Una manifestación multitudinaria en Berlin planta cara a la ola de racismo
Para la pastora evangélica Thurid Poerske “la democracia está en peligro” en Alemania. Por eso que junto a otras 240.000 personas, según los organizadores, ha salido a manifestarse este sábado en Berlín. “No necesitamos un nuevo movimiento nazi en Alemania, ya sabemos lo que significó en el pasado”, explica el pastor Arend Bertzbach, que ha venido junto a ella porque ve que la extrema derecha amenaza la
sociedad alemana.
Se manifiestan “por una sociedad plural”, una llamada a salir a las calles que han realizado cerca de cuatrocientas organizaciones alemanas, entre ellas partidos como el SPD, Die Grüne (Los Verdes) o Die Linke (La Izquierda). Pero también los sindicatos han estado presentes en la movilización. Hans-Jürgen Urban, que forma parte de la directiva del sindicato IG-Metal, asegura que “después de lo de Chemnitz, no hay excusas: hay que unirse a la resistencia”.Septiembre ha sido un mes en el que los alemanes han asistido a una movilización de la extrema derecha sin precedentes que dio lugar a altercados xenófobos.
Contable de una empresa discográfica, Florian Pfeiffer ha marchado este sábado por el centro de la capital en una manifestación que, según datos de la policía, ha ocupado más de cuatro kilómetros en un desfile jovial lleno de música, familias y proclamas contra el racismo.
Numerosas ONG como Amnistía Internacional o la asociación “Seebrücke”
(puentes en el mar), que reclama la creación de vías seguras para los
refugiados en el Mediterráneo, han secundado la manifestación.
Rolf Feja representa a más de 8000 taxistas y explica a eldiario.es
que solo les “han dejado traer seis taxis a la manifestación”, pero que “por
supuesto“ querían venir ”con muchos más“. La asociación se ha sumado a la manifestación porque considera que tanto el gremio del taxi como la sociedad alemana está compuesta por muchos extranjeros.
Feja asegura que “el racismo se ha convertido en algo aceptable”, lo cual le preocupa y cree que “la sociedad multicultural es algo muy positivo”. Recuerda, además, que Alemania es “un país rico” y que si hubiera una guerra como la que hay en Siria, él también “tendría que buscar refugio”.
Movilización de la izquierda
El movimiento 'En pie', la nueva organización que cruza la agenda social con políticas duras con la migración, se distanció de la convocatoria “por la reclamación de las fronteras abiertas”. Lo cierto es que en el manifiesto que ha sacado a la calle a los cientos de miles no había ni rastro de dicha expresión, sino de una “sociedad abierta”, por lo que tanto a Wagenknecht y a Aufstehen les han llovido las críticas, que aseguran que su estrategia populista de izquierdas está virando a un discurso de derechas en contra de los refugiados en un intento de acercarse a los electores de la Alternativa por Alemania.
Próximas elecciones
Esta demostración de fuerza de la sociedad alemana supone una señal claramente a favor de la solidaridad y el entendimiento, siendo el preludio de los resultados electorales que el domingo pondrán el parlamento bávaro patas arriba. La polarización de la sociedad se reflejará en el próximo gobierno de uno de los estados más importantes económicamente del país.
Por un lado, muchos electores van a penalizar a la Unión Social Cristiana CSU, socia de gobierno de Merkel en Berlín, por su política y retórica antirefugiados, a diferencia de la canciller, por lo que el partido perderá varios diputados. Por otro
lado, la Alternativa por Alemania entrará con toda probabilidad en dicho parlamento como la tercera o cuarta fuerza, un voto protesta y lleno de resentimientos nacionalistas.
Los verdes (Die Grüne) pueden tener la clave en dicha región. En la calle la ha tenido este sábado la sociedad civil, que se muestra dispuesta a seguir manifestándose en contra del racismo y por una sociedad más justa a todos los niveles. El descontento por el desmonte del estado del bienestar ha salido a la calle, esta vez en forma de protesta de izquierdas, solidaria y abierta.