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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Netanyahu gana las elecciones en Israel, pero el bloque de derechas no llega a la mayoría

EFE

Jerusalén —

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El Likud de Benjamín Netanyahu encabeza el recuento de votos en Israel, que avanza lentamente, y muestra una amplia ventaja sobre su rival, Azul y Blanco, de Beny Gantz, aunque con el 90% del voto escrutado los datos no le garantizan una mayoría simple de 61 diputados.

Las cifras por el momento coinciden en gran medida con lo que predecían las encuestas a pie de urna: el Likud vuelve a ser el partido más votado y la acusación a su líder por tres cargos de corrupción no parecen haberle pasado factura política.

Con el 90% escrutado, el Likud se haría con 36 escaños de 120, mientras Gantz se quedaría en 32.

A falta de que se confirmen los datos con el avance del recuento, en estos momentos parece que el bloque de derechas y religioso, que agrupa al Likud, Yamina y los ultraortodoxos de SHAS y Judaísmo Unido de la Torá, no alcanzaría la mayoría simple de 61 escaños, quedándose en 59.

El pasado abril, estas formaciones lograron 60, pero al no conseguir el que faltaba de ningún modo, la Knéset (Parlamento) acabó disolviéndose y convocando nuevos comicios, que se celebraron el pasado septiembre sin conseguir tampoco desbloquear la situación

Como nota curiosa en la noche del recuento, el digital Times of Israel informó de que los funcionarios a cargo de las elecciones se están negando a contar los votos de los más de cuatro mil israelíes bajo cuarentena por el coronavirus que emitieron su voto en estaciones especiales estériles y con grandes medidas de seguridad.

Pese al miedo a la enfermedad, acudió a votar un 71% de israelíes, una cifra mayor que en las dos pasadas citas.

Esta madrugada, Netanyahu señaló que los resultados son una “victoria dulce”, “una victoria contra viento y marea” y dijo: “Hace poco hablé con todos los líderes de las facciones de derecha. Haremos todo lo necesario para formar un gobierno nacional amplio que sea bueno para Israel”.

Gantz, por su parte, admitió “pena y desilusión” y, aunque pidió esperar a los datos oficiales, reconoció: “No es lo que queríamos que sucediera. Si estos son los resultados, no es lo que llevará a Israel al camino correcto”.