Nicolás Maduro ha reivindicado su legitimidad como presidente de Venezuela tras la autoproclamación del líder opositor Juan Guaidó como “presidente encargado” del país, un movimiento avalado por EEUU. Maduro acusa a Washington de “imponer a través de un golpe de Estado un gobierno títere a sus intereses en Venezuela” y da 72 horas al personal de la embajada norteamericana para abandonar el país.
“Comienza la movilización permanente del pueblo”, ha dicho Maduro en un discurso ante miles de personas frente al palacio presidencial de Miraflores en el que no ha nombrado directamente a Guaidó pero desde el que ha hablado de “golpismo” contra el gobierno democrático de Venezuela. “Pido a las Fuerzas Armadas máxima lealtad, máxima unión, máxima disciplina”, ha dicho.
Con diferentes argumentos, Maduro ha criticado duramente el gobierno de EEUU y también al de Perú o Ecuador, dos de los países que junto a Argentina o Brasil han mostrado su apoyo al movimiento del opositor Guaidó para desplazar del poder a Maduro. Junto a Maduro ha hablado Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano legislativo que defiende el gobierno de Maduro como legítimo frente a la tradicional Asamblea Nacional de Venezuela, en manos de Guaidó.