Juan Luis González (Buenos Aires, 1992) comenzó a conocer al entorno de Javier Milei mientras cubría para la revista Noticias la temporada de verano 2021 en Pinamar, una ciudad sobre el océano Atlántico, distante a unos 350 kilómetros de Buenos Aires, a la que se trasladan los conciliábulos políticos en enero y febrero. Por entonces, cuando la crisis sanitaria del coronavirus todavía marcaba la agenda, Milei era un economista ultraliberal y anticuarentena que animaba con su estridencia los talk shows de la televisión y comenzaba a pergeñar un partido político.
Avanzado el año, González comenzó a seguir encuentros a los que Milei convocaba a través de redes sociales en alguna esquina de Buenos Aires. Un par de tuits del extremista concitaban la concurrencia de cientos de personas, con un primer dato llamativo. No se trataba de adultos de los barrios más acomodados de la capital argentina que suelen votar a partidos conservadores, sino de jóvenes, en su mayoría varones, provenientes de barrios de clase media y media baja.
El periodista se metió en las entrañas del movimiento de Milei y publicó El Loco; la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina (Planeta, julio de 2023). El texto recorre los aspectos controvertidos de la personalidad del economista, la influencia de sus perros, la financiación de su carrera política y el entramado ultraderechista que, por primera vez en la historia, puede acceder a la presidencia por vía democrática. La segunda vuelta del 19 de noviembre, en la que Milei competirá con el peronista Sergio Massa, dará la respuesta.
El libro se titula El Loco y varias apariciones públicas, como una entrevista posterior a la primera vuelta que se volvió viral, alimentan las dudas sobre su equilibrio mental. ¿Milei está loco?
No soy un especialista en salud mental como para aseverarlo. Lo que está documentado es que desde hace seis años que viene creando la ficción de que su perro Conan está vivo (falleció en octubre de 2017) y, cuando llegan los clones (Milton, Murray, Robert y Lucas), se convence de que los perros tienen poderes. También puedo documentar la aparición de un brujo anarcocapitalista, Gustavo, que es quien lo convence de que los poderes de los perros son un sostén energético. Luego, la médica veterinaria Celia Melamed lo lleva a creer que Conan reencarnó en uno de los clones. Melamed actúa como médium para comunicarse con Conan y entrena a Karina Milei (hermana de Javier) en esta disciplina. Con los años, en 2020, Milei se pelea con su único amigo, (el economista) Diego Giacomini, y muere su psicólogo por la pandemia. Eso lo desequilibró mucho. Karina lo ve tan mal que lo lleva a vivir a lo de los padres. Allí Milei empieza a decir que tiene diálogos con Dios y que lo llamó a ser presidente en 2023. Sería muy atrevido de mi parte decir si está loco, pero que alguien que toma decisiones sobre la base de sus diálogos con los perros maneje el país en el que vivo, me preocupa mucho.
Milei pasó al menos 12 fiestas de Año Nuevo, entre 2005 y 2017, solo en su casa, brindando con Conan
Personas que lo conocieron en otros ámbitos afirman que el personaje público es distinto al privado. ¿Puede tener una conducta normal?
Cuando se aplica a una tarea, es muy eficiente. En el mundo Eurnekián (por el empresario Eduardo Eurnekián, accionista principal de Corporación América) hablan bien de su trabajo (como economista jefe), pero remiten que le cuestan las relaciones sociales. Es imposible tener con él un diálogo mundano sobre la vida, el fútbol o las vacaciones, porque sólo habla de economía o de los perros, y no sale de ahí. Usa el formato emisor, habla y no escucha, según sus compañeros de colegio y de Aeropuertos 2000 (empresa de Corporacion América). Hay un Milei hasta octubre de 2017, cuando muere el perro, y otro posterior. Asume esa pérdida en una dimensión de padre e hijo, con el aditamento de que es extremadamente solitario. Milei pasó al menos 12 fiestas de Año Nuevo, entre 2005 y 2017, solo en su casa, brindando con Conan. Lo adopta en 2004 en un criadero de mastines ingleses en Córdoba, está un tiempo en transición y luego lo lleva a su casa. El Milei de los años de Corporación América es narrado por Rafael Bielsa (excanciller de Néstor Kirchner, ex CEO de la empresa) como alguien que jamás habló de política y mucho menos reivindicó la dictadura militar. Y luego hay otro Milei que surge en 2020, tras la pelea con Giacomini. La política, la fama y los votos empeoraron su costado más irracional. Pierde las dos contenciones y bajadas a tierra que eran el terapeuta y el amigo, y gana influencia un círculo adulador que exacerba su tendencia, como les suele pasar a los políticos. En Editorial Perfil teníamos un trato cordial y respetuoso, lo entrevistamos decenas de veces, hasta que publicamos los plagios en sus libros. A partir de ahí, el vínculo se interrumpió por completo.
Milei suele incurrir en provocaciones, y en ese marco, hizo públicas expresiones chocantes con la democracia, la memoria histórica y el mínimo respeto al prójimo. ¿Hasta qué punto representa una amenaza real?
Hay un juego político en él. La noche de las elecciones de primera vuelta (22 de octubre), da un discurso más moderado de lo habitual, que es el que transmitieron los canales. Luego, con menos presencia de los medios, le habla a la militancia y denuncia fraude. Percibo cierta estrategia política. “A los convencidos los arengo con fraude, como Donald Trump y Jair Bolsonaro; para afuera me modero”. Hay tensiones obvias entre la ultraderecha y la democracia, pero hasta ahora, Milei se presentó a las urnas en 2021 (sacó el 17% de los votos en la Ciudad de Buenos Aires, cuando fue electo diputado) y en 2023. Uno de sus principales asesores, Fernando Cerimedo, ideó la denuncia de fraude que enarbolaron los golpistas en Brasil. Quedó muy desprestigiado, pero viene de ahí. En Argentina, por ahora el intento no escaló, pero habrá que estar atentos.
A Milei lo rodean hombres de finanzas, de Corporación América, conservadores, ultraderechistas, influencers y, desde la última semana, el expresidente Mauricio Macri y la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. ¿Quién prevalecerá si llega al gobierno?
Estamos en plena noticia en desarrollo. No sólo porque cambió Milei; se castificó tras la primera vuelta, pactó con la casta que denunciaba (en alusión al acuerdo con Macri y Bullrich). Comenzó a decir cosas en las que no cree. En cuestión de horas, de “asesina tirabombas” (que le endilgó a Bullrich por su pasado en la izquierda peronista) pasó a llamarla ministra de Seguridad. Los “zurdos de mierda” resulta que ahora podrían manejar el ministerio de Capital Humano. Uno de sus grandes activos era su honestidad brutal, un credo absoluto, que era la única forma posible de decir que quiere vender niños. El giro es tan abrupto, que pierde su estela. Se está metiendo a hacer política y se sentó a la mesa de los popes. Macri y Bullrich tienen décadas de conducción, negociación y maldad a la hora de ejecutar. Milei va a la segunda vuelta casi como si fuera el tercero de la primera vuelta. Hay un caos en su espacio impresionante; se enteran sobre la marcha de cómo negocia con Macri. Al caos que seguía los vaivenes emocionales del líder y la hermana, ahora se le suman muchas más manos en el mismo plato. Macri se mete para sacar tajada, no por amor a la patria; es lo que piensan en La Libertad Avanza. Se verá qué espacio tiene cada uno porque Milei es indomable. No tiende a la moderación y se le está metiendo gente que sabe mucho más que él del poder.
¿Quién es hoy el hacedor detrás de Milei?
Eurnekián lo empujó a los medios y a la política. Nicolás Posse, exgerente de Corporación América, crea una asociación civil para canalizar los aportes a la campaña, lo que podría sonar como un escándalo. Pero esta situación se volvió un Frankenstein para Eurnekián. Quería alguien que le respondiera y apareció esto. Eurnekián es un empresario que hace negocios con el Estado, depende de sus regulaciones, negocia con las provincias (sus empresas centrales son la concesión de aeropuertos, la petrolera CGC y una firma de construcciones), por lo que no le agrada para nada un político que quiere anular la obra pública. Mario Russo, un consultor que había trabajado con Jaime Durán Barba (el gurú ecuatoriano del ascenso político de Macri), fue muy importante en las elecciones de 2021, pero se pelea en 2022. Allí llega Santiago Caputo, otro consultor, figura central hoy. En las últimas semanas, Milei deja en claro a todos que su armador es Guillermo Francos (un político de derecha que fue aliado del kirchnerismo y ejecutivo de la empresa de Eurnekián).
La Libertad Avanza está crujiendo por el avance del macrismo
¿Podría la alianza con Macri y “la casta” desencantar al núcleo de votantes que lo acompañó a Milei en un primer momento?
Este año me fue arrebatando todas las certezas que podía tener. Pensaba que le iba a ir bien a Milei en las primarias (13 de agosto), pero no tan bien (ganó con 30% de los votos). No imaginaba de ninguna manera que Massa iba a ganar la primera vuelta (con 37%). Perdí la brújula. Tiendo a pensar que el que votó dos veces a Milei, en agosto y en octubre, lo va a hacer en noviembre. Si mido la cantidad de insultos diarios que recibo en las redes, bajaron drásticamente desde el acuerdo con Macri. El núcleo que votó contra la casta sintió el golpe.
Tras la alianza con Macri, ¿prevalecerá un Milei de derecha, pero más previsible?
Estamos conociendo a un nuevo Milei que no sé hasta dónde va a llegar. Él era extremadamente coherente con su pensamiento y lo extremaba tanto que justificaba la venta de niños. Hace una semana le preguntaron en televisión si el perro muerto le dicta la estrategia política y no lo negó. Con el pacto con Macri, se traicionó por primera vez; lo veo desorientado. Le entró una piña (puñetazo), pero si vuelve a la pelea, va a ser el duro de antes. La Libertad Avanza está crujiendo por el avance del macrismo. Veo fuerzas en pugna. Un tipo duro, desestabilizado más de lo normal, está bailando nada menos que con Macri.
También implica un riesgo grande para Macri, quien aspiraba a habitar círculos de derecha con más prestigio.
Macri está involucionando y volvió a una etapa previa a Durán Barba. Regresó a su etapa de patrón de estancia. Va para adelante, a riesgo de que Milei lo arrastre en la derrota, pero más lo puede arrastrar si gana. Quienes lo conocen afirman que Macri está convencido de que Massa lo va a ir a buscar con la Justicia, porque tiene varias causas. Es un miedo humano y personal, porque los hijos de Macri están involucrados en el expediente del Correo Argentino (en manos de la familia Macri en el período en que fue privado).
La candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, representa peligros de otra índole. Dedicó toda su vida a reivindicar a la dictadura y tiene vínculos históricos con el mundo de los represores. ¿Será alguien capaz de bajar las banderas de la impunidad en aras de la gobernabilidad?
A diferencia de Milei, Villarruel sí hizo política toda su vida. Tiene un organigrama muy trabajado. Le da letra a Milei en el tema que le interesa y él la repite sin cambiar una coma. Milei se convierte al anarco-capitalismo en 2005, pero Villarruel integra la familia militar desde que tiene uso de razón. En 1987, su padre militar va preso por haberse negado a respetar la Constitución. Es una causa que lleva en el corazón. Varió algo en el punto en que antes defendía abiertamente a los genocidas, y, en los últimos años, buscó representar a familiares de víctimas de las organizaciones armadas de los setenta. Un giro. Hasta dónde podrá avanzar es una incógnita.