Miles de cubanos han tomado las calles este domingo para protestar contra el Gobierno al grito de “¡libertad!” en una jornada inédita que se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos después de que el presidente Miguel Díaz-Canel conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
Unas imágenes de cientos de personas marchando en medio de gritos de “abajo la dictadura” y “patria y vida” por las calles del pueblo de San Antonio de los Baños, en Artemisa (oeste), prendieron la mecha en las redes sociales y dieron inicio a llamamientos a protestar en toda Cuba.
Al grito de libertad
De occidente a oriente, incluida La Habana, miles de cubanos marcharon -pacíficamente en la mayoría de los casos- clamando “libertad” y gritando consignas contra el Gobierno y el mandatario Díaz-Canel.
Tras San Antonio de los Baños, brotaron protestas en Palma Soriano (Santiago de Cuba), Alquízar, Güira de Melena, La Habana, y las capitales provinciales de Camagüey, Matanzas, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba, entre otros muchos lugares.
En la capital se produjeron en varios lugares, entre ellos la céntrica calle 23, donde un grupo de jóvenes con el dramaturgo Yunior García Aguilera al frente se concentró ante el Instituto Cubano de Radio y Televisión y realizó una sentada que acabó en enfrentamientos verbales con trabajadores y partidarios de la Revolución, y la detención violenta de todos los jóvenes, según constató un equipo de Efe presente en el lugar.
Miles en La Habana
Una de las protestas más multitudinarias se produjo frente al Capitolio habanero, donde se congregaron unas 2.000 personas que después bajaron por el Paseo del Prado en dirección al Malecón gritando “dictadores” y “abajo el comunismo”, entre otras frases.
Camiones militares bloquearon el acceso al Malecón para impedir la entrada de esta manifestación, que se dispersó corriendo por las calles de la zona tratando de llegar al emblemático paseo marítimo.
Durante esa manifestación resultó herido el fotoperiodista español Ramón Espinosa, de Associated Press, y a otros corresponsales extranjeros les fueron robados sus teléfonos y equipos.
Aunque inicialmente las acciones se habían desarrollado sin intervención policial, a lo largo de la tarde los ánimos se fueron caldeando y comenzaron a sucederse las detenciones de manifestantes que eran llevados a rastras a coches policiales e incluso a camiones y sacados del lugar.
Alrededor de las 15.00 hora local (19.00 GMT) el servicio de internet en los móviles fue cortado y las llamadas comenzaron a mostrar inestabilidad, un “apagón” digital de varias horas que dificultó conocer en tiempo real qué estaba sucediendo en la isla.
El presidente llama al combate
Miguel Díaz-Canel se trasladó a San Antonio de los Baños pocas horas después de que se difundiera esa primera protesta, y posteriormente compareció en la televisión estatal instando a sus partidarios a salir a las calles listos para el “combate”.
“La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”, dijo el gobernante, quien calificó las manifestaciones de “provocaciones de la contrarrevolución” y añadió que no permitirá “que nadie defienda un plan anexionista”.
Las palabras de Díaz-Canel fueron respondidas de forma airada por numerosos cubanos en las redes sociales, donde condenaron que el jefe del Estado instara al enfrentamiento entre civiles en lugar de llamar a la pacificación y el diálogo.
Tras ese llamamiento a los lugares de las protestas acudieron, muchos a bordo de autobuses estatales, brigadas ciudadanas gritando consignas a favor de la Revolución como “Yo soy Fidel” o “Canel, amigo, el pueblo está contigo”, además de un fuerte dispositivo policial y decenas de agentes vestidos de civil.
Fue entonces cuando se multiplicaron los choques con los manifestantes antigubernamentales.
Preocupación internacional
Los sucesos llegan después de que en los últimos días haya ganado visibilidad internacional la campaña “SOS Cuba”, lanzada por la sociedad civil en las redes debido a la crisis galopante, el desabastecimiento de medicinas y a la situación crítica debido a la pandemia en la provincia de Matanzas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado este lunes su apoyo a las protestas, que calificó como una llamada a “la libertad” en “valiente” ejercicio de “derechos fundamentales”. “El pueblo cubano está ejerciendo con valentía derechos fundamentales y universales”, indicó Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Fuentes de varias embajadas en La Habana, entre ellas las de la Unión Europea y España, dijeron a Efe que siguen con atención el desarrollo de los acontecimientos.
También organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o Freedom House se hicieron eco de las protestas en Cuba y llamaron al Gobierno a que “respete el derecho de asamblea pacífica”.
En casi toda la isla rige un toque de queda nocturno por la pandemia, por lo que las personas que estén en la calle durante la noche pueden ser detenidas por violar esa medida.