Israel ha atacado durante la madrugada del sábado al domingo la Franja de Gaza, en respuesta al disparo desde Palestina de dos proyectiles que cayeron en el mar frente a las costas del área metropolitana de Tel Aviv. Según Israel, han bombardeado en represalia objetivos del movimiento islamista Hamás.
“Aviones de combate del Ejército, helicópteros y tanques atacaron sitios de fabricación de cohetes y puestos militares pertenecientes al grupo terrorista Hamás”, ha apuntado el Ejército israelí en un comunicado, en el que ha detallado que estos ataques han sido en respuesta a los cohetes lanzados previamente y ha reiterado su postura habitual de responsabilizar a Hamás por cualquier agresión que llegue desde el enclave.
Fuentes de seguridad en la Franja han indicado que no hay heridos por el ataque de represalia israelí, aunque sí severos daños en la infraestructura.
Poco después de producirse el lanzamiento de los dos cohetes desde Palestina, siendo los primeros de larga distancia que se han disparado desde la escalada bélica de mayo, fuentes palestinas han dicho que ha sido un error producido por un fallo técnico debido a las condiciones climatológicas adversas.
La jornada del sábado fue especialmente delicada debido a que las milicias han amenazado con atacar Israel si no se libera a un preso palestino enfermo, que lleva en huelga de hambre 139 días como protesta por su detención administrativa.
Hisham Abu Hawash fue hospitalizado esta semana al perder la visión y el habla y su situación ha movilizado a la opinión pública local en contra de esta medida israelí, que afecta actualmente a 500 palestinos, encarcelados sin que haya mediado juicio.
“Se acerca el momento de la explosión y revocaremos la tregua si los mediadores no intervienen urgentemente para liberar al prisionero Hisham Abu Hawash”, ha advertido el portavoz de la Yihad Islámica, Daoud Shehab, sobre el fin de la escalada bélica de once días que empezó en mayo del año pasado y que, salvo episodios puntuales, se ha mantenido hasta ahora.
El incidente de este fin de semana es el segundo que tiene lugar desde el miércoles, día en el que el Ejército de Israel atacó con tanques la infraestructura militar de Hamás como respuesta a un tiroteo, al parecer también accidental, que hirió a un israelí que trabajaba junto a la valla fronteriza.