Israel carga de nuevo contra España. El Gobierno de Israel vuelve a acusar a ministros españoles de alentar el terrorismo islámico por denunciar la masacre que está cometiendo en Gaza, con casi 35.000 muertos, después de siete meses de bombardeos, desde el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.
“La demonización y deslegitimación de Israel, recurriendo a acusaciones carentes de fundamento, da alas a quienes persiguen la desaparición de Israel”, ha afirmado este miércoles la legación diplomática de Israel en España: “La Embajada manifiesta su total rechazo a la falsa acusación difundida por algunos ministros, intelectuales y medios de comunicación de que Israel está cometiendo un genocidio”.
Israel se refiere a las cartas enviadas este miércoles, adelantadas por elDiario.es, en las que el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy (Sumar), avisaba a empresas españolas con intereses en Israel de poder estar siendo cómplices del “genocidio” en Gaza, así como de las violaciones de derechos humanos cometidas contra la población palestina en Gaza.
“La demonización da alas a Hamás y a quienes persiguen la desaparición del Estado de Israel son una clara incitación al odio y alientan el antisemitismo”, prosigue el comunicado israelí: “Esto contrasta con el incomprensible silencio en España de la mayoría de los intelectuales y organizaciones de derechos humanos ante el drama de los 132 secuestrados que siguen en manos de los terroristas de Hamás”.
El comunicado de Israel también se produce 24 horas después de que la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego (IU), hablara también del “genocidio en directo contra el pueblo palestino”.
El Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, con sede en La Haya, está pendiente de dictar sentencia sobre la denuncia de Suráfrica contra Israel por genocidio. Precisamente, la Corte Internacional dictó unas medidas cautelares contra Israel a “tomar medidas para evitar un genocidio en Gaza”.
Economía y Exteriores se han desmarcado de la iniciativa de Bustinduy. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha declarado este miércoles tras conocerse la noticia: “No he visto el comunicado en concreto. En general, tenemos muy claro desde el Gobierno nuestra visión con respecto a la situación en Gaza y al desarrollo y a la importancia del mantenimiento de los derechos humanitarios en la zona. Por ello es por lo que estamos peleando a nivel internacional también. No solo para que haya un alto el fuego, sino para que cesen todas estas actividades, toda esta violencia. Y que efectivamente podamos tener una situación de paz en la zona, que es lo importante”.
Fuentes de Exteriores, por su parte, afirman: “No sabemos nada de esa carta. No entendemos qué quiere decir con 'el Gobierno'. Nuestra posición es clara sobre Gaza, Palestina y el reconocimiento. Esta misma mañana el ministro ha puesto un tuit al respecto, pero también es clara nuestra posición de que el Estado de Israel y el pueblo de Israel son amigos de España y del pueblo español”.
No es la primera vez
El ministro israelí para Asuntos de la Diáspora y para Combatir el Antisemitismo, Amichai Chikli, calificó hace tres semanas al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de “líder extremadamente débil” sin “una brújula moral” por sus posiciones en relación con la guerra en Gaza y el reciente ataque iraní. “Sé que Sánchez no tiene una brújula moral” y que es un “líder extremadamente débil”, dijo Chikli en unas declaraciones en la sede de la Asociación de la Prensa Israel Europa en Bruselas.
Pero hay más. Hace unos meses, a finales de noviembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó en TVE: “Tengo francas dudas de que estén cumpliendo con el derecho internacional humanitario”. Y estas palabras fueron suficientes para que el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, llamara a consultas a la embajadora de Israel en España. ¿Por qué? Porque Sánchez criticó el alto número de víctimas mortales en Gaza y expresaba dudas de que Israel “cumpla con el derecho internacional”.
“Tras las indignantes palabras del presidente del Gobierno de España, que repite acusaciones infundadas, decidí llamar a la embajadora de Israel en España [Rodica Radian-Gordon] para que vuelva a consultas en Jerusalén”, anunció Cohen a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter).
“Apoyar el terrorismo”
El Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu llegó a acusar en otra ocasión, también en noviembre, a Sánchez de “apoyar el terrorismo” tras las críticas del presidente español a la masacre ejercida en Gaza. En efecto, Eli Cohen arremetió duramente contra el presidente español y el primer ministro belga, de visita oficial esa semana en Oriente Medio, por el llamamiento de ambos líderes a cumplir con la legalidad internacional.
“Condenamos las falsas acusaciones de los primeros ministros de España y Bélgica que apoyan el terrorismo. Israel está actuando de acuerdo con el derecho internacional y luchando contra una organización asesina peor que ISIS”, decía la nota.
El Gobierno español se apresuró a calificar como “falsas” e “impresentables” las acusaciones del Ejecutivo de Netanyahu, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, procedió a convocar a la embajadora israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon. Horas antes había hecho lo propio Israel con la embajadora española por cuarta vez desde los ataques de Hamás del 7 de octubre.
El precedente inmediato de este choque diplomático fue la intervención del presidente español frente al paso fronterizo de Rafah. “La matanza indiscriminada de civiles inocentes, incluyendo miles de niños y niñas, es totalmente inaceptable. La violencia solo conducirá a más violencia”, dijo Sánchez en referencia a Israel antes de abrir la puerta a que España pueda reconocer unilateralmente a un estado palestino si el resto de países de la UE no da el paso. Desde entonces, la posición española ha ido avanzando hasta el punto de afirmar que ese reconocimiento se producirá “pronto”.
Fuentes del Ejecutivo rechazaron “tajantemente las acusaciones del Gobierno de Israel hacia el presidente del Gobierno y el primer ministro belga”. Esas mismas fuentes recordaban que desde el 7 de octubre, tanto Sánchez como “todo el Gobierno de España” ha “condenado el atentado terrorista de Hamás, ha expresado su solidaridad con todas las víctimas israelíes y ha hecho un llamamiento a la liberación incondicional e inmediata de todos los rehenes”.
Los ataques de Israel
Israel acostumbra a contraatacar cuando se le recuerda que debe cumplir con el derecho internacional humanitario, después de bombardear sin descanso Gaza desde el ataque de Hamás del 7 de octubre, que causó 1.200 muertes y más de 200 personas secuestradas.
El país llegó a denegar el visado al jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, a raíz de las declaraciones del secretario general de la ONU, António Guterres, que consideró los “terribles ataques” de Hamás contra Israel no pueden justificar el “castigo colectivo del pueblo palestino” y que no se producen en un vacío, sino “tras 56 años de ocupación asfixiante”. El secretario general de la ONU, además, habló de “las claras violaciones del derecho internacional humanitario que estamos presenciando en Gaza”.
Fue el 25 de octubre. Desde entonces, Guterres no sólo no ha dejado de condenar la muerte de civiles, sino que ha llegado a calificar Gaza como un “cementerio de niños” por los bombardeos israelíes.
Antes incluso de aquella ofensiva israelí contra la ONU, se produjo el primer encontronazo de Israel con el Gobierno español. Fue una semana después del ataque de Hamás, cuando ya se percibía que la respuesta israelí no discriminaba entre combatientes de Hamás y civiles. Ione Belarra, secretaria general de Podemos y entonces ministra en funciones de Derechos Sociales, pidió llevar a Netanyahu ante la Corte Penal Internacional por “los crímenes de guerra cometidos en Palestina”.
Y la respuesta de la embajada de Israel en España fue acusar a miembros del Gobierno español de “alinearse por este terrorismo tipo ISIS” y tachó sus palabras como “absolutamente inmorales”. Exteriores emitió un comunicado en el que rechazaba “tajantemente las falsedades” de Israel. Belarra, por su parte, afirmaba: “El mundo al revés. Israel, un Estado genocida, llama a consultas a los embajadores de España y Bélgica. Lo repito, si no frenamos la barbarie, la barbarie nos arrastrará con ella”.
Esta misma embajada israelí también cargó contra el Ayuntamiento de Barcelona, después de que el consistorio aprobara interrumpir relaciones con el gobierno de Israel con los votos de PSC, comuns y ERC. La legación diplomática dijo que la decisión “es un nuevo episodio de la actitud anti israelí del Ayuntamiento de Barcelona”, y ha añadido :“Tenemos muy presente que el Ayuntamiento de Barcelona no ha condenado los brutales asesinatos ni los secuestros de niños, mamás, ancianos y civiles inocentes”.