bajo el fuego”, asegurando que no detendrá su ofensiva en Líbano.

“Estamos en una situación difícil: no nos gusta la guerra, pero se nos ha impuesto y tienes que defender tu país”, señalaba el ministro de Exteriores libanés en el acto de este martes por la noche. La sensación en el país árabe es de extrema urgencia y el portavoz del Parlamento ha asegurado que las próximas 24 horas serán decisivas para intentar alcanzar algún tipo de solución diplomática.

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