El mapa de la destrucción: así está Gaza después de un mes de ofensiva israelí
Una comparación de datos e imágenes de satélite de la Franja de Gaza muestra las zonas que han sido más golpeadas desde el comienzo de la ofensiva israelí, el pasado 7 de octubre, y entre el 17 y el 29 de octubre. Son las dos semanas en las que Israel ha intensificado las operaciones militares, incluidas las terrestres, con la entrada de tropas y blindados en el enclave palestino. La comparación ha sido realizada por Corey Scher, del Centro de Postgrado de la Universidad Municipal de Nueva York (CUNY), y Jamon Van Den Hoek, de la Universidad Estatal de Oregón, para obtener una estimación de los daños que se muestra en el siguiente mapa elaborado por elDiario.es.
En el mapa se puede observar que la mayor destrucción ha sido en la zona norte, incluida la ciudad de Gaza, donde se encuentran los principales servicios para atender a la población civil, como el hospital Al Shifa, el más grande de la Franja y que también se ha visto afectado por los bombardeos, junto a otros centros hospitalarios y de atención primaria. Las autoridades gazatíes denuncian que los ataques han tenido como objetivo viviendas y edificios públicos, incluidas escuelas, y la infraestructura civil. El Ejército israelí defiende, sin embargo, pese al elevado número de víctimas civiles, entre ellos miles de niños, que está atacando infraestructura militar de la milicia palestina Hamás y sus bases operativas, desde las que planificó y lanzó el ataque sorpresa del 7 de octubre contra Israel.
La zona norte de Gaza ha sido bombardeada intensamente y las poblaciones de Beit Hanoun (noreste) y Beit Lahia (noroeste) se han visto muy afectadas. También lo ha sido el campo de refugiados de Yabalia, sobre el que el pasado martes Israel lanzó varias bombas de gran capacidad destructiva, con decenas de muertes y edificios enteros arrasados. En toda el área han fallecido casi 2.000 personas, según los datos del Ministerio de Sanidad de Gaza, recogidos por la Oficina de la ONU de Coordinación Humanitaria (OCHA).
La mayor parte de los más de 9.400 muertos en la Franja desde el 7 de octubre se registraron en la Ciudad de Gaza y sus alrededores (más de 3.900), según un mapa elaborado por la OCHA. La urbe es la más grande y la más poblada de la Franja, y allí se ha refugiado una parte de los habitantes que huyeron del área más septentrional ante las advertencias de Israel.
El Ejército israelí pidió el 13 de octubre a los residentes del norte de Gaza y de la ciudad que evacuaran la zona “por su propia seguridad”, y estableció la línea natural marcada por el valle Wadi Gaza como demarcación entre el norte y el sur. Pero ha seguido bombardeando todo el enclave costero palestino, también las poblaciones al sur de Wadi Gaza, tal y como se puede ver en el mapa.
Un total de 1,5 millones de personas han abandonado sus hogares desde el 7 de octubre, según la OCHA, y muchas se han marchado al sur de la Franja, supuestamente la zona más “segura”, donde Naciones Unidas ha levantado un campamento temporal para acoger a los desplazados en la localidad de Jan Younis. Además, unas 700.000 personas están refugiadas en escuelas y otros establecimientos de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que ha denunciado ataques directos contra sus instalaciones y ha reiterado que ningún lugar es seguro en Gaza.
Desde el comienzo de las hostilidades, todos los pasos fronterizos de Gaza han permanecido cerrados, excepto el de Rafah, que conecta la Franja con Egipto, desde donde han entrado decenas de camiones con ayuda humanitaria esencial, que son insuficientes para cubrir las ingentes necesidades de la población, tras casi un mes de guerra y después de 16 años de bloqueo impuesto por Israel. En los últimos días, por ese cruce han podido salir decenas de heridos palestinos (una pequeña parte de los casi 23.000 registrados en total) para recibir tratamiento médico en hospitales egipcios, además de centenares de ciudadanos extranjeros o con doble nacionalidad que se encontraban atrapados en Gaza.
Las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias vienen pidiendo la entrada de más ayuda humanitaria y bienes básicos, incluido el combustible, esencial para que todo funcione en la Franja, donde actualmente no hay suministro eléctrico. La población se encuentra en una situación desesperada y al borde de una “catástrofe humanitaria”: los hospitales se están quedando sin gasóleo para sus generadores de luz y muchos heridos y enfermos están en riesgo; también escasean los alimentos y el agua potable.
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