Neurólogos, cirujanos y un especialista en cáncer de tiroides: el séquito médico que ha acompañado a Putin
Una investigación que desgrana quiénes son los doctores de Putin y su fe en terapias alternativas, arroja luz sobre su salud, uno de los secretos mejores guardados en Rusia
Una investigación llevada a cabo por un medio ruso independiente ha arrojado luz sobre una de las cuestiones más secretas en el Kremlin: la salud del presidente ruso Vladímir Putin. Proekt, medio especializado en periodismo de investigación y censurado en Rusia, ha obtenido documentación oficial que demuestra que un gran número de doctores acompaña siempre en los viajes a Putin. El trabajo también cita a numerosas fuentes de su entorno que exponen la obsesión por ocultar cualquier problema de salud del líder ruso. Hay también testimonios sorprendentes, como los que ilustran su creciente fe en “sangrientos” tratamientos más que alternativos.
Proekt, también conocido como Agentstvo, nació en 2018 y fue fundado por Roman Badanin, periodista que ha trabajado en diferentes medios como Gazeta, Forbes, Interfax, RBK y Dozhd. Trabaja junto a él un equipo de periodistas especializados en investigación. Muchos de ellos guardan el anonimato por temor a las represalias.
El medio independiente ha sido vigilado de cerca por las autoridades rusas desde su nacimiento y ha publicado varias investigaciones, premiadas internacionalmente, que señalan la corrupción en las instituciones.
En 2021, el Ministerio de Justicia ruso declaró a Proekt como organización “indeseable”, lo que le obligó a poner fin a sus operaciones en el país ya que sus periodistas corren el riesgo de ser encarcelados. Está prohibido leer o difundir sus trabajos en Rusia. Cualquiera que colabore donando al medio o comparta sus noticias en redes sociales, corre el riesgo de ser también procesado, señala Reuters en un reportaje publicado este jueves sobre la represión en Rusia.
Según el trabajo periodístico, Putin en principio viajaba al Hospital Clínico Central situado en Kuntsevo, al oeste de la capital, un centro especializado en el tratamiento de personas VIP. Con el tiempo, Putin dejó de acudir a este centro para que fueran los doctores los que personalmente visitaban a Putin en su residencia y lo acompañaban en sus viajes.
La investigación publica documentación que aparece en la página de contrataciones públicas de Rusia sobre los médicos del presidente y sus alojamientos. El medio destaca la “paradoja” de que se hayan hecho públicos estos documentos cuando durante años todo lo relativo a la salud de Putin se ha mantenido oculto
También se recogen las actas sobre los servicios prestados. Estos alojamientos coinciden con los lugares donde ha estado viajando Putin de 2016 a 2020: Sochi, la estación de esquí del Gazprom Mountain Resort (en Laura) o cerca de su propia residencia, entre otros.
Según Proekt, estos son algunos de los médicos que acompañan con frecuencia a Putin:
Konstantin Arkadyevich Sim: traumatólogo ortopédico
Alexei Shcheglov: otorrinolaringólogo
Yevgeny Selivanov: cirujano especialista en cáncer de tiroides
Larisa Koroleva: especialista en enfermedades venéreas de la piel
Sergey Snezhko: médico de urgencias
Vladimir Rybintsev: anestesista / reanimador
Pavel Sharikov: anestesista / reanimador
Yaroslav Protasenko: especialista en enfermedades infecciosas
Dmitry Ovchinnikov: neurólogo
Dmitry Verbovoy: especialista en enfermedades graves y envenenamientos
Oleg Myshkin: neurocirujano
Elena Rastrusina: especialista en neurocirugía
Lyudmila Kadenkova: enfermera jefe
Mikhail Tsykunov: especialista en rehabilitación
Elena Denisenko: especialista en lesiones de columna
Gulfiya Abdulina: enfermera
Igor Esakov: otorrinolaringólogo
La investigación señala que en numerosas ocasiones varios de estos doctores han acompañado a Putin durante periodos en los que ha estado desaparecido de los medios. Por ejemplo, en agosto de 2017, tiempo durante el cual los medios oficiales rusos solo emitían imágenes “enlatadas” del presidente.
La preocupación por la salud de Putin se ha disparado desde 2020, cuando, según la investigación, “Putin comenzó a comportarse de una manera extraña”. La pandemia de COVID le llevó a aislarse y a evitar contacto con la gente. Solo se reúne con personas a una gran distancia (recordemos la célebre larga mesa en la que recibió a Macron) y la mayoría de sus encuentros son por videoconferencia.
Baños en sangre de cuernos de ciervo
Proekt también cita a varias fuentes -entre ellas empleados gubernamentales- que arrojan luz sobre la obsesión de Putin con su salud y por mantenerse joven. Según los testimonios recabados en la investigación, Putin, de 69 años, confía en pseudoterapias para tratar de preservar su salud. Una de estas “terapias” consistiría en darse baños en sangre de cuernos tiernos de ciervo -todavía sin osificar- a los que popularmente se les atribuyen efectos curativos.
Esta terapia, sin ningún tipo de respaldo cientifico, se la habría recomendado en el año 2000 su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, con el que ahora Putin podría mantener una relación tensa debido al desarrollo de la guerra en Ucrania. Desde entonces, ha acudido en varias ocasiones a la República de Altai para someterse a estos baños, según Proekt, que cita al entorno de Putin y a un ex funcionario del Kremlin de Moscú que asegura que estuvo presente en estos baños.
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