Luis Moreno Ocampo, exfiscal jefe fundador de la Corte Penal Internacional (CPI), lleva toda una vida dedicada a la justicia internacional. A los 32 años fue el fiscal adjunto del Juicio a las Juntas en 1985, donde se juzgó por primera vez a los máximos responsables de la última dictadura argentina, un hecho relatado por el filme Argentina,1985. Ya como primer fiscal jefe de la CPI abrió investigaciones en siete países y logró el procesamiento por crímenes de lesa humanidad contra tres jefes de Estado y otras veintiocho personas.
En la actualidad sigue trabajando por fomentar la aplicación del derecho internacional. elDiario.es le entrevista mientras se encuentra en la Universidad de Sao Paulo (Brasil), como ponente en una cátedra sobre innovación para el orden mundial.
¿Puede la Corte Penal Internacional investigar el ataque contra el hospital Al Ahli de Gaza, donde han muerto cientos de palestinos?
Sí, la Corte Internacional tiene la facultad para hacerlo.
¿Cómo valora lo que está ocurriendo en Gaza e Israel?
Observo que hemos entrado en un tiempo en el que los políticos creen que pueden cometer crímenes y no pasa nada. Me parece que es un tema muy grave para la humanidad.
Esta clase de crímenes tienen consecuencias horribles, no solo en la matanza de gente, sino para el futuro de nuestros hijos. La humanidad está en riesgo, el cambio de clima, guerras y terrorismo internacional, armas nucleares, son riesgos que antes no había y no estamos sabiendo enfrentarlos.
Se está discutiendo un corredor humanitario, cuando lo que hay que plantear es que no pueden bombardear civiles en Gaza
¿Por qué cree que desde la comunidad internacional se pide un corredor humanitario para Gaza pero no el fin inmediato de los bombardeos?
Es una muy buena pregunta. Se está discutiendo un corredor humanitario, cuando lo que hay que plantear es que no pueden bombardear civiles en Gaza. La estrategia de controlar Hamás tiene que ser distinta. Israel no puede matar a miles de personas para acabar con el liderazgo de Hamás. La historia muestra que los líderes son reemplazados por otros nuevos.
Hamás cometió crímenes de guerra y contra la humanidad, no hay duda. El tema es cómo controlamos Hamás, no cómo damos ayuda humanitaria a los civiles mientras al mismo tiempo les encerramos y les sitiamos. Porque el sitio de Gaza es ordenado, provocado.
¿Qué puede hacer Israel ahora y qué no puede hacer, qué no es legal?
Israel tiene derecho a defenderse en su territorio y también en Gaza, en la medida en que desde ahí se disparen cohetes contra Israel. Israel lo que no puede hacer es matar civiles en Gaza y no puede forzar el desplazamiento de civiles en Gaza y no puede someterlos a hambre para obligarles a moverse. Todo eso no debe hacerlo, es un crimen.
La comunidad internacional debe dejar de apoyar las guerras y promover la paz a través de la justicia
¿Estos crímenes podrían ser investigados por la Corte Penal Internacional (CPI)?
Sí. La Corte Penal Internacional tiene jurisdicción sobre Palestina y Palestina es miembro de la CPI desde 2015 [Israel no lo es]. En 2021 los jueces de la Corte determinaron que Palestina incluía Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. Los crímenes cometidos en esos territorios están bajo jurisdicción de la Corte, por eso también los crímenes cometidos desde Gaza hacia Israel pueden ser investigados, eso incluye los crímenes cometidos por Hamás hacia Israel.
Y por supuesto la Corte tiene facultad para investigar el asesinato de civiles en Gaza como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, al igual que el bloqueo total de Gaza, que podría considerarse un crimen contra la humanidad y genocidio.
Y ¿es eso posible? Porque ha comenzado esta entrevista diciendo que estamos retrocediendo.
Sí, porque los políticos consideran que los límites legales no existen. Hemos vuelto a la Guerra Fría, es un problema serio. Pareciera que la premisa es que los crímenes cometidos por mis amigos no importan.
La comunidad internacional debe dejar de apoyar las guerras como mecanismo para proteger a las personas y promover la paz a través de la justicia. Es un momento crucial para la humanidad. Necesitamos líderes globales que acojan tanto a israelíes como a palestinos.
Hay algunos crímenes del pasado reciente que no se han investigado ni condenado, por lo que vuelven a ocurrir una y otra vez. ¿Considera que hay un doble rasero dependiendo de quiénes sean los perpetradores?
Hay un problema y es que el Estado político responde a un modelo antiguo. El Estado político tiene que ajustarse, no hay acuerdo posible para cometer crímenes de guerra. Hamás no puede ser un grupo apoyado, Israel no puede cometer crímenes contra los civiles de Gaza. No puede y no debe.
Ha recordado usted en la red social X –antes Twitter– unas palabras del general estadounidense Stanley A. McChrystal, que emplea el término “la matemática insurgente”.
Es muy interesante lo que él dice, porque no lo dice una ONG, lo dice alguien que coordinó comandos en Irak y dirigió la guerra en Afganistán. Y él concluye que la guerra contra el terror, que consiste en matar y bombardear poblaciones, resulta contraproducente. Matas a dos y tienes veinte nuevos insurgentes, y eso es lo que va a pasar, eso pasó en Afganistán y por eso se tuvieron que retirar y eso es lo que va a pasar en Gaza.
No puede matar a dos millones de personas en Gaza. No puede. Matar sólo destruirá la moderación y promoverá más violencia. Porque además va a ocurrir que a los dos millones de personas en Gaza no les quede otra alternativa que odiar a Israel, porque ha matado al padre o al abuelo delante de su casa.
Y eso puede provocar también que Hezbolá y otros grupos también ataquen a Israel. Vamos a una catástrofe de dimensiones que no estamos viendo. Esto no es solo un tema de Medio Oriente, es un tema de la humanidad entera que afecta a nuestros hijos.
Hemos vuelto a la Guerra Fría, pareciera que la premisa es que los crímenes cometidos por mis amigos no importan
En su opinión, ¿se está a tiempo de parar esto, se puede dar la vuelta a esta situación?
Yo creo que sí, lo que pasó ayer evitemos que se repita hoy. Lo que ocurre es que necesitamos países europeos con una postura más firme y países del resto del mundo diciendo que esto no puede ocurrir. No solo contra Israel, con Hamás también.
Hamás no puede hacer lo que hace. Tienen que ser apresados. Y los derechos de la gente de Cisjordania tienen que ser respetados. Israel tiene que aceptar que la gente de Gaza y de Cisjordania tiene derecho a existir, no puede estrangularlos.
Tenemos que terminar con los crímenes y eso no es solo un tema de la Corte Penal Internacional, es un tema de toda la comunidad internacional. Cometer crímenes masivos y después apelar a la Corte para que vea casos es ridículo. Las reglas tienen que ser las mismas para los jueces que para los políticos.
Hay una ocupación ilegal de territorio palestino desde hace muchos años, ¿a través de la Corte Penal Internacional se podría hacer algo al respecto?
Sí. Hay un crimen, que es un crimen de guerra, que es transferir la población del Estado ocupante a la zona ocupada, que es exactamente lo que hace Israel constantemente y ese crimen se podría investigar y castigar.
Depende del fiscal, que es el que tiene las facultades para decidir cuándo y en qué crímenes se mete a investigar.
El traspaso de israelíes a territorios ocupados, que es lo que Israel hace, es un crimen de lesa humanidad
Tanta vida y dedicación a la justicia y al desarrollo de la aplicación del derecho internacional, ¿qué aprendizajes le deja?
Estuve trabajando hasta el mes pasado sobre lo sufrido por los armenios que fueron víctimas de un genocidio en Nagorno Karabaj, de lo que ya no se habla. Hay que proponer nuevos mecanismos para resolver problemas. Trabajamos todavía con sistemas institucionales diseñados en el siglo XVIII o XIX, o con la Carta de Naciones Unidas, que está muy basada aún en los sistemas nacionales. Tenemos que seguir avanzando. Yo quiero invitar a todo el mundo desde esta cátedra de la Universidad de Sao Paulo a trabajar en estos temas.
Yo aprendí en estos temas que nunca ganas. Cuando yo litigaba contra los militares argentinos, pensaba en transformar Argentina en Suecia. No, Argentina no es Suecia. Pero no hubo más dictaduras militares, no hubo más crímenes masivos. Fue una victoria, pero nunca terminamos de arreglar un país, hay nuevos problemas.
Los problemas siempre van a existir. El tema es cómo los manejamos y cómo los enfrentamos. Y cómo inventamos soluciones ante cuestiones que requieren creatividad, no solo institucional, sino también inteligencia artificial, que hoy se usa para marketing y para matar. Usémosla para la paz.
Nunca vas a ganar del todo porque siempre va a haber problemas, pero nunca pierdes: si te levantas, nunca pierdes. El día que dejas de actuar, el día que dejas de ocuparte, ese día perdiste. Nunca dejemos de hacer lo que tenemos que hacer.