Israel asegura que ha asesinado al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala

El ejército de Israel asegura que ha matado al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala. Según el comunicado de las Fuerzas de Defensa israelíes (FDI), Nasrala “fue eliminado” junto a otros comandantes y dirigentes de la milicia en los bombardeos de este viernes sobre Beirut, capital de Líbano.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asistió justo ayer a la sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde justificó la necesidad de acabar con Hizbolá —milicia libanesa y grupo paramilitar que está respaldado por Irán— después de varios meses de fuego cruzado en la frontera entre ambos países. Minutos después de su intervención, las fuerzas israelíes atacaban Beirut. Los medios internacionales especulaban sobre la muerte del líder chií después de la milicia no pudiera contactar con él y este no diera señales de vida tras una noche de intensos bombardeos, hasta que Nadav Shoshani, portavoz de Israel para la prensa internacional, ha anunciado esta mañana su muerte.

“Hasán Nasrala no volverá a aterrorizar al mundo”, ha compartido el ejército israelí en su cuenta de X.

“Siguiendo información precisa de las FDI y del sistema de seguridad israelí, los aviones de combate llevaron a cabo un ataque selectivo contra el Cuartel General Central de la organización terrorista Hizbulá, que estaba ubicado bajo tierra, incrustado debajo de un edificio residencial en el área de Dahieh en Beirut”, explica Israel. “El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hezbollah operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel”, asegura el comunicado que ha compartido el ejército.

El asesinato de Nasralá puede ser un punto de inflexión en la escalada de violencia en Oriente Medio. El conflicto entre Israel y Hizbulá comenzó el pasado 8 de octubre, un día después de que Hamás asaltara el sur de Israel y matara a alrededor de 1.200 personas y momento en que el ejército israelí lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza, operación que ya ha causado la muerte de más 41.500 palestinos. Durante el mandato de Nasralá —que ha durado más de 30 años— Hizbulá ayudó a entrenar a milicianos de Hamás y Yemen, y ha recibido cohetes y armas de Irán —rival ideológico y geopolítico de Israel—. La versión oficial de la milicia es que luchan para la defensa de Palestina y la retirada de las tropas israelíes de la Franja.

Desde entonces, el fuego cruzado entre Israel y Líbano ha sido habitual, aunque durante gran parte del conflicto inicial no figuraran como objetivo los líderes más importantes de ambos grupos. Sin embargo, durante los últimos meses, Israel ha asesinado en diferentes ataques a varios miembros activamente importantes del gobierno de Hizbolá.

Hace poco más de una semana, 12 personas murieron y miles resultaron heridas en Líbano, después de que explotaran los buscas que utilizaban los integrantes de la milicia para comunicarse. Según los medios internacionales, el servicio de inteligencia israelí había colocado explosivos en los aparatos, que detonaron a la vez y desataron el caos en Líbano. También explotaron a los pocos días walkie-talkies y aparatos electrónicos.

Con la capacidad de comunicación de la milicia libanesa muy disminuida, el asesinato de Nasralá puede suponer un duro golpe en la organización del grupo, pero también desembocar en la escalada del conflicto. Según explica Peter Beaumont, corresponsal en Jerusalén del diario The Guardian, los ataques israelíes representan un desafío directo para Teherán, para quien Nasralá era su aliado estratégico regional más importante.

“Si bien el mando y control de Hezbolá se ha visto gravemente dañado, es probable que conserve una capacidad significativa. Otros aliados iraníes, incluidos Irak, Siria y Yemen, tienen sus propios misiles y drones, que, si bien no son tan importantes como los de Hezbolá, podrían utilizarse, y no necesariamente sólo contra Israel, sino también contra objetivos estadounidenses”, explica el experto sobre una posible escalada de la violencia.

Este sábado, cazas israelíes han bombardeado al menos un punto al este de Beirut coincidiendo en una nueva oleada de intensos ataques aéreos contra la región oriental del país, después de que esta madrugada ya se registraran acciones sin precedente contra los suburbios sur de la capital. Una explosión ha resonado en la capital libanesa a primera hora de la mañana, mientras medios locales informaron de un bombardeo cerca de la localidad de Bhamdoun, a escasos 20 kilómetros al este de Beirut y una zona hasta ahora ajena a la violencia que se concentraba en bastiones del grupo chií Hizbulá.

Paralelamente, la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) informó de “violentos” bombardeos en varias zonas del oriental Valle de la Bekaa, entre ellas poblaciones del distrito de Baalbek y al menos un punto en Hermel, en la frontera con Siria.

También han sido alcanzadas cuatro localidades ubicadas en el centro de la provincia de la Bekaa, en la que se ubica ese valle bastión de Hizbulá, según el medio estatal.

“Las Fuerzas de la Defensa de Israel están atacando ahora objetivos terroristas de Hizbulá en la región de la Bekaa, en el Líbano”, ha confirmado el Ejército israelí en un escueto mensaje en su cuenta de X. Según la ANN, de madrugada también fueron bombardeados diversos puntos del sur del país, algunos de ellos en las áreas adyacentes a la frontera de facto entre ambos países.

Israel ya bombardeó durante la madrugada numerosos puntos del extrarradio sur de Beirut conocido como el Dahye, controlado por Hizbulá.