El doble ataque terrorista con camiones bomba perpetrado este sábado en la capital de Somalia, Mogadiscio, ha causado la muerte de 276 personas y más de 350 heridos, según los últimos datos ofrecidos por la policía a Associated Press (AP).
El ataque al hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad ha dejado también decenas de heridos, y ya es el peor en toda la historia de Somalia.
Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en una de las calles más transitadas de la ciudad. Según ha podido saber AP, entre los heridos también se encuentra un periodista del medio Voice of America, Abdulkaidr Mohamed Abdulle.
El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmajo, ha decretado tres días de luto y ha hecho un llamamiento urgente a la población para que done sangre a los hospitales, que están desbordados tratando de salvar la vida a los heridos. Un trabajador somalí a compartido en su cuenta de twitter un vídeo de los instantes después de la explosión.
El Gobierno ya ha desplegado más tropas para tratar de encontrar supervivientes, a pesar de que algunos de los edificios de la principal calle comercial de Mogadiscio han quedado totalmente destruidos por las explosiones y se teme que haya cadáveres bajo los escombros.
“Perdí a mis tres hermanos en el atentado, estábamos en nuestra farmacia cuando se produjo”, ha explicado a Efe Mohamed Abshir, que consiguió salvar su vida.
Desde España, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha condenado el atentado en su cuenta oficial de Twitter.
Al Shabaab ya controla gran parte del territorio
Los expertos aseguran que los terroristas de Al Shabab planearon este atentado debido a la debilidad de un Ejecutivo dividido por los conflictos internos que no consigue establecer una relación cercana con los jefes del Ejército, razón por la que el ministro de Defensa, Abirashiid Abdullahi Mohamed, dimitió el pasado jueves.
El analista de seguridad Ibrahim Shegow asegura que atentados virulentos como éste seguirán llevándose a cabo “a menos que (el Gobierno) acabe con sus problemas internos y mejore su capacidad militar”.
Por ahora, aunque los medios locales y analistas den por hecho que Al Shabab está detrás del atentado, el grupo yihadista aún no ha reclamado su autoría. Esta organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
Además, este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.