El mecanismo COVAX, cuyo objetivo es intentar asegurar un reparto equitativo de vacunas a nivel mundial, ha entregado sus primeras dosis este miércoles en Accra, Ghana, según ha anunciado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata del primer lote de vacunas repartido a través de esta iniciativa, que hasta ahora no había comenzado a distribuir dosis, y juega un papel importante en el acceso de los países empobrecidos. En estos momentos, preocupa la distribución desigual de las vacunas a nivel global y las naciones más ricas han acumulado críticas por acaparar la mayoría del suministro, mientras la oferta sigue estando muy por debajo de la enorme demanda. Hasta ahora, se han administrado 210 millones de dosis en todo el mundo, pero la mitad de ellas se encuentran en solo dos países y el 80% en 10 países.
Ghana ha recibido este martes 600.000 vacunas que forman parte de un lote inicial de entregas del preparado de AstraZeneca / Oxford fabricadas por el Serum Institute de India.
“Por fin. Un día para celebrar, aunque solo es el primer paso”, ha dicho en Twitter Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la OMS, que coordina el mecanismo junto a Gavi –la Alianza para la Vacunación– y CEPI. “Hoy culminan muchos meses de planificación, investigación, negociación y coordinación. Pero es solo el comienzo. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer”. La rama de la agencia en Ghana ha dicho que la llegada de los primeros sueros es “una noticia trascendental y decisiva para poner fin a la pandemia”.
El plan de los impulsores de COVAX es que el grueso de la primera ronda de entregas tenga lugar en marzo, pero habían anunciado algunos envíos a finales de febrero a aquellos países que ya habían cumplido determinados requisitos. Este miércoles, Ghana se ha convertido en el primero. Esperan también entregar dosis a Abidjan, Costa de Marfil, esta semana. Algunas dosis con las que cuenta India también han recibido apoyo del mecanismo, pero estas son las primeras que se envían y se entregan a través del sistema.
“La misión de COVAX es ayudar a poner fin a la fase aguda de la pandemia lo antes posible, permitiendo el acceso equitativo a las vacunas COVID-19 en todo el mundo. La entrega de hoy nos acerca un paso más a este objetivo y es algo de lo que todo el mundo puede estar orgulloso. En las próximas semanas, COVAX debe entregar las vacunas a todas las economías participantes para garantizar la protección de las personas con mayor riesgo, vivan donde vivan. Necesitamos que los gobiernos y las empresas vuelvan a comprometerse con COVAX y nos ayuden a derrotar a este virus lo antes posible”, dice Seth Berkley, director general de Gavi, en un comunicado.
Según su pronóstico provisional, COVAX prevé distribuir en el primer semestre 240 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca/Oxford fabricadas por el Serum Institute de India así como otros 96 millones de dosis de AstraZeneca/Oxford (de la cual se prevé un mayor suministro para la segunda mitad del año). También pretenden distribuir una primera ronda de 1,2 millones de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que requiere un sistema de frío más complejo, en el primer trimestre.
Para muchos de los países de ingresos bajos y medios bajos (a los que se les entregará vacunas financiadas por el fondo de ayuda al desarrollo de COVAX), serán las primeras dosis que recibirán. El volumen, sin embargo, no va a ser muy alto, si se compara con las cifras de cobertura de los países que ya han iniciado sus campañas de vacunación. El objetivo es alcanzar al menos un 3% de cobertura de la población en todos los países en la primera mitad del año, “suficiente para proteger a los grupos más vulnerables, como los trabajadores sanitarios”, explicó Gavi a principios de mes. La intención es enviar más de 2.000 millones de dosis antes de fin de año, de las cuales al menos 1.300l millones irán a países de bajos ingresos, según esta asociación público privada.
Según el último análisis del Economist Intelligence Unit, para la mayoría de los países de renta media, el calendario de vacunación se extenderá hasta finales de 2022. En las economías más pobres, la cobertura de vacunación generalizada no se logrará antes de 2023, si es que se logra.
Antes de recibir las dosis a través de COVAX, los países participantes deben haber aprobado las vacunas que se van a distribuir, “un proceso que puede acelerarse mediante la emisión de autorizaciones especiales” basadas en la autorización de emergencia de la OMS, que el pasado 15 de febrero incluyó en su lista dos versiones de la vacuna de AstraZeneca fabricadas por SK Bioscience en Corea del Sur y el Serum institute de India. Hasta entonces, solo había incluido la vacuna Comirnaty de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech en diciembre, por lo que la decisión allanó en gran medida el camino para el comienzo del reparto a través de COVAX.
Además, todos los países participantes deben haber firmado acuerdos de indemnización con los fabricantes para poder recibir las dosis y las naciones de ingresos bajos y medios que reciben financiación deben haber presentado sus planes nacionales para el despliegue, que tienen que recibir el visto bueno de COVAX.
A medida que los países participantes cumplan estos criterios y finalicen los preparativos, COVAX hará el pedido a los fabricantes y enviará y entregará las dosis mediante un proceso iterativo. En otras palabras, las entregas se harán de forma continua y por lotes. Sin embargo, han avisado que la capacidad de los proveedores y de los transportistas se verá sometida a “una presión considerable” y los plazos de envío “se verán afectados por la preparación logística y los plazos de entrega, que pueden variar en función de la ubicación del participante receptor”.
Críticas por el acopio de los países ricos
El objetivo inicial del COVAX era ser el mecanismo a través del cual todos los países, ya fueran ricos o pobres, pudieran adquirir la vacuna. Muchos países de altos ingresos se unieron pero solicitando cantidades muy pequeñas, y en su mayoría solo haciendo donaciones.
Paralelamente, se han sellado un elevado número de acuerdos bilaterales, aquellos firmados directamente con las compañías (principalmente por naciones ricas), que se considera que han acabado menoscabando la propia capacidad de COVAX.
Solo el año pasado se firmaron 44 acuerdos bilaterales de este tipo y los países ricos, que representan al 14% de la población, reservaron la mayoría de las dosis. La OMS ha criticado públicamente esta tendencia, asegurando que aumenta los precios y crea el escenario que COVAX buscaba evitar, con “acaparamiento, un mercado caótico, una respuesta descoordinada y una disrupción social y económica continua”. En medio de esta incertidumbre, algunos países de renta media y baja también decidieron entrar en acuerdos bilaterales directos con las farmacéuticas.
“Pedimos a todos los países que respeten los contratos de COVAX y no compitan con ellos. Algunos países siguen firmando acuerdos bilaterales mientras otros no tienen nada. Seguimos oyendo hablar de países de altos ingresos que expresan su apoyo a COVAX en público, pero que en privado firman contratos que lo socavan, ofreciendo precios más altos y reduciendo el número de dosis que puede comprar COVAX”, rogó de nuevo este martes Tedros Adhanom Ghebreyesus. La agencia ha pedido a las compañías que fabrican vacunas que prioricen el suministro a COVAX sobre los nuevos acuerdos bilaterales.
En las últimas semanas, la OMS también ha reclamado a los países ricos que compartan sus dosis a través COVAX (no de manera unilateral), que sea en paralelo a sus despliegues nacionales y que las compartan una vez que hayan terminado de vacunar a los trabajadores sanitarios y a las personas vulnerables al virus.
No obstante, la agencia ha insistido en que es necesario ampliar de manera urgente la capacidad de producción a nivel mundial para incrementar el volumen de vacunas, algo en lo que coinciden muchos expertos y que también haría que los países pobres dependan menos de las donaciones de los ricos, según la agencia.
La OMS ha pedido a las farmacéuticas que compartan sus conocimientos con el Fondo de Acceso a la Tecnología COVID-19 (C-TAP) para “aumentar drásticamente el suministro mundial” de vacunas para los próximos años. Sin embargo, desde su creación en mayo del año pasado, ningún fabricante de las principales vacunas candidatas se ha comprometido con C-TAP, que permite la concesión de licencias voluntarias de tecnologías de una manera no exclusiva.
Paralelamente, varios países liderados por India y Sudáfrica han propuesto suspender temporalmente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre derechos de propiedad intelectual durante la pandemia, argumentando que ello podría facilitar la ampliación de la producción. Sin embargo, los países ricos siguen cerrando filas a la hora de oponerse a la propuesta de exención, como volvió a ocurrir este martes en una reunión en Ginebra. Muchos países empobrecidos y organizaciones de la sociedad civil internacionales como MSF y nacionales como Salud por Derecho abogan por esta medida como solución a la falta de acceso.