Israel continúa bombardeando Beirut tras el discurso de Netanyahu en la ONU
Israel lanzó este viernes varios bombardeos sobre Beirut, capital de Líbano, tan solo minutos después de la intervención de su primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Estos ataques han continuado intensamente durante toda la noche y la mañana del sábado y se han registrado acciones sin precedentes contra los suburbios de la capital.
Una explosión ha resonado en la capital libanesa a primera hora de la mañana, mientras medios locales informan de un bombardeo cerca de la localidad de Bhamdoun, a escasos 20 kilómetros al este de Beirut y una zona hasta ahora ajena a la violencia que se concentraba en bastiones del grupo chií Hizbulá. Paralelamente, la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) informa de “violentos” bombardeos en varias zonas del oriental Valle de la Bekaa, entre ellas poblaciones del distrito de Baalbek y al menos un punto en Hermel, en la frontera con Siria.
También han sido alcanzadas cuatro localidades ubicadas en el centro de la provincia de la Bekaa, en la que se ubica ese valle bastión de Hizbulá, según el medio estatal.
“Las Fuerzas de la Defensa de Israel están atacando ahora objetivos terroristas de Hizbulá en la región de la Bekaa, en el Líbano”, confirma por su parte el Ejército israelí en un escueto mensaje en su cuenta de X. Según la ANN, de madrugada también fueron bombardeados diversos puntos del sur del país, algunos de ellos en las áreas adyacentes a la frontera de facto entre ambos países.
Israel ya bombardeó durante la madrugada numerosos puntos del extrarradio sur de Beirut conocido como el Dahye, controlado por Hizbulá.
El Ejército israelí aseguró que entre sus objetivos estuvo armamento almacenado bajo inmuebles residenciales, un extremo que el movimiento libanés ha negado en un escueto comunicado.
La campaña cerca de la capital comenzó horas después de que otro bombardeo de intensidad sin precedentes provocara el derrumbe de varios edificios en el Dahye con la supuesta intención de matar al líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, cuyo paradero se desconoce todavía.
El Ejército israelí señaló este viernes que ha llevado a cabo un “ataque de precisión” contra la sede central del grupo chií Hizbulá, localizada bajo un edificio residencial en la capital libanesa. El blanco del bombardeo era el líder del movimiento político y armado, Hasán Nasralá. Una fuente cercana al secretario general ha dicho a la agencia de noticias Reuters que este se encuentra a salvo.
“El Ejército ha realizado un ataque de precisión en la sede central de Hizbulá, localizada bajo edificios residenciales en el corazón de Dahiya, Beirut”,señaló en un comunicado. “En este momento no hay ningún cambio en las directrices defensivas de las Fuerzas de Defensa de Israel”. Poco después del bombardeo masivo de este viernes, el periódico israelí Haaretz informaba de que Netanyahu volvería a Israel desde Nueva York antes de lo previsto.
Los equipos de emergencia libaneses trabajan para apagar los incendios que han provocado las bombas, rescatar a los heridos y recuperar los cuerpos de debajo de los escombros, según ha informado la Agencia Nacional de Noticias de Líbano. Las autoridades libanesas han contabilizado de momento dos muertos y más de 70 heridos.
El pasado viernes, más de medio centenar de personas murieron en un bombardeo israelí que hizo derrumbarse dos edificios en el Dahye, donde en los días siguientes se sucedieron además otras tres acciones contra altos mandos de Hizbulá, una de ellas fallida.
El ministro de Sanidad de Líbano, Firass Abiad, informó este viernes de que Israel había matado a 25 personas en nuevos bombardeos contra el sur y el este del país, ambos bastiones de Hizbulá. El Ejército israelí confirmó que en las primeras horas del viernes había atacado decenas de objetivos y que las operaciones continuarían a lo largo del día.
El miércoles murieron 92 personas por los bombardeos de Israel, según informa el Ministerio. En total, solo esta semana han muerto más 700 personas, la misma cifra de los que habían muerto por los ataques de Israel entre el 8 de octubre de 2023 y el 16 de septiembre.
“Después de casi un año en el que Israel ha advertido al mundo y le ha dicho que hay que detener a Hizbulá, Israel está haciendo lo que haría cualquier Estado soberano del mundo si tuviera una organización terrorista que busca su destrucción en su frontera, tomar las medidas necesarias para proteger a nuestro pueblo y que las familias israelíes puedan vivir en sus casas, seguras y protegidas”, ha afirmado el portavoz del Ejército momentos después del bombardeo sobre Beirut.
Esta semana, el Ejercito israelí ha asegurado que está preparando una “posible” invasión terrestre en Líbano y que sus tropas ya están listas para la siguiente fase. En las últimas horas, Israel ha desplegado varias unidades cerca de la frontera y ha realizado ejercicios simulando la invasión. “Estamos preparando el proceso de maniobra, lo que significa que vuestras botas militares entrarán en territorio enemigo, entrarán en pueblos que Hizbulá ha preparado como grandes puestos militares avanzados, con infraestructura subterránea, puntos de reunión y plataformas de lanzamiento contra nuestro territorio”, dijo el jefe del Ejército, Herzi Halevi.
Por su parte, la agencia estatal de noticias siria, SANA, ha informado que un ataque israelí ha matado este viernes a cinco soldados sirios muy cerca de la frontera entre Siria y Líbano.
Más de 30.000 personas han cruzado en los últimos días la frontera hacia Siria huyendo del conflicto que se ha desatado en Líbano, siendo por el momento la mayoría de éstos sirios que habían huido del conflicto armado en su propio país, ha afirmado este viernes la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), presente en los cruces fronterizos.
Varios pasos fronterizos están abiertos 24 horas al día para permitir el paso de sirios y libaneses, a quienes se está dejando entrar a Siria por un periodo indeterminado y sin presentar los documentos que se les solicita habitualmente
El representante de ACNUR en Siria, Gonzalo Vargas LLosa, quien se ha trasladado a la frontera, ha asegurado que la mitad de todos los que están llegando son niños y que el segundo grupo más numeroso son las mujeres. En términos de nacionalidad, por el momento el 80% de los que están llegando a Siria son sirios y el resto, libaneses.
Entre los que llegan también hay muchos heridos, ha dicho el representante de ACNUR, quien ha sido testigo de la llegada de una mujer que llevaba a sus dos hijos muertos para enterrarlos en Siria.
Vargas Llosa ha recalcado que sirios y libaneses han tenido que hacer frente a “una decisión increíblemente difícil” antes de dirigirse a la frontera porque saben que llegan a un país en profunda crisis y con la economía colapsada como resultado de 13 años de conflicto armado interno.
Vargas Llosa ha destacado la generosidad que está mostrando en estas circunstancias el Gobierno sirio, que es el que está liderando la respuesta humanitaria en colaboración con la Media Luna Roja siria y ACNUR, organización que ya ha perdido en los bombardeos de Israel sobre el Líbano a dos trabajadores y a miembros de sus familias.
A su llegada, libaneses y sirios reciben ayuda de primer necesidad, incluidos alimentos, agua, artículos de abrigo y son enviados a algunos de los centros de acogida que se han instalado.
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