La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

Israel asesina al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala

El ejército de Israel ha matado al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala. Según el comunicado de las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI), Nasrala “fue eliminado” junto a otros comandantes y dirigentes de la milicia en los bombardeos de este viernes sobre Beirut, capital de Líbano. La organización también ha confirmado la muerte de su dirigente esta mañana.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asistió justo ayer a la sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde justificó la necesidad de acabar con Hizbolá —milicia libanesa y grupo paramilitar que está respaldado por Irán— después de varios meses de fuego cruzado en la frontera entre ambos países. Minutos después de su intervención, las fuerzas israelíes atacaban Beirut. Los medios internacionales especulaban sobre la muerte del líder chií después de que la milicia no pudiera contactar con él y este no diera señales de vida tras una noche de intensos bombardeos, hasta que Nadav Shoshani, portavoz de Israel para la prensa internacional, ha anunciado esta mañana su muerte.

“Hasán Nasrala no volverá a aterrorizar al mundo”, ha compartido el ejército israelí en su cuenta de X.

“Siguiendo información precisa de las FDI y del sistema de seguridad israelí, los aviones de combate llevaron a cabo un ataque selectivo contra el cuartel general de la organización terrorista Hizbulá, que estaba ubicado bajo tierra, incrustado debajo de un edificio residencial en el área de Dahye en Beirut”, explica el ejército en un comunicado. “El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de la milicia operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel”.

“Una medida de justicia” para EEUU

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado este sábado la muerte del líder de Hizbulá como “una medida de justicia para sus muchas víctimas, incluyendo miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses”. En un comunicado de la Casa Blanca, Biden ha dicho que Hizbulá fue “responsable de matar a cientos de estadounidenses durante un reino de terror de unas cuatro décadas”.

El líder demócrata ha añadido que el ataque israelí que ha acabado con la vida de Nasrala “tuvo lugar en el contexto amplio del conflicto que empezó con la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023. Nasrala, el día siguiente, tomó la decisión fatídica de unir manos con Hamás y abrir lo que llamó un 'frente norte' contra Israel”.

Biden ha reiterado que EEUU apoya “completamente” el derecho de Israel a defenderse y también ha anunciado que este viernes ordenó su secretario de Defensa, Lloyd Austin, “aumentar la postura de defensa de las fuerzas militares estadounidenses en la región de Oriente Medio para disuadir la agresión y reducir el riesgo de una guerra regional más amplia”.

Ataques a “más de 140 objetivos terroristas” de Hizbulá y más de mil muertos en Líbano

Mientras, las fuerzas de defensa de Israel continúan atacando Líbano. Los habitantes de la capital huyen de los edificios residenciales y cientos de vecinos de los suburbios del sur de Beirut —una zona del extrarradio conocida como el Dahye y controlada por Hizbulá, donde supuestamente se encontraba el cuartel general de la organización— han acampado en las calles. Muchos de ellos querían escapar de los bombardeos israelíes de esta madrugada y han pasado la noche en la Plaza de los Mártires de la capital.

El ejército de Israel afirma que han atacado “más de 140 objetivos terroristas” del grupo libanés, incluidas instalaciones que guardaban “lanzacohetes dirigidos contra civiles israelíes” e “instalaciones de producción de armas”. Aseguran que algunas de ellas estaban “incrustadas debajo de edificios residenciales en la zona de Beirut”.

Más de 1.000 personas han muerto en Líbano desde que Israel intensificara la ofensiva hace unos diez días. El Gobierno libanés asegura que hay también más de 6.000 heridos. “Desde el 16 de septiembre hasta el 27 de septiembre, han muerto 1.030 personas, entre ellas 156 mujeres y 87 menores. Además, 6.352 personas han resultado heridas”, ha anunciado en una rueda de prensa recogida por EFE el ministro de Salud Pública del Líbano, Firas Abiad.

Por otro lado, Israel ha activado el estado de alerta máxima esta mañana ante una posible represalia por parte de Líbano, según ha confirmado el portavoz del ejército, Nadav Shoshani. Shoshani ha recordado en una conferencia online que Israel ya ha matado a muchos de los dirigentes de Hizbulá: “La mayoría de los líderes de alto rango han sido eliminados”. “Esperemos que esto cambie las acciones de Hizbulá”, ha añadido el militar israelí, según recoge Reuters.

“Todas las fuerzas de la resistencia en la región apoyan a Hizbulá”

Los bombardeos de los cazas israelíes continúan. El ejército ha atacado al menos un punto al este de la ciudad. Por toda la capital libanesa ha resonado una explosión a primera hora de la mañana, mientras los medios locales informaban de un bombardeo cerca de la localidad de Bhamdoun, a escasos 20 kilómetros al este de Beirut, según ha informado EFE. Paralelamente, la Agencia Nacional de Noticias del Líbano ha informado sobre varios “violentos” bombardeos en poblaciones cercanas y las FDI han confirmado que están atacando el valle de Bekaa.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, no ha tardado en responder al ejército israelí. Khamenei ha instado a la población musulmana a apoyar a los civiles libaneses y a la milicia chií, y ha insistido en que deben hacerlo “con cualquier medio que tengan para ayudarlos a enfrentar al perverso régimen” de Israel. El dirigente iraní no ha mencionado de manera directa la noticia de la muerte de Nasralá, pero ha condenado los ataques israelíes contra los civiles en Beirut. “Todas las fuerzas de resistencia en la región apoyan y están junto a Hizbulá”, ha enfatizado.

El asesinato de Nasralá puede ser un punto de inflexión en la escalada de violencia en Oriente Medio. El conflicto entre Israel y Hizbulá comenzó el pasado 8 de octubre, un día después de que Hamás asaltara el sur de Israel y matara a alrededor de 1.200 personas y momento en que el ejército israelí lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza, operación que ya ha causado la muerte de más 41.500 palestinos. Durante el mandato de Nasralá —que ha durado más de 30 años— Hizbulá ayudó a entrenar a milicianos de Hamás y Yemen, y ha recibido cohetes y armas de Irán —rival ideológico y geopolítico de Israel—. La versión oficial de la milicia es que luchan para la defensa de Palestina y la retirada de las tropas israelíes de la Franja.

Desde entonces, el fuego cruzado entre Israel y Líbano ha sido habitual, aunque durante gran parte del conflicto inicial no figuraran como objetivo los líderes más importantes de ambos grupos. Sin embargo, durante los últimos meses, Israel ha asesinado en diferentes ataques a varios miembros activamente importantes del gobierno de Hizbolá.

Hace poco más de una semana, 12 personas murieron y miles resultaron heridas en Líbano, después de que explotaran los buscas que utilizaban los integrantes de la milicia para comunicarse. Según los medios internacionales, el servicio de inteligencia israelí había colocado explosivos en los aparatos, que detonaron a la vez y desataron el caos en Líbano. También explotaron a los pocos días walkie-talkies y aparatos electrónicos.

Con la capacidad de comunicación de la milicia libanesa muy disminuida, el asesinato de Nasralá puede suponer un duro golpe en la organización del grupo, pero también desembocar en la escalada del conflicto. Según explica Peter Beaumont, corresponsal en Jerusalén del diario The Guardian, los ataques israelíes representan un desafío directo para Teherán, para quien Nasralá era su aliado estratégico regional más importante.

“Si bien el mando y control de Hizbulá se ha visto gravemente dañado, es probable que conserve una capacidad significativa. Otros aliados iraníes, incluidos Irak, Siria y Yemen, tienen sus propios misiles y drones, que, si bien no son tan importantes como los de Hizbulá, podrían utilizarse, y no necesariamente sólo contra Israel, sino también contra objetivos estadounidenses”, explica el experto sobre una posible escalada de la violencia.