Michael Jordan ha emitido un inusual comunicado condenando el asesinato el pasado lunes de George Floyd, un ciudadano afroamericano al que un policía asfixió en Minnesota.
“Estoy profundamente triste, realmente dolido y muy enfadado. Veo y siento el dolor, la indignación y la frustración de todos. Estoy con los que están desafiando el racismo y la violencia arraigados hacia las personas de color en nuestro país. Ya hemos tenido suficiente”, reza el mensaje difundido en Twitter en su cuenta personal y en la del equipo de baloncesto del que es propietario, Charlotte Hornets.
Jordan ha recibido multitud de críticas por su tibieza para pronunciarse sobre temas políticos y especialmente sobre la problemática del racismo en EEUU, a diferencia de otros compañeros suyos de la NBA más implicados en el activismo, como LeBron James.
Ya en 1990, durante la carrera al Senado por Carolina del Norte, el deportista no quiso apoyar públicamente a Harvey Gantt, un afroamericano que se presentaba por el partido demócrata frente al republicano Jesse Helms, un racista declarado. En esa época justificó su decisión en que “los republicanos también compran zapatillas”. En el documental The Last Dance justifica que aunque parecieran egoístas, fueron “una broma”, aunque reconocía que eligió centrarse en su carrera y evitar polémicas políticas.
En el comunicado emitido este domingo, el exjugador de los Chicago Bulls reconoce “no tener respuestas pero colectivamente nuestras voces muestran la fortaleza y la incapacidad de que otros nos dividan”. “Debemos escucharnos, mostrar compasión y empatía y nunca dar la espalda a la brutalidad sin sentido”, prosigue Jordan.
Sin embargo, hace un llamamiento a que las protestas sean “pacíficas”: “Debemos presionar a nuestros líderes para que cambien las leyes o utilizar nuestro voto para originar un cambio en el sistema. Cada uno de nosotros debe ser parte de la solución”.
Además, Jordan envía un mensaje a la familia de George Floyd y de las “otras innumerables vidas que han sido brutalmente y sin sentido arrebatadas en actos racistas y de injusticia”.
Este comunicado llega después de un fin de semana de protestas en más de 75 ciudades por todo el país para condenar la muerte de Floyd y contra la brutalidad policial. Las manifestaciones se han saldado con centenas de detenidos, el despliegue de la Guardia Nacional en varios estados y se ha decretado el toque de queda en una veintena de ciudades.