Marine Le Pen aprovecha las amenazas de “guerra civil” de un grupo de militares para arrancar su campaña contra Macron

Sara Canals

16 de mayo de 2021 21:47 h

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Dos semanas después de que más de un millar de exmilitares franceses incitaran a la insurrección en una carta abierta, una segunda tribuna publicada el pasado fin de semana mantiene la polémica viva. Esta vez son militares en activo, escondidos tras el anonimato, quienes muestran su apoyo a los combatientes retirados que aseguraron que “Francia está en peligro” ante la amenaza de los “islamistas” y los “antirracistas” y la inacción de la clase política restablecer la seguridad. Ambos textos cuentan con el respaldo de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, quien se ha apropiado de su discurso y ha aprovechado para criticar al Gobierno por “no tomarlos en serio”.

“Nuestros [soldados] mayores tienen razón sobre el fondo de su texto, en su totalidad”, dicen en la nueva tribuna, publicada en el mismo semanario ultraconservador Valeurs Actuelles. Aparte de pedir respeto para los militares retirados, los combatientes mencionan sus experiencias en el Ejército, tanto en territorio francés como en operaciones militares en el extranjero, para justificarse. “Afganistán, Mali, República Centroafricana u otros lugares, algunos de nosotros hemos experimentado fuego enemigo”, detallan. “Vemos violencia en nuestras ciudades y pueblos. Vemos que el comunitarismo se afianza en el espacio público, en el debate público. Vemos que el odio por Francia y su historia se está convirtiendo en la norma”.

Sobre las amenazas de insurrección, aseguran que “nadie puede desear una situación tan terrible” pero alertan que “sí, se está gestando una guerra civil en Francia y ustedes [refiriéndose a la clase política] lo saben perfectamente bien”.

Aunque los signatarios de la carta se esconden tras el anonimato, la plataforma invita a cualquier ciudadano a firmar el texto. A menos de una semana de publicarse, la tribuna acumula casi dos millones de visualizaciones y 249.989 firmas en apoyo a los militares. Los firmantes afirman ser soldados “que han ingresado recientemente en la carrera” y aseguran: “Si bien no podemos expresarnos legalmente a cara descubierta, nos es imposible permanecer en silencio”. 

El jefe del Estado Mayor, François Lecointre, quien anunció sanciones para los 18 militares en activo que firmaron la primera carta, invita a los nuevos signatarios a abandonar el cuerpo. “Sin duda, lo más razonable es salir de la institución para poder hacer públicas, con total libertad, sus ideas y convicciones”, advierte en un comunicado.

Por otra parte, varios miembros del gobierno francés han vuelto a condenar el contenido de esta iniciativa, así como su anonimato. “¿Es esto, el coraje? ¿Mantenerse en el anonimato?”, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, durante una entrevista en televisión.

Marine Le Pen: “Siempre hay un riesgo de guerra civil” 

A un mes de las elecciones regionales y a un año de las presidenciales, la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, se ha apropiado del mensaje de estos militares, integrándolos en su discurso político. Para Le Pen, las tribunas representan “un grito de alerta” que comparten millones de franceses, como “comerciantes, pescadores, habitantes de ciudades y de zonas rurales”. En esta línea, la líder de Reagrupamiento Nacional (RN, antes Frente Nacional) invita a estos soldados y a aquellos afines a sus ideas a respaldar su proyecto político, en el que la seguridad juega un rol esencial. 

Estos militares “deberían ser tomados en serio por el Gobierno”, insiste Marine Le Pen. Sus ataques contra el ejecutivo son constantes, sobre todo en aspectos como la inseguridad, la criminalidad o la gestión de la crisis sanitaria. 

Desde principios de mes, Le Pen se ha dedicado a recorrer el territorio francés para apoyar a los candidatos de su partido en las elecciones regionales. Declaraciones como “los franceses están viendo que la laxitud mata” o “el ejecutivo está encerrado en una ceguera asesina” han sido constantes en sus actos de campaña o entrevistas con los medios. “Me sorprende cómo el Gobierno ha respondido a la primera carta, y la ironía y el desprecio con la que el ministro del Interior ha respondido a la segunda”, dice.

Marine Le Pen también niega que las publicaciones inciten a la insurrección. “Si fuera el caso, no lo apoyaría”, dice. No obstante, la líder ultraderechista advierte que “siempre hay un riesgo de guerra civil” y se vende como la mejor opción para “prevenir esta guerra” tomando “medidas urgentes, rápidas y efectivas para recuperar el control de estas áreas sin ley que son el asiento de un separatismo que no es sólo separatismo islamista, sino que también es un separatismo criminal”. 

Seducir a los militares, una vieja táctica de la extrema derecha

Nicolas Lebourg, historiador y especialista en extrema derecha francesa, explica que el apoyo a los militares es una táctica empleada desde hace décadas por los partidos ultraderechistas. Desde que Marine Le Pen asumió la presidencia del Frente Nacional en 2011 “no ha dejado de hacer promesas para seducir a los militares”, detalla Lebourg en Le Journal de Dimanche

Una vieja estrategia que Le Pen ha intensificado a raíz de la amenaza terrorista de estos últimos años. “Fueron los ataques de 2015 [contra Charlie Hebdo y el Bataclan] los que permitieron a la extrema derecha volver a poner al ejército francés en su agenda ideológica”, cuenta Nicolas Lebourg.

Sondeos recientes plasman el buen resultado de esta práctica: un 44% de policías y militares votarán a Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de 2022, según el Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po, mientras que un 60% de franceses está en contra de sancionar a miembros del ejército francés que firman foros o peticiones. 

Los comicios regionales, que tendrán lugar el 20 y 27 de junio, medirán la fuerza de la extrema derecha en el territorio francés. También serán determinantes para el futuro de las otras formaciones conservadoras: Los Republicanos (LR), en plena crisis interna por divergencias de estrategia en regiones influyentes, y La République en Marche (LREM), el partido de Emmanuel Macron. Un mal resultado para estas formaciones podría beneficiar a Reagrupamiento Nacional. 

A nivel nacional, la mayoría de sondeos realizados durante estas últimas semanas predicen que Marine Le Pen será la principal contrincante del presidente Emmanuel Macron en las presidenciales, que podrían resultar en un duelo entre ambos líderes, como ocurrió en las elecciones de 2017.