Israel bombardea Líbano en el mayor intercambio de fuego con Hizbulá desde 2006 y dispara el temor a una escalada

elDiario.es

25 de agosto de 2024 05:20 h

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La Fuerza Aérea israelí bombardeó este domingo Líbano con unos 100 aviones de combate para destruir miles de lanzacohetes del grupo chií Hizbulá. El Ejército israelí calificó la acción, el mayor ataque a Hizbulá en 17 años, como “preventiva” y “en defensa propia”. Poco después, la milicia chií libanesa anunció que había lanzado más de 320 cohetes y drones contra una decena de bases militares israelíes. El líder del grupo, Hasán Nasrala, aclaró que van a evaluar los resultados del ataque lanzado este domingo contra Israel para vengar a su máximo comandante militar, Fuad Shukr, asesinado en Beirut el 30 de julio y, si este ha cumplido con sus objetivos, considerará “la respuesta como acabada”.

La escalada de tensión amenaza con abrir un nuevo frente bélico en Oriente Próximo, mientras continúan las negociaciones en Egipto para poner fin a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza. Al mismo tiempo, el enfrentamiento puede agravar aún más las tensiones entre Irán, por su respaldo a la milicia Hizbulá, e Israel, además de Estados Unidos, su principal aliado. El ministro de Exteriores israelí ha asegurado este domingo que su país no tiene como objetivo una guerra abierta en la región. Hizbulá e Irán tampoco parecen quererla.

Israel asegura que buscaba “frustrar un ataque inminente”

Israel ha lanzado durante la madrugada el bombardeo a gran escala contra el sur de Líbano, en las que el grupo tiene “miles de lanzaderas” de cohetes. Las autoridades israelíes aseguran que el objetivo era “frustrar un inminente ataque masivo” contra su territorio. “Seguiremos eliminando amenazas y atacando intensamente a la organización terrorista Hizbulá”, ha subrayado el portavoz del ejército, Daniel Hagari.

La mayoría de lanzacohetes libaneses estaban concentrados en 40 posiciones de lanzamiento a lo largo del sur del país. El portavoz internacional del ejército de Israel, Nadav Shoshani, ha comunicado que la mayoría de ellos apuntaban al norte del territorio israelí y estaban preparados para atacarlo, aunque también había alguno dirigido hacia objetivos en el centro de Israel. Finalmente, la acción israelí ha detenido a estos cohetes de Hizbulá, que no han llegado al centro del país, y han causado “muy pocos daños” en el norte.

Hasán Nasrala, ha anunciado en la tarde del domingo que su objetivo, en respuesta al asesinato de su máximo comandante hace un mes, era la base israelí de Gilot. Hizbulá ha defendido que “controlaron” el alcance de la misma para evitar objetivos civiles.

Israel, por su parte ha definido su operación como “defensa propia en tiempo real”, ha causado al menos tres muertos en Líbano, uno de ellos combatiente de una formación armada, según ha informado el centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública de Líbano. Las autoridades libanesas afirman que dos personas han muerto durante el ataque contra la localidad sureña de Al Tiri, mientras que el tercero fue alcanzado por “drones israelíes” viajando en coche al municipio de Khiam.

EEUU sigue la escalada “de cerca”

El presidente de EEUU, Joe Biden, ha reiterado este domingo su apoyo a Israel y su derecho a defenderse, a la vez que aboga por la “estabilidad regional” por el temor a una escalada bélica aún mayor en Oriente Próximo. Biden se encuentra de viaje en California con su familia y sigue los acontecimientos “de cerca”, según ha informado la Casa Blanca. El mandatario también ha pedido a sus altos funcionarios que permanezcan en comunicación “continua” con sus homólogos israelíes.

Este ataque —el mayor desde la guerra de 2006, en la que murieron más de 1.000 libaneses— se produjo pocas horas antes de una nueva ronda de contactos en El Cairo para alcanzar un alto el fuego en la Franja. Los mediadores —Egipto, Qatar y EEUU— se reunieron en la capital egipcia, adonde también viajó una delegación del grupo palestino Hamás para recibir una propuesta de mano de Egipto y Qatar. Los representantes israelíes también acudieron, a pesar de la situación en su país. En las conversaciones de alto nivel del domingo no hubo progresos destacados, pero los grupos de trabajo de todos los países implicados permanecen en El Cairo este lunes.

El grupo chií, aliado de Irán, había prometido una respuesta significativa en represalia por el asesinato de Shukr, el máximo jefe militar de Hizbulá, en un bombardeo israelí contra Beirut. Otro ataque atribuido a Israel acabó con la vida dal jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, el 31 de julio.

Mientras, el primer ministro provisional libanés, Najib Mikati, ha convocado una reunión de emergencia del gabinete para este domingo con Comité Ministerial de Emergencia para abordar los ataques aéreos cruzados a gran escala. Tras el encuentro, Mikati ha llamado al cumplimiento inmediato de las resoluciones de Naciones Unidas. “Lo que hace falta primero es detener la agresión de Israel y después aplicar las resoluciones de manera inmediata”, ha declarado en comentarios recogidos por el diario Al Joumhouria. El Gobierno ha afirmado al finalizar el encuentro que está en contacto con diferentes actores regionales e internacionales para “detener la escalada” entre Israel y Hizbulá.

Israel declara el estado de emergencia militar

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha declarado este domingo el estado de emergencia militar tras lanzar los bombardeos a Líbano. El estado de emergencia atribuye al poder militar poderes especiales y se mantendrá, en principio, durante 48 horas. En un comunicado, el Ministerio de Defensa ha informado de que Gallant ha activado una “situación especial en el frente interior”, añadiendo que “esta declaración del estado de emergencia permite al Ejército dar instrucciones a los ciudadanos de Israel, como limitar las reuniones y cerrar lugares cuando sea relevante”.

Netanyahu, por su parte, ha declarado que Israel “hará daño a quien le haga daño” y que tomará las medidas necesarias para defenderse. “Estamos decididos a hacer todo lo posible para defender a nuestro país, para que los habitantes del norte regresen sanos y salvos a sus hogares y para seguir manteniendo una regla sencilla: quien nos hace daño, nosotros se lo hacemos a él”, señala en un comunicado recogido por la agencia Reuters.

El ex primer ministro israelí Ehud Olmert le ha acusado por otra parte de “torpedear” las negociaciones de alto el fuego en la Franja, algo que, ha asegurado, aboca al país hacia una guerra integral en la región. Olmert ha expresado que “Netanyahu no quiere que vuelvan los rehenes” —en referencia a los 105 que llevan más de 10 meses en manos de Hamás, al menos un tercio de ellos ya muertos—, sino alargar unas negociaciones y una guerra que podría degenerar en una escalada de violencia contra Hizbulá e Irán.

Y, apenas unas horas después del fuego cruzado, Hamás ha felicitado a Hizbulá por el “poderoso y concentrado” ataque en represalia contra el territorio israelí. “Esta respuesta poderosa y concentrada, que ha golpeado profundamente a la entidad sionista. Es una bofetada en la cara del gobierno [israelí] de ocupación fascista y un mensaje de que su terrorismo y sus crímenes contra el pueblo palestino y libanés no quedarán sin respuesta”, ha dicho la milicia en un comunicado. En el texto, Hamás recuerda que este ataque se produce en respuesta a las “agresiones” en la Franja de Gaza, donde ya se superan los 40.400 palestinos muertos, según las cifras del Ministerio de Sanidad gazatí.

En el día de ayer, se sucedieron los llamamientos a la desescalada del conflicto. La misión de la ONU en el Líbano y las fuerzas de paz de Naciones Unidas han urgido a Israel y al grupo chií que acuerden una tregua y se abstengan de “nuevas acciones que intensifiquen la violencia”. El secretario general de la ONU, António Guterres, también ha expresado su preocupación por el “importante aumento del intercambio de fuego en la Línea Azul” y ha instado a Israel y al grupo chií libanés Hizbulá a una desescalada “inmediata”

La coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el comandante de la misión de paz en el Líbano, el general español Aroldo Lázaro, han instado en un comunicado conjunto tanto a Israel como a Hizbulá a “cesar el fuego”: “El único camino sostenible para avanzar es el retorno al cese de las hostilidades, seguido de la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, han afirmado.