Miles de franceses protestan en París contra la extrema derecha de Le Pen al grito de “resistencia” y “no pasarán”
A cuatro días de la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, la icónica Plaza de la República de París ha vuelto a ser, una vez más, el escenario de una gran concentración “contra la extrema derecha, por un frente democrático”. La capital francesa no es tanto un termómetro del voto en todo el país, pero sí de la expresión del frente contra la extrema derecha que representa Marine Le Pen y su Agrupación Nacional, que se encarama al gobierno francés.
Al grito de “resistencia”, “somos todos antifascistas” y “no pasarán”, miles de personas se han congregado en el lugar tras una convocatoria lanzada por sindicatos (como la CGT, la FSU, la Unef, Solidaires o la Confederación Campesina), medios independientes como Mediapart así como asociaciones y movimientos ciudadanos, como la Liga de Derechos Humanos, Attac y SOS Racismo.
Tras la victoria de Agrupación Nacional en la primera ronda del domingo, los convocantes denuncian el “proyecto” del partido ultra, “basado en la desigualdad, la discriminación, el racismo y el antisemitismo, pisotea los valores de la República”. “Amenaza nuestra democracia”, señalan en un comunicado.
“Por nuestras libertades, nuestra humanidad, nuestra sociedad, nuestra economía, todo puede bascular. Construyamos un frente democrático”, ha dicho una de las portavoces, micro en mano. Los asistentes abuchean cuando menciona la posibilidad de que Agrupación Nacional llegue al poder. “Votar es indispensable”, ha dicho otra portavoz sobre un escenario instalado a los pies de un monumento a la República lleno de grafitis que piden el voto al Nuevo Frente Popular, la coalición que agrupa a los partidos de izquierda, y se oponen a la ofensiva israelí en Gaza.
“A votar contra la extrema derecha”, dice una de las cantantes que ameniza la convocatoria, en la que se suceden los conciertos y las intervenciones de personalidades destacadas. Cuando toma la palabra la economista francesa Julia Cagé, la multitud estalla en aplausos. “El domingo por la noche lloré”, asegura, en un discurso en el que habla de la responsabilidad de la izquierda y pide frenar al partido de Marine Le Pen en las urnas.
En el público, los asistentes escuchan atentos. Muchos portan pegatinas del Frente Popular y carteles de manos coloreadas de amarillo que han sido repartidos por SOS Racismo, en los que se lee: “No toques a mi amigo”. “Dignidad para todos”, reza otra pancarta.
A pocos metros de los vendedores ambulantes que cocinan perritos y salchichas, la escritora y Premio Nobel Annie Ernaux es ovacionada como una estrella de rock cuanto interviene por vídeo. “La elección por la que nos juzgarán nuestros descendientes se acerca, ya está aquí, es el próximo domingo”, dice Ernaux, que lee el texto. “Hay que detener a Agrupación Nacional. Tiene que haber una mayoría que vote a los candidatos que se les oponen. ¿Y después? Después habrá que continuar luchando juntos por la justicia social”.
Las movilizaciones se suceden desde hace días en la Plaza de la República, el gran epicentro de las protestas de la izquierda en París. La campaña electoral francesa ha entrado en su recta final tras la retirada masiva de más de 200 candidatos de varios partidos para intentar evitar una mayoría absoluta de Agrupación Nacional, lo que abre un nuevo escenario menos favorable para la ultraderecha en la segunda vuelta del próximo domingo.
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