Libreville, 2 mar (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró hoy que la intrusión gala en sus excolonias africanas “ha terminado”, durante su visita a Gabón, primera parada de una gira africana que le llevará también esta semana a Angola, República del Congo y República Democrática del Congo (RDC).
“Nuestra historia común aquí en Gabón es también, y no lo escondemos, la de la Françafrique. Esta etapa de la Françafrique ha terminado”, dijo Macron en un discurso en la capital gabonesa, Libreville, ante la comunidad francesa residente en el país africano.
“Françafrique” es la denominación usada generalmente de manera peyorativa para aludir a las relaciones de Francia con sus antiguas colonias, que los críticos de ese término consideran marcada por el neocolonialismo.
“A veces tengo la sensación de que la mentalidad no evoluciona al mismo ritmo que nosotros cuando leo, escucho y veo que todavía se le atribuyen a Francia intenciones que no tiene, que ya no tiene”, lamentó el mandatario, en referencia a los crecientes discursos antifranceses en algunas de sus excolonias.
Macron reiteró el anuncio que hizo este lunes, antes de su viaje, cuando informó en un discurso pronunciado en el Elíseo sobre una “disminución visible” de los efectivos militares franceses en África, así como un cambio de estrategia en su relación con el continente.
Esto se traducirá en una remodelación de la presencia militar de Francia, que repensará sus bases militares en terreno africano y reducirá el número de efectivos enviados por París, a cambio de aumentar la participación local.
El cambio dará lugar a bases militares de gestión compartida o incluso a su transformación en escuelas de formación, en otros casos, aseguró entonces Macron.
Sin embargo, el presidente francés subrayó hoy en Libreville que “no se trata (...) de una retirada ni de un abandono, sino de adaptar un dispositivo para que (...) responda a una reformulación de las necesidades”.
En el caso de Gabón, entre las prioridades de sus relaciones bilaterales destacan la piratería marítima, la minería clandestina y los “crímenes medioambientales ligados al tráfico de estupefacientes en la región del lago Chad”, unos desafíos que “amenazan la estabilidad del país”, según Macron.
El objetivo es “construir una asociación equilibrada en los temas del clima y la biodiversidad, los temas económicos e industriales”, así como “defender nuestros intereses e impulsar causas comunes, pero yo no he venido a investir a nadie”, afirmó el presidente en un país que celebrará elecciones generales en la segunda mitad de este año.
La agenda de Macron para este viaje, que empieza con su participación hoy en Libreville en la cumbre internacional para la protección de los bosques tropicales One Forest Summit, incluye aspectos medioambientales, científicos y culturales.
La gira del jefe de Estado francés se inscribe en un marco de creciente influencia china y rusa en el continente africano.
En el primer caso, se traduce sobre todo en dependencia financiera, pero en el segundo incluye una presencia militar en aumento (en particular con el grupo paramilitar Wagner) y un acercamiento político a Moscú muy visible en el contexto de la invasión de Ucrania.