El dirigente Máximo Kirchner ha renunciado a la presidencia del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos (FdT) en discrepancia con “la estrategia utilizada” por el Gobierno nacional “y los resultados obtenidos” en la negociación para llegar a un acuerdo con el FMI por la deuda externa, aunque ha aclarado que “permanecerá dentro” de la bancada “para facilitar la tarea del Presidente y su entorno”.
“He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del bloque de diputados del Frente de Todos. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación (Alberto Fernández), a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado”, ha dicho Kirchner en un comunicado.
El diputado ha añadido que “sería más que incorrecto aferrarse a la Presidencia del Bloque cuando no se puede acompañar un proyecto de una centralidad tan decisiva en términos del presente y los años que vendrán” y ha negado que ejerza “presión”, ya que, afirmó, “eso lo hace el Fondo Monetario Internacional”.
“No hablar de una dura negociación cuando no lo fue”
“Algunos se preguntarán qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue, y mucho menos hablar de 'beneficios'. La realidad es dura. Vi al presidente (Néstor) Kirchner quemar su vida en este tipo de situaciones”, ha sostenido.
“Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo Monetario Internacional, no sólo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023”, aclaró.
El diputado ha recordado que “desde el día en que, en el año 2018, Mauricio Macri trajo de regreso a la Argentina al FMI, a quien Néstor Kirchner a través de la cancelación histórica de una deuda de 9.800 millones de dólares, lograra desterrar de nuestro país por ser el detonante clave en cada crisis económica desde la vuelta de la democracia y cuyo símbolo más elocuente fue la crisis del año 2001, sabíamos que este sería el problema más grande para nuestro país”.
En la continuidad del texto, ha revelado: “No aspiro a una solución mágica, sólo a una solución racional. Para algunos, señalar y proponer corregir los errores y abusos del FMI que nunca perjudican al organismo y su burocracia, es una irresponsabilidad. Para mí lo irracional e inhumano, es no hacerlo. Al fin y al cabo, el FMI demuestra que lo importante no son las razones ya que sólo se trata de fuerza”.
“Seguiré trabajando, como lo hice hasta ahora, con una agenda que incluya leyes como Humedales, Producción de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial, Acceso a la Tierra, Envases, Fomento al Desarrollo agro-industrial Federal e Inclusivo y Promoción de la Industria Automotriz”, ha enumerado Kirchner dejando en evidencia su interés por temas no incluidos por el Poder Ejecutivo en el temario de sesiones extraordinarias.
El acuerdo con el FMI
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció la semana pasada un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar el préstamo de más de 44.000 millones de dólares que el organismo le otorgó al país en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
El acuerdo con el FMI fue pactado mediante un “programa de facilidades extendidas”, en el cual durante los próximos dos años y medio se financiará mediante derechos especiales de giro (DEG), que permitirán cubrir todos los vencimientos que faltan del programa “standby” de 2018.
Cada tres meses habrá “revisiones” del programa pactado y se realizarán los desembolsos que servirán tanto para realizar los pagos como para acumular reservas monetarias. El paso siguiente es que el acuerdo pase por el Congreso para ser aprobado.