Javi López: “El cambio en Colombia es histórico y la región entra en una ola progresista clara”
Javi López (Madrid, 1985) es eurodiputado desde 2014, miembro de la dirección del PSC y copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana. En estos últimos meses ha viajado periódicamente a Colombia como presidente de la Misión de Observación Electoral de la UE, y ha seguido de cerca un proceso político que ha culminado este pasado domingo con la elección del primer presidente de izquierdas en Colombia, Gustavo Petro. Desde Colombia, López atiende a elDiario.es: “El cambio en Colombia es de carácter histórico, se ha producido una alternancia histórica después de 200 años de independencia, con trascendencia para el país y para la región”.
El eurodiputado socialista explica que ha tenido que viajar “cuatro veces durante este año” para realizar una “observación metódica” con una misión que cuenta con “50 personas trabajando en Colombia durante seis meses”.
“Ha sido una una misión larga, pero muy interesante y con repercusión”, explica López: “Además, existían muchísimas dudas alrededor del proceso electoral y hemos sido realmente útiles en el proceso. Ha sido limpio, sí. Nosotros hemos estado muy encima de todo, de la autoridad electoral, del recuento de resultados...”.
En este sentido, el presidente de la Misión de Observación Electoral de la UE defiende que lo ocurrido el domingo pasado “es ejemplar para la democracia colombiana”. ¿Por qué? “Porque todos los actores involucrados en un cambio trascendental, histórico, de alternancia del país, están a la altura del momento histórico. La autoridad electoral ha celebrado unas elecciones bien organizadas, ordenadas en términos generales, pacíficas y en las que se da el resultado de forma clara y rápida”.
Pero no sólo es la organización, López destaca también el papel de los actores políticos: “El candidato que pierde, concede rápidamente la victoria. El que gana, y es verdad que es un resultado nítido de victoria después de elecciones con elevada incertidumbre sobre el final, envía mensajes de conciliación, de unidad y diálogo. Y el Gobierno saliente de Duque reconoce la victoria del ganador y se abre a la voluntad de tener una transición de poder ordenada”.
Y todo esto en un país que ha vivido una guerra.
Claro, es un país atravesado por un conflicto armado de una guerra, con décadas y décadas de violencia política. Tiene una enorme trascendencia. Y es muy interesante porque, de alguna forma, la victoria de la izquierda ensancha el sistema político colombiano, porque llega al poder una parte del país que nunca había accedido al poder.
Eso es bueno para el sistema político, porque como mejora el perímetro del sistema, es más grande y más inclusivo y, al mismo tiempo, esa parte del país va a tener que enfrentarse a las dificultades, a los límites y a las contradicciones de poder.
Una victoria que llega después del cambio en Chile, también.
Evidentemente, todo esto, aparte de la lectura colombiana, está incrustado en una ola, como al principio del siglo, especialmente después de Chile y a pocos meses de las elecciones en Brasil, donde Lula podría ganar.
¿Cuál ha sido el papel de las FARC, ahora convertidas en el partido Comunes?
El acuerdo de paz ha destapado dos cosas. Una, que siempre que se han presentado a las elecciones, el resultado de los Comunes ha sido prácticamente nada, pero, al mismo tiempo, la desaparición de las FARC y el acuerdo de paz es lo que ha permitido una nueva conversación en el país, y emerger discusiones del ámbito socio-económico y salir de la seguridad como el único elemento central en la discusión política.
El acuerdo de paz tiene muy poco impacto electoral en las FARC, pero tiene mucho impacto político. Parecería difícil este escenario que hemos vivido sin el acuerdo de paz.
¿Y a partir de ahora?
Hay que estar muy pendiente del gabinete. Petro es un candidato que se presenta por tercera vez y lo hace con un proceso de acumulación de fuerzas durante la última década, un proceso de agregación en el que no solo está la izquierda, sino que hay sectores del país de centro y centroizquierda que han volcado sus esfuerzos en la candidatura; figuras relevantes del centro, vinculadas al programa de Santos o Alejandro Gaviria.
Es sintomático que no sea solo el núcleo de la izquierda colombiana y, honestamente, sin el acuerdo de paz, no habría sido tan natural que una parte del centro se volcara a favor de Petro.
Hemos oído hablar de un país con dudas sobre el proceso electoral, sobre las candidaturas, con enorme preocupación por una campaña polarizada... Y al final ha sido un resultado ejemplar por parte de todos los actores involucrados, los dos candidatos, el Gobierno y la autoridad electoral.
¿Cómo se prevé el gabinete?
Hay especulaciones, pero su coalición electoral ya ha ido más allá de la izquierda del país, incluyendo al centroizquierda. Son equilibrios que ya vimos en el gabinete de Boric. La coalición electoral de Petro y la de gobierno incluye al centroizquierda del país, como ha pasado con Boric con su conformación de Gobierno. Ha estado la izquierda y el centroizquierda en las mayorías presidenciales de Boric y en la mayoría presidencial de Petro.
Se han dado las circunstancias históricas para que el PS de Chile saliera de la Concertación y que aquí se articulara con un candidato de izquierdas para una mayoría. La región está ante una nueva ola de izquierdas, y creo que también va a aprender de los errores de la última. Con una potencial victoria presidencial de Lula, junto con Boric y Petro creo que se dibuja una izquierda en el gobierno con voluntad de redistribución y de responder a las demandas de justicia social, pero al mismo tiempo anclada en instituciones y en los derechos humanos y la democracia.
En un país en el que se ha vivido mucha violencia últimamente contra activistas de derechos humanos y miembros de la oposición.
El problema es la implementación incompleta del proceso de paz, y en lugares donde se esperaba que llegara el Estado con el acuerdo de paz, pues no ha llegado todavía. Esto lo dice la Unión Europea y Naciones Unidas: hay datos durante los últimos tres años que evidencian un problema grave de asesinatos de ex guerrilleros, de defensores de derechos humanos y defensores del medioambiente. Es un problema. Es violencia planificada en algunas partes del país.
¿Se consolidará el movimiento político de Petro?
Ellos tenían la lista más votada por el Senado, pero al mismo tiempo van a tener que llegar a acuerdos con el centroizquierda, con el Partido Verde, con la izquierda y el Partido Liberal. Va a tener que llegar a acuerdos en términos de gobernabilidad con varios actores de las cámaras, y eso no tiene porque ser negativo tampoco.
Realmente la región entra en un panorama de ola progresista clara, reconciliando al país consigo mismo, porque la historia de Colombia está plagada de magnicidios de candidatos de izquierdas, de líderes sociales y líderes de izquierdas. Y hay que reconocer también el papel del Gobierno. El comportamiento ha sido ejemplar.
Luego es interesante el tema de Rodolfo Hernández, porque a la segunda vuelta no pasó el candidato de la derecha tradicional. Yo creo que es sintomático de una cierta descomposición de la derecha tradicional, que va a tener que reconstruirse. Pero que pasa en todo el continente y también en Europa.
El eurodiputado socialista volverá en septiembre a Colombia, una vez que ya haya tomado posesión el nuevo Gabinete de Petro para la presentación final del informe de la misión de observación electoral. Allí se reunirá con el presidente, el canciller y los presidentes de las bancadas para explicarles las recomendaciones para el Código Electoral: “Es importante ahora que la Unión Europea se implique. Colombia siempre ha sido un aliado estratégico, tenemos mucha presencia en el país, hemos trabajado siempre de la mano de los gobiernos del país. Pero es cierto que la agenda de la administración de Petro, con el cambio climático, la política social, el crecimiento inclusivo, son ejes de trabajo en el ámbito internacional de Europa, y por eso hay que aprovecharlo. Hay un reclamo de un modelo social más equilibrado, que es el modelo que representa Europa, y es uno de los ejes que siempre ha mostrado en la campaña y en su agenda.
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